viernes. 19.04.2024

El Carnaval de Santoña, conocido como el Carnaval del Norte, regresará a la Villa marinera del 3 al 25 de febrero. Y este año el pregón de apertura de esta Fiesta de Interés Turístico tendrá un sabor especial, pues correrá a cargo de la murga Galipoteros, una de las más conocidas y veteranas del municipio. El motivo de su participación en el pregón no es otro que su aniversario: este 2023 cumplen 40 años. Y llegan a este 40 aniversario siendo los vigentes campeones del concurso de murgas tras su actuación como parturientas, último disfraz de una larga trayectoria de éxitos.

La murga Galipoteros se fundó en Santoña por un grupo de amigos en el año 1984, participando ininterrumpidamente en el concurso de murgas de Santoña, el mismo tiempo que lleva celebrándose este concurso de coplas. Su nombre surgió de la bebida que tomaban en las rondas que hacían por el pueblo. Sus chatos de vino tinto se asemejaban al galipó (manchas de alquitrán que había en la playa) por su color oscuro.

Entre esos primeros componentes se encontraban Pedro Sobrino Lanza, Ramón Badiola Diego 'Poti', Ángel Sánchez Sampedro 'Lilis' y Francisco Cabrera Herrería 'Paquito'. Ellos serán los encargados del pregón del Carnaval de Santoña 2023.

Su participación no quedará ahí ya que, Poti, cantando, y Lilis y Paquito con sus guitarras, volverán a subir al escenario para participar este año con su murga. Sobrino, aunque no salga en la agrupación, nunca ha dejado de estar ligado a ella ayudándoles en lo que era necesario. Además, es el encargado de la murga infantil Los Galis, la cantera de este veterano grupo.

Unos vaqueros fueron los que comenzaron el camino. Acompañados de guitarras y botellas para marcar el ritmo repitieron en 1985 el mismo disfraz, que no el repertorio, que consistía por aquel entonces en dos canciones.

Les siguieron unos fantasmas que seguían el tono del bombo ya que salieron sin guitarras; muñecas chochonas que volvieron a tener guitarras; soldados franceses; toreros goyescos acompañados de sus mujeres; y marineros.

En 1992 introdujeron un cambio que únicamente duró dos años incorporando las voces femeninas de unas niñas, vestidos de Caperucita 'Coja'. Con un Moisés y su tablas de Inem cerraron su etapa como murga mixta.

Tuvieron que esperar hasta el año 1994 para conseguir su primera placa de campeones ataviados de conejos de Duracell que "duran, duran y duran, duran, duran". No hubo mejor forma de celebrar su décimo aniversario.

"Quiero cantar y bailar para así poder soñar que esto sí es carnaval, una fiesta sin igual donde luce la paz y la amistad...". Pocos en Santoña hay que desconozcan la letra de esta presentación de Hombres Rana que les supuso su segundo triunfo en 1995.

Unos bebés (1996), unos locos de remate (1997) y unas sotas de plátano (1998), precedieron a la tercera placa de la murga de muñecos ventrílocuos en 1999.

Aunque no ganaron en el año 2000, su repertorio de la Tienda de 'Jubetes' también es uno de los más conocidos con esa niña que se paraba frente a su escaparate y sus ganas de ser muñeco más allá de carnaval.

Unas esclavas de la ESO en 2001 y unos pollos de corral en 2002 precedieron a su primera 'polémica' por su disfraz de curas y monaguillos (2003).

Su participación en el concurso continuó volando como Pierre No Doy Una (2004) y haciéndole una despedida de soltera su amiga (2005). Fue cuando Tronzao y sus monos vinieron de la selva hasta el escenario cuando volvieron a alzarse con el primer premio (2006).

En sus siguientes participaciones fueron soñadores (2007); luchadores de sumo en su 25 aniversario (2008); repartidores de Correos (2009); danzantes de Gama Alta (2010); y volvieron a conseguir ganar como operadores de Gordafone en 2011.

Después, se pusieron en la piel de unos capitalistas con sus toreros a hombros (2012); fueron a la sauna (2013); mostraron la dentadura (2014), y se subieron como niños a los toritos de las ferias (2015), no pasando por primera vez a la final.

En 2016 tampoco pasaron a la final, pero fueron noticia a nivel nacional disfrazados de Falangistas, a modo de crítica de una realidad aún vigente en el municipio.

Aunque en el 2017 no hubo concurso por discrepancias con el Ayuntamiento, se realizó una exhibición con aquellas agrupaciones que quisieron participar llevando la murga Galipoteros un museo de toda su historia carnavalesca.

Siguieron haciendo un recorrido histórico, esta vez de la música española en 2018. Para no dejar de caminar, al año siguiente se enfundaron el traje de peregrinos.

En 2020, se dejaron llevar por la actualidad en el papel de influencers. El siguiente año, aunque no hubo carnaval por la pandemia, sí que quisieron aportar un toque de carnaval a través de un pasodoble grabado en casa.

Los miembros más veteranos de la murga Galipoteros dará el pregón del Carnaval en su 40...
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