A medida que nos vamos acercando cada vez más hacia al Verano podemos ver que, por ejemplo, en torno al último fin de semana de Abril se celebra el Día Europeo de la Cultura Megalítica. Y así, por ejemplo, vemos que en 2023 el evento giró en torno a la temática “Megalitos, pasado y presente”, donde se pretendía con ello impulsar la reflexión sobre la figura de nuestro patrimonio megalítico como un elemento significativo heredado de nuestros primeros antepasados, así como de las primeras personas que poblaron Europa, al tiempo que como también un elemento muy actual que nos vinculaba estrechamente con nuestras raíces, y de paso, nos permitía poner en marcha diferentes iniciativas de desarrollo social, económico y cultural; a la vez que todo ello nos unía con otros territorios estatales y europeos de una manera significativa. Y es que todos los miembros del Itinerario Cultural del Consejo de Europa “Rutas Megalíticas” organizan por estas fechas diferentes actividades en distintas regiones de Europa.
Una cultura megalítica (que como bien nos recuerdan) que se extendió a lo largo de Europa durante los primeros estadios de la existencia humana, dejando así una huella imperecedera e imborrable en nuestras sociedades actuales en forma de yacimientos arqueológicos, que ciertamente aún todavía conservan construcciones realizadas con grandes piedras, y que sin duda todavía persisten en nuestro imaginario colectivo como un elemento simbólico de gran importancia y valor que son; los cuales siempre son necesarios el poder conservar y proteger de la mejor manera y forma posibles.
Los museos y las salas de exposiciones bien podrían catalogar toda esta inmensa riqueza de incalculable valor patrimonial con sus correspondientes enunciados y textos en cántabru
Con estas iniciativas el Consejo de Europa pretende y quiere impulsar la reflexión acerca de la figura de nuestro patrimonio megalítico como un elemento que aún está presente en la vida cotidiana del ser humano a lo largo del tiempo y, a su vez, como elemento que también es representativo de su forma de ser, sentirse y expresarse.
Y todo ello viene a colación porque el potencial que tiene hoy Cantabria (y por extensión el País Cántabru) en cuanto a Megalitismo y arqueología es inmenso con mayúsculas a nivel mundial. Y no solo como atractivo turístico-cultural, sino como también lugar desde el cual poder estudiar esta ciencia milenaria en donde las fechas del radiocarbono sugieren que la mayoría de los monumentos fueron construidos a finales del quinto milenio a. C. y la primera mitad del cuarto, mientras que los ajuares muestran un uso de estos monumentos hasta ya finales del Calcolítico, en el tercer milenio a. C.
Por lo tanto, los museos y las salas de exposiciones bien podrían catalogar toda esta inmensa riqueza de incalculable valor patrimonial con sus correspondientes enunciados y textos en cántabru, al igual que la especificación de los lugares y de los sitios en donde estos emplazamientos se encuentran ubicados.
Megalitismo y arqueología son una combinación perfecta para dar a conocer el cántabru, por lo que el poder ligar de alguna manera el Megalitismo con el cántabru, le serviría a este último para adquirir presencia y singularidad, distinción y excelencia. Por otro lado, el que los directores y los responsables de estos centros del saber, así como el que los investigadores, expertos, sabios y técnicos en la materia adquieran conciencia del valor que supondría el catalogar y explicar toda esta vastedad e inmensidad en cántabru, haría que de seguro la valoración y la estimación hacia nuestra lengua cambiara de una manera muy positiva y significativa en los años venideros.