viernes. 19.04.2024

Un fuerte dispositivo policial vigilará las celebraciones ligadas a la Navidad, especialmente durante la Nochebuena y la Nochevieja, en Santander y otros municipios cántabros, porque "este año no toca".

Lo ha expresado así el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, durante la presentación de las medidas frente al Covid en esta Comunidad Autónoma de cara a las fiestas navideñas, en una rueda de prensa que ha ofrecido junto al presidente, Miguel Ángel Revilla, y en la que han sido preguntados por una posible relajación de las restricciones en establecimientos hosteleros en esas fechas. Y aunque ambos han remarcado que las limitaciones y su flexibilización están sujetas a revisión y modificación en función de la evolución de la pandemia del coronavirus, el máximo responsable sanitario en la región teme más bien que haya "endurecimiento" de las medidas generales acordadas, ya que como ha recordado que pese a la mejora experimentada en la incidencia del Covid, Cantabria sigue en un nivel tres de alerta.

En cuanto a las jornadas del 24 y 31 de diciembre, y los tradicionales encuentros ligados a las conocidas como 'tardebuena' y 'tardevieja', el consejero ha avisado que las restricciones no se van a relajar esos días, sino todo lo contrario. Así, habrá un amplio dispositivo policial que velará por que no se produzcan aglomeraciones de gente, en el exterior de locales hosteleros, consumiendo alimentos y bebidas sin mascarilla.

Al margen del despliegue de agentes, de forma coordinada entre la Delegación del Gobierno y el Ejecutivo autonómico, Rodríguez ha apelado a la responsabilidad individual y colectiva, para que los ciudadanos no se concentren en la calle, porque "este año no toca".

POR FAVOR, NO SALGÁIS

Revilla ha indicado por su parte que el dispositivo policial será "muy importante" y habrá multas que se aplicarán con "mucho rigor", ya que la idea es que lo se pueda lograr en el interior, --donde se ha limitado a diez las personas que pueden reunirse a comer y cenar--, se vaya al "traste" con lo que ocurra en el exterior, con miles de personas -ha dicho- en una calle juntas, comiendo, bebiendo y abrazándose, sin distancia ni mascarilla. "Podemos arreglar el tema dentro, pero fuera puede ser un desastre", ha advertido el presidente cántabro, que ha diferenciado: "Ver a la familia es una cosa, armar juergas masivas es otra"

A su juicio, aglomeraciones en las calles serían "una bomba" para la propagación del virus, que se contagia y trasmite de forma "rápida" y además "mata". "Se está muriendo la gente", ha recordado. Por eso, ha expresado que le gustaría "no ver a nadie" en Nochebuena y Nochevieja en las calles, de cara a lo cual ha pedido: "Por favor, no salgáis. No lo estropeemos".

ABRIR BARES SERÍA EN UNA PREVARICACIÓN

Al hilo de lo anterior, pero en otro orden de cosas, Revilla se ha referido en su comparecencia y a preguntas de los medios al mantenimiento de las limitaciones en los establecimientos hosteleros, que no pueden servir en el interior, solo en terrazas, lo que viene provocando críticas y protestas del sector.

Ha remarcado que las decisiones se adoptan no "por capricho" sino en base a informes técnicos y, también, a las directrices que establecen el Ministerio de Sanidad y las comunidades, en sus reuniones semanales. Así, ha aclarado que ni él ni el consejero de Sanidad podrían, con los documentos que hay ahora sobre la mesa, abrir bares, pues sería una prevaricación, según ha dicho.

Un amplio dispositivo policial vigilará celebraciones de Navidad: "Este año no toca"
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