jueves. 25.04.2024

Las ciudais y la Firia del Libru Cántabru

Es preciso dedicar más impulsos y esfuerzos a la hora de hacer una mayor labor de propaganda, divulgación, comunicación, presencia, divulgación, que sirva como referente de lucha y pugna a la hora de hacer más visible el cántabru en nuestras ciudades.

El valor de las ciudades como nuevos actores de cambio en la defensa de la recantabricidad es una realidad a la que cada vez más personas le prestan atención y estudio, pues la lucha hoy en favor del cántabru se hace también (y se debería de hacer aún mucho más), y muy especialmente, desde las ciudades; por ser estas los nuevos actores del cambio en la defensa de la recantabricidad de nuestra sociedad. La experiencia aragonesa en favor del reconocimiento de su lengua como realidad ha partido principalmente desde la ciudad de Zaragoza: un centro urbano que aglutina a más de la mitad de la población total de Aragón.

Ciudades que son muy diferentes a como éstas lo eran hace un siglo, y ciudades que poco a poco han ido adquiriendo paulatinamente un protagonismo cada vez mayor, al tiempo que son claves indispensables como actores necesarias en la internacionalización de las economías y de las empresas; frente al referente casi único que antes suponían el país, o incluso, la región. Hasta el punto esto es así, que en algunos casos la “marca ciudad”, ya es más importante o fuerte que la propia “marca región”, o incluso, que la propia “marca país”.

Lo mismo que decimos ciudades, también ello abarca a sus respectivas áreas metropolitanas, y no el que estrictamente les corresponde desde el punto de vista administrativo

En este contexto (y en estas circunstancias) la lucha en favor del cántabru ha de darse con inusitada insistencia en estas áreas (quizá no tan cómodas como lo puedan ser los pueblos, o las localidades de medianas dimensiones), pues el futuro y la supervivencia de nuestra lengua (y quizá la de cualquier lengua) pasa indefectiblemente, y está asociada, a la energía y al ímpetu que se ponga en expandir la lengua cántabra en estas nuevas realidades; algunas de ellas ampliamente pobladas y en donde la lengua original de esas urbes ya no es la mayoritaria de la que antaño fue en el país.

Y lo mismo que decimos ciudades, también ello abarca a sus respectivas áreas metropolitanas, y no el que estrictamente les corresponde desde el punto de vista administrativo; pues ya sabemos que las ciudades hoy en día abarcan amplios espacios, que literalmente se “comen” a las áreas más pequeñas o menos pobladas.

Un factor fundamental que ha originado esta nueva realidad es el de los cambios profundos y estructurales que se han producido en la economía, y en especial, el crecimiento que se ha dado en el sector servicios. Para los servicios, el espacio físico (el suelo) es un elemento secundario. Para las industrias, en cambio, el espacio físico es determinante. Pocas industrias se establecen en el interior de las ciudades. Por el contrario, las empresas del sector servicios (como empresas tecnológicas, financieras, de servicios profesionales) se implantan en los núcleos urbanos. Y todo lleva aparejado el que a las ciudades acudan cada vez más y más personas.

Si las ciudades concentran recursos, conocimientos, empresas, instituciones, servicios, etc. nuestra labor será la de trabajar en esas áreas

Hasta este punto esto es así que las previsiones a 20 años indican, que aproximadamente un 70% de la población mundial vivirá en los núcleos urbanos. En el País Cántabru, esta tendencia no difiere mucho de la general. Por lo tanto, si queremos proveer al cántabru de un futuro con garantías, es y será necesario implementar las acciones para su difusión en estas áreas que marcarán el discurrir de la civilización que está por venir.

Si las ciudades concentran recursos, conocimientos, empresas, instituciones, servicios, etc. nuestra labor será la de trabajar en esas áreas, que en última instancia son un inmenso proveedor de talento. De hecho, el primer factor a considerar en este sentido es el talento, que al final es lo que genera valor añadido a una lengua: innovación, originalidad, perfeccionamiento, mejoras, cambios, etc.

Para las empresas disponer de una concentración de talento en un espacio geográfico próximo, así como de todo el ecosistema relacionado con el mismo (universidades, escuelas de negocio, centros de investigación), resulta ser un factor crítico y principal que es fundamental a la hora de tomar la decisión de dónde establecerse. Por lo tanto, es preciso dedicar más impulsos y esfuerzos a la hora de hacer una mayor labor de propaganda, divulgación, comunicación, presencia, divulgación, que sirva como referente de lucha y pugna a la hora de hacer más visible el cántabru en nuestras ciudades.

Y ahora que llega la Feria del Libro, una de las maneras más adecuadas y convenientes de dar a conocer el cántabru es a través de las Ferias, en este caso, a través de una Firia del Libru Cántabru (Feria del Libro Cántabro), que para ello ha de contar (como toda Feria que se precie) con puestos y carpas; editoriales y librerías, cartelería y folletos para el público en cántabru y castellano; lugar habilitado y reservado para dar conferencias y charlas, presentaciones de libros y lectura de textos; taberna; y finalmente, uno o varios escenarios musicales para dar cabida a los grupos de música que cantan y recitan en cántabru.

Sería un gran acierto que esta Feria se pudiera realizar antes del Día Internacional del Libro

En ella, además de exponer las principales novedades editoriales que pudieran haber, también ha de ser un escaparate y un lugar especialmente concebido y aprovechado para dar a conocer a los más pequeños la lengua de Cantabria, principalmente para que ya desde la más temprana edad comiencen a interiorizar el cántabru desde que son unos bebés.

Durante la jornada, y si ello fuera posible, han de presentarse libros, concederse premios, y, finalmente, cerrarse la jornada con una lectura o encuentro poético, al que pueden acudir autores y personas del público en general. Una clausura final se puede realizar a través de la realización de una actuación musical convenida.

La adecuada implicación y coordinación de los otros y necesarios actores externos (Ayuntamiento, Consejería de Educación, Cultura y Deporte, entidades financieras y económicas, Fundaciones, etc.) es de vital importancia y trascendencia, a fin de que esta Feria se pueda realizar con las mejores garantías de éxito y culminación. Y es que a todas luces ha de tender a ser el máximo escaparate cultural y anual de la cultura cántabra, así como que ha de servir como punto de encuentro para los diferentes sectores que trabajan dentro del mundo cultural de la lengua y la cultura cántabra.

Igualmente sería un gran acierto que esta Feria se pudiera realizar antes del Día Internacional del Libro (el 23 de Abril), y que además sirviera para impulsar la lectura y estimular la venta de libros en cántabru en general. A veces el poder aprovechar determinadas e importantes fechas simbólicas en el calendario puede servir para darle un mayor prestigio y valor a la acción que se pretende resaltar.

La creación de un Premio (el cual llevará un nombre a determinar) es igualmente una labor a realizar y a resaltar, lo cual una Asociación constituida para tal fin puede servir para ocuparse con plena dedicación para poder dar adecuado reconocimiento a las personas e instituciones que han realizado labores relevantes en pro de la cultura y la lengua de Cantabria. Desde que esta institución sea creada podrán recoger el galardón las personas, grupos, instituciones destacadas… que dedican su energía y su tiempo en pro del idioma y la cultura cántabra.

Una adecuada y conveniente divulgación de dicho evento en diferentes medios, y a través de cartelería variada, anuncios y cuñas en prensa y radio, televisión y marquesinas, puede servir para incentivar y dar a conocer a la ciudadanía nuestra realidad lingüística más querida y deseada.

Las ciudais y la Firia del Libru Cántabru
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