martes. 19.03.2024

Un funcionario del Ayuntamiento de Santander ha demandado al Consistorio por presunta prevaricación en la celebración del concurso-oposición para la cobertura de dos plazas de Inspector por promoción interna. La demanda, presentada ante el juzgado Nº4 de Santander, se encuentra en fase de instrucción, según han explicado varias fuentes próximas al caso consultadas por este medio. En la misma se recoge que el proceso de selección de los dos candidatos que aprobaron dicha oposición no ha celebrado el necesario curso selectivo de formación que deben realizar los elegidos, siendo nombrados funcionarios de carrera apenas una semana después de superar la oposición. Esto incumple las propias bases publicadas en el Boletín Oficial de Cantabria (BOC), que indican que en caso de no realizar dicho curso deberían haber sido cesados como funcionarios en prácticas.

El Ayuntamiento de la capital cántabra convocó el 29 de noviembre de 2017 dicho concurso para cubrir la plaza de inspectores por promoción interna. Publicada la oferta en el BOC en diciembre de ese mismo año, las bases dejan claro que, una vez aprobada la oposición y presentada toda la documentación en tiempo y forma, “se procederá al nombramiento de funcionario en prácticas”, que “deberá realizar el curso específico de formación teórico-práctica en la Escuela Autonómica de Policía Local de Cantabria”. Según la documentación consultada por este medio, dicho curso consta de 280 horas.

Dicha convocatoria fue superada por dos subinspectores, Gustavo Ramos y Víctor Sánchez. El Ayuntamiento anunció el 7 de agosto de 2018 la “propuesta de nombramiento” de ambos. Fuentes cercanas al caso subrayan que, conforme a las bases, “tendrían que haber sido nombrados funcionarios en prácticas”. En este sentido, la demanda llega a cuestionar también que ese cargo de inspector “esté nombrado legalmente”, han afirmado fuentes conocedoras del caso.

Las fuentes consultadas por este diario señalan que, de este modo, “se obvia la fase en prácticas y el correspondiente curso de formación”

En todo caso, a partir de ese momento, y según el documento publicado en el BOC, debían completar el curso de formación. Sin embargo, una semana después, el 14 de agosto, Pedro Nalda, concejal de Personal y Protección Ciudadana, aprobaba el nombramiento como “funcionarios de carrera” a ambos inspectores de la policía local. Las fuentes consultadas por este diario señalan que, de este modo, “se obvia la fase en prácticas y el correspondiente curso de formación”, pues no es posible de realizar 280 horas en una semana.

Las bases publicadas señalan textualmente que “los aspirantes en prácticas que no realicen el curso cesarán como funcionarios en prácticas, decayendo en todos sus derechos. La plaza será declarada vacante”.

Por otro lado, el Gobierno de Cantabria ha confirmado en un escrito remitido a los ayuntamientos que en los ascensos por promoción interna es necesario realizar el curso de formación, no siendo válido “aceptar cursos de mandos intermedios anteriores”. Dicha afirmación, firmada por la directora general de la Administración Local, Acción Exterior y Casas de Cantabria, Rosa Valdés, y el responsable del Centro de Estudios de la Administración Regional de Cantabria (CEARC), Pedro García Carmona, se produjo el pasado 6 de octubre en respuesta a un requerimiento del Ayuntamiento de Santoña para solventar una duda respecto a una convocatoria de plazas.

Es por esto que la demanda considera que puede haber un posible caso de prevaricación en el seno del equipo de Gobierno del PP en el Ayuntamiento de Santander. Cabe recordar que un día después del nombramiento, el 15 de agosto, el Consistorio emitió un comunicado titulado ‘La Policía Local refuerza sus mandos con la toma de posesión de dos inspectores’, destacando que la alcaldesa, Gema Igual, había “felicitado a los profesionales que asumen estas nuevas responsabilidades”.

En dicho comunicado enviado a los medios se relataba igualmente que el ascenso era “resultado de un proceso de promoción interna dirigido a fortalecer la escala de mando”, dotando a la Policía Local de Santander de una figura que “hasta ahora no existía” en el cuerpo.

OFERTA PÚBLICA

El caso de estos nombramientos ha llegado hasta los juzgados, y aunque todavía hay que esperar a que finalice la fase de instrucción para ver si la demanda prosigue los cauces jurídicos, no son las únicas presuntas irregularidades que se estarían produciendo en el seno de la Policía Local de Santander.

La Junta de Gobierno Local acordaba en 2019 una ampliación de la Oferta de Empleo Público de ese mismo año. En ese listado, entre otros cargos, se contempla la figura del Intendente de la Policía Local, convocada a turno libre. Sin embargo, según ha podido saber este medio, dicha plaza se adjudicó discrecionalmente por el propio equipo de gobierno como una medida temporal antes de convocar la plaza. A día de hoy “no está ejecutada, y el Ayuntamiento se niega a convocarla”, según las fuentes consultadas.

Algo similar ocurrió en 2020, cuando el Consistorio santanderino decidió crear el puesto de subcomisario del cuerpo de seguridad, pero a estas alturas de 2021 todavía no se han publicado las bases. Situaciones todas ellas que ya se denunciaron en un escrito titulado ‘La Policía Local de Santander, un barco a la deriva, que se mantiene a flote por inercia’.

En el mismo, junto a otras denuncias laborales, criticaban que “la provisión de puestos de trabajo se está realizando a dedo, sin convocatoria de ningún tipo de concurso de méritos”. “No se realiza cuando los puestos afectan a la Jefatura, que lleva años desempeñándose de manera interina y con escándalos de tanta repercusión como la entrega de armas a policías en prácticas”, hecho que saltó a los medios en mayo de 2019, cuando se supo que durante el mes de enero de ese año hasta 15 agentes en prácticas no solo portaron un arma sin tener la autorización correspondiente, sino que pusieron multas. “Hemos exigido reiteradamente la negociación de las bases de Intendente y de Subcomisario y la convocatoria de estas plazas”, señala el documento sindical. A día de hoy, estas plazas siguen estando ocupadas de forma interina por personal colocado “a dedo” por el Ayuntamiento de Santander, por lo que no solo no se ha superado ningún concurso de méritos sino que “tampoco han realizado el curso que correspondía a su promoción”.
 

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