jueves. 28.03.2024

Plumericidios. La invasión de los ecosistemas

Tiramos el dinero y el CO2 cuando combatimos contra las supuestas dañinas invasiones. En el caso del plumero, seguimos tirando ambos elementos cuando después mantenemos praderas artificialmente o parques ajardinados.

Las invasiones biológicas forman parte de la dinámica natural de la Tierra. Hasta el advenimiento de los viajes por ultramar, la biota no tenía posibilidades para desplazarse y lo hacía a merced, fundamentalmente, de los vientos y de los objetos flotantes, empujados tanto por el viento como por las corrientes marinas. Podría decirse que las aves son de por sí animales especialmente invasores, ya que contribuyen al transporte de semillas u otros pequeños organismos que pueden viajar en sus cuerpos.

Actualmente, los numerosos desplazamientos ultramarinos se implementan con los incesantes vuelos continentales e intercontinentales.

La ocupación que hacemos de los ecosistemas ha redundado en un empobrecimiento de los mismos y por ende de la calidad de nuestras vidas

¿Y qué decir del homo sapiens?... la especie animal más invasora del planeta. Gracias a sus migraciones y a la libre reproducción entre los individuos, la especie ha ido mejorando genéticamente. Pero la ocupación que hacemos de los ecosistemas ha redundado en un empobrecimiento de los mismos y por ende de la calidad de nuestras vidas. Somos los mayores invasores en la Tierra; de momento solo en este planeta.

Hoy en día el discurso medioambiental se ha convertido en un cuento infumable. Nuestros políticos defienden falacias, desde los máximos responsables europeos hasta los concejales municipales. Las organizaciones ecologistas no saben de donde sopla el viento sur. Alguien dijo que había que estar atemorizado ante las invasiones biológicas y se abrió un mundo de posibilidades en los negocios.

El cangrejo americano está dando de comer a las nutrias. Las falsas acacias forman auténticas selvas. Los temidos plumeros, que son unas hierbas grandes, contribuyen a la formación de los suelos degradados por nuestras actividades, alojan a la rica fauna que tenemos. Falso lo de que invaden ecosistemas maduros. Por favor, seamos observadores y tengamos paciencia para sacar conclusiones.

Tiramos el dinero y el CO2 cuando combatimos contra las supuestas dañinas invasiones

Tiramos el dinero y el CO2 cuando combatimos contra las supuestas dañinas invasiones. En el caso del plumero, seguimos tirando ambos elementos cuando después mantenemos praderas artificialmente o parques ajardinados.

Los eucaliptos son también víctimas de las falacias. En su interior habitan ricos ecosistemas, aunque los ejemplares estén muy juntos. Serían un recurso económico fundamental en esta región en donde la producción de leche queda muy reducida. Sólo habría que regular su extracción e impedir las duras cicatrices que provocamos en los suelos.

Plantas consideradas invasoras hay muchas más de las que pensamos. La cotula coronopifolia o la ludwigia peploides están presentes en las mal llamadas Marismas de Alday; además de los plumeros y las chilcas. Esta piscina con árboles se asienta sobre suelos con altos índices de metales pesados y la baña parcialmente la también mal llamada ría de Raos con unas aguas con altos índices de aguas fecales y de residuos industriales peligrosos. Por este pseudoparque natural, el ayuntamiento de Camargo anualmente ingresa a la Fundación Naturaleza y Hombre decenas de miles de euros.

La SEO/BirdLife tampoco se libra. Yo creía que eran expertos en aves, pero ahora resulta que también lo son en botánica y en “restauraciones forestales”. Andan por ahí tirando el dinero y el CO2 con el programa STOPcortaderia; ya saben, matando plumeros.

Pero, ¿los responsables medioambientales de esta región no se enteran o acaso les va muy bien con este estado de cosas?

Y Revilla diciendo que el Anillo Verde de la Bahía de Santander es un lujo; y Zuloaga asintiendo. ¡Con lo inteligente que es!, pero claro, todos estamos muy limitados.

Plumericidios. La invasión de los ecosistemas
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