jueves. 28.03.2024

Niza. El dolor que no cesa

Ahora se hablará de la cooperación entre las naciones, de nuevas medidas de seguridad, pero la realidad es que cada vez son más las personas que sienten inseguridad. Algo no estamos haciendo correctamente cuando los ciudadanos cada vez tienen más miedo.

Ya no quedan palabras para describir tanto terror, tanto dolor, una y otra vez el golpe del terrorismo sobre la población civil, sobre personas que simplemente han tenido la mala suerte de estar en el lugar donde unos asesinos han decidido acabar con la vida de cualquiera que se encuentre allí.

¿En nombre de quién se pueden realizar estas acciones?, ¿quién puede comprender o justificar estos comportamientos tan viles?, ¿qué se puede construir sobre la muerte de inocentes?, ¿hacer daño?, ¿producir terror?, ¿meter miedo a la sociedad?, ¿eso es un fin en sí mismo?, si alguien lo puede comprender que nos lo explique. 

No puede ser que haya tanta maldad en el ser humano, no se puede comprender a la luz de la razón algo que para nosotros es totalmente irracional

¿Cómo puede existir tanto odio para cometer estos actos tan escalofriantes?, ¿cómo puede ser que el éxito de alguien sea la muerte indiscriminada de ciudadanos, que simplemente veían unos fuegos artificiales?. No puede ser que haya tanta maldad en el ser humano, no se puede comprender a la luz de la razón algo que para nosotros es totalmente irracional.

Ahora se hablará de la cooperación entre las naciones, de nuevas medidas de seguridad, pero la realidad es que cada vez son más las personas que sienten inseguridad. Algo no estamos haciendo correctamente cuando los ciudadanos cada vez tienen más miedo. Algo grave ha fallado en las medidas de seguridad cuando un camión ha podido arrollar durante más de 2 Km a cuantas personas encontraba a su paso. 84 muertos, 10 niños entre ellos, más de 200 heridos y el dolor de cientos de familias, en un pueblo y en una Comunidad, que se siente aturdida y desorientada, por ser el objetivo de unas personas que su odio ciega todo derecho. Después de cada atentado, queda un sentimiento de pena y de fracaso, porque el Estado, la Comunidad no ha podido garantizar el derecho principal de toda persona, sobre el que se asientan todos los demás, el derecho a la vida.

¿Qué se puede decir cuando le quitan, le roban, le revientan la vida a una familia?

Las condolencias y la solidaridad con todos los familiares que se han visto afectados por este terrible atentado, ¿qué se puede decir cuando le quitan, le roban, le revientan la vida a una familia?, a veces nos faltan palabras de consuelo, palabras que ayuden a quien lo necesiten, pero la sensación de un dolor colectivo, tiene que servir para que se hagan todos los esfuerzos para construir un mundo más justo y más seguro para todos.

Las noticias siguen y el mundo no se para, una noticia tapa el horror de otra, ayer sentíamos el dolor en Niza, hoy la incertidumbre sobrevuela por el golpe de Estado en Turquía. Son tiempos confusos, donde los derechos y la seguridad de los ciudadanos se cubren con el manto de la incertidumbre, donde se echa de menos esa unidad que tanto se publicita y tan poco se realiza a nivel europeo.

Niza. El dolor que no cesa
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