"Buruaga se ha anotado el dudoso honor de sacar a las enfermeras a la calle y ofenderlas profundamente con declaraciones vergonzantes"

El coordinador de Izquierda Unida en Cantabria, Israel Ruiz Salmón, ha instado a la presidenta María José Sáenz de Buruaga (PP) a que "centre" al consejero de Salud, César Pascual, para que "ponga orden" en la sanidad pública en la comunidad autónoma.

"No pedimos mucho: simplemente que la presidenta haga un alto en su calendario de fiestas, que parece que es para lo que quería sustituir a Revilla, y recuerde sus funciones de coordinación del Gobierno de Cantabria, así como que tenga claras las prioridades, que deberían tener arriba de todo a la salud de los cántabros", ha aseverado Salmón en un comunicado.

El coordinador de IU Cantabria da lamentado que la presidenta "se dé por satisfecha con la llegada del verano y los turistas" y "olvide" prepararse "para lo previsible", es decir, para el aumento de necesidades de atención sanitaria y las vacaciones de los profesionales.

"La misma presidenta que se felicita por los datos de empleo que vienen por los contratos de verano y una reforma laboral que su partido votó en contra no ‘cae’ en que hay que planificar la asistencia estos meses ni en las consecuencias sobre los precios de la vivienda para los cántabros", ha denunciado Salmón, refiriéndose tanto a la "falta de cobertura", que se ha "cebado especialmente con los consultorios rurales, abiertos pero sin profesionales a diario", como a la "indolencia" a la hora de no aprobar antes del verano un decreto de viviendas turísticas que hubiera permitido adoptar medidas de control de precios, ha señalado.

También ha subrayado la importancia de la sanidad pública, algo que "parece escapar a la comprensión del propio consejero de Salud", cuyo "elitismo" ha criticado, así como que "beneficia a gigantes sanitarios que funcionan por contactos frente a trabajadores públicos que logran lo que tienen con su esfuerzo diario".

Al respecto, le ha recriminado que haya "extendido ese elitismo" a la propia sanidad pública, generando "enfrentamiento" y "discriminación" entre profesionales, al centrar el reconocimiento al esfuerzo que suponen las subidas salariales "en la parte más alta de la cadena sanitaria, los médicos", tras anunciar que "serían para todos, aunque nadie más lo haya visto".

Frente a la promesa de Buruaga de cerrar en sus primeros cien días de gobierno un acuerdo sanitario con todos, "se ha anotado el dudoso honor de sacar a las enfermeras a la calle y ofenderlas profundamente con declaraciones vergonzantes", como las que trasladó cuando dijo que "nadie puede pretender que un enfermero gane lo mismo que un médico". "Algo que nadie está pidiendo y que en cualquier caso pone cada vez más lejos al subirle el sueldo a unos y despreciar a las otras", ha censurado.