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Estas malas costumbres al volante con la caja de cambios pueden costarte mucho dinero

Conductor
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Cuando conducimos un coche con cambio de marchas manual adquirimos hábitos y costumbres que, aunque puedan parecernos cómodas, podrían estar afectando a la mecánica del vehículo hasta el punto de implicar una reparación muy cara. Evidentemente, el propio uso del coche ya supone un desgaste de las piezas, pero evitar estos errores, en los que incide la empresa Autocasión, puede alargar la vida de partes fundamentales del vehículo como la caja de cambios. Hay algunos errores que todos, en mayor o menor medida, conocemos, pero otros, sin embargo, pueden pasar más desapercibidos.

El primero es conducir con la mano en la palanca de cambios de forma constante. Más allá de que, por seguridad, debemos coger el volante con las dos manos, el hecho de dejar la mano en la palanca cuando cambiamos de marcha hace que se desgaste tanto el mecanismo que transmite el movimiento de la palanca a la caja de cambios como dentro de la propia caja de cambios. Reparar la transmisión puede suponer un gasto superior a los 1.000 euros.

Dejar el pie sobre el pedal del embrague es otro error habitual. Podemos pensar que lo dejamos lo suficientemente levantado para que no afecte, pero la realidad es que el propio peso del pie y el hecho de que de forma inconsciente a veces lo pisemos más aumenta el desgaste del mecanismo y del disco.

El uso de la marcha atrás es otro factor que puede provocar una reparación cara. Como señala la empresa, existen dos errores muy frecuentes. El primero, no esperar a que el vehículo se haya detenido para meter esta marcha, lo que provoca que rasque. El segundo, que no dejamos que los piñones se detengan tras haber pisado el embrague. Y cada vez que la marcha atrás rasca es un daño añadido a la caja de cambios.

Es igualmente importante poner el coche en punto muerto y soltar el embrague cuando nos detenemos en un semáforo. Muchos coches moderno tiene el sistema Start&Stop, pero aun así los conductores dejan la primera marcha metida hasta que se pone en verde. Esto desgasta el mecanismo, además del riesgo físico para nosotros que supone si recibimos un golpe por detrás.

Por último, no es conveniente mantener el coche detenido en una rampa utilizando el embrague. Esto puede destrozar el mecanismo en cuestión de segundos, y es una muy mala costumbre que acorta la vida del embrague.

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