viernes. 19.04.2024

El Palacio de Albaicín de Noja será el escenario, un año más, de la celebración del Samuín el lunes 31 de octubre, víspera del día de Todos los Santos. Esta tradición que acoge la Villa, y que homenajea así una festividad con más de 2.500 años de antigüedad en Cantabria, contará con actividades para grandes y pequeños, permitiendo de este modo la conexión entre generaciones y el paso de las tradiciones de generación en generación.

En concreto, habrá diferentes celebraciones. El Samuín familiar se desarrollará de 16:00 a 19:00 horas, y contará con un concurso de disfraces, animación caracterizada, dibujos encantados, magosta, talleres de manualidades y un photocall, además de hinchables para los más pequeños.

Tras esto, de 19:00 a 21:00 horas se celebrará el Samuín juvenil, y a continuación, de 21:00 a 1:00 horas, el Samuín adulto. En ambos casos, entre las actividades en el entorno y los jardines del Palacio destacan con juegos y concursos vinculados con el verdadero sentido del Samuín, un conjuro de bienvenida, juegos y concursos dinamizados, fiesta DJ y un photocall.

A todo esto se suma un pase temático por el interior del Palacio de Albaicín y momentos específicos de “interacciones inesperadas con los participantes de la fiesta tematizada”, como ha detallado el alcalde de Noja, Miguel Ángel Ruiz Lavín.

Las entradas para vecinos empadronados en la Villa se podrán adquirir en la Oficina de Turismo de Noja, en la Plaza de la Villa, durante los días 24, 25 y 26 de octubre, en horario de 10:00 a 14:00 horas, y de 16:00 a 20:00 horas, de lunes a sábado, y de 10:00 a 14:00 horas los domingos. El precio por entrada es de cinco euros para el horario de noche (a partir de las 21:00 horas), y de 2 euros para la programación durante el día.

A partir del jueves 27 de octubre, las entradas quedarán a disposición de todos aquellos que deseen vivir un Samuín ‘muy terrorífico’.

La visita por las habitaciones del Palacio se realizará cada 20 minutos y, como ha añadido el regidor, será “una de las experiencias más intensas que se podrán vivir en el interior de este emblemático edificio nojeño”, ya que el susto y el miedo serán los elementos fundamentales. Esto, unido a la propia arquitectura y decorados del Palacio, así como a la puesta en escena, las luces, los sonidos y los olores de este Samuín, permitirá a los participantes vivir una experiencia de 360 grados.

Tras recorrer el Palacio, los asistentes podrán seguir disfrutando del resto de actividades en los jardines del Palacio, diseñadas para cada grupo de edad. En este sentido, todo el personal encargado de la celebración, incluidos los guías que realicen la visita tematizada, estará caracterizado con motivo del Samuín.

Ruiz Lavín ha añadido que “esta es una celebración muy importante para la Villa”, no solo porque “los más pequeños viven un día de diversión disfrazándose, jugando y aprendiendo”, sino porque “nos permite adaptar a nuestros tiempos una tradición milenaria de nuestra tierra, enseñando de este modo a las nuevas generaciones los valores que compartimos y la identidad colectiva que nos define como pueblo”.

Para la concejala de Cultura, María de los Ángeles Matanzas, el Samuín “no es únicamente una fiesta para que los más pequeños pasen una tarde de sustos y diversión”. Es, sobre todo, “una cita para disfrutar en familia y con amigos, para conocer un poco mejor nuestra cultura, sea cual sea nuestra edad”.

El concejal de Festejos, Adrián Torre, ha añadido que la programación “está pensada para todas las edades”, aprovechando el “incomparable espacio del Palacio para disfrutar de actividades diseñadas para grupos de amigos y familias”, además de permitir “conocer nuevas amistades en un entorno de tradición y diversión”.

Y es que el Samuín es una celebración pagana de origen celta que se celebraba en países como Irlanda, Escocia y Bretaña, y en zonas de España como Galicia, Asturias y, por supuesto, Cantabria. El nombre original del Samuín es ‘Samhain’, que significa ‘fin del verano’, y era considerada como la fiesta que daba paso al Año Nuevo Celta y despedía la temporada de cosechas.

En aquella época era costumbre encender hogueras, ofrecer comida y dulces fuera de las casas, además de encender velas que ayudaban a los difuntos a encontrar el camino a la luz. Su celebración fue adaptada por Estados Unidos, convirtiéndose en lo que ahora conocemos como Halloween, una palabra que proviene de la expresión inglesa ‘All Hallow’s Eve’ (Víspera del Día de Todos los Santos).

En Cantabria, el Samuín es una noche de conjuros, verrugonas (calabazas), castañas y cuentos de miedo. La tradición era vaciar estas calabazas para simular los espíritus fallecidos, colocando velas en su interior. Cuando estas se apagaban, se creía que el espíritu comenzaba su viaje.

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