Cada vez es más habitual ver en nuestras ciudades a ciudadanos que se mueven de un sitio a otro en patinete eléctrico. Y es frecuente que veamos a hombres, mujeres y niños circulando con estos vehículos de movilidad personal por las aceras, los carriles bici o las carreteras. Pero, ¿realmente pueden moverse por cualquier espacio de la ciudad?
La Dirección General de Tráfico (DGT) delimitó en enero de forma clara y concisa los lugares por los que se puede circular en estos patinetes eléctricos. La normativa publicada este año, en sus primeros párrafos, ya establece que “tendrán prohibida su circulación por las aceras y por las zonas peatonales, como cualquier otro vehículo, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 121.5 del Reglamento General de Circulación”.
Dicho de otro modo, un patinete eléctrico no puede circular por zonas peatonales en ningún caso. Las sanciones que contempla alcanzan los 200 euros, pero más allá del daño económico, están los daños personales que pueden sufrir tanto los conductores de estos vehículos como el resto de ciudadanos.
En pocas palabras, los patinetes eléctricos se someten a las mismas normas de circulación que puede tener una bicicleta, por lo que, además de tener prohibida la circulación por aceras, deben respetar, evidentemente, la señalización, prestando mucha atención a su entorno. El aumento de sucesos y accidentes en los que se ven involucrados los conductores de estos vehículos de movilidad personal ha aumentado. Sin ir más lejos, hace unos días dos menores sufrían sendos accidentes, uno al atropellar a un peatón y otro al chocar contra un espejo retrovisor.
