jueves. 25.04.2024

El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha asegurado este lunes que la llamada que recibió por parte de la delegada del Gobierno, Ainoa Quiñones, para informarle sobre unos registros y detenciones en la Consejería de Obras Públicas, no constituyó "ninguna intromisión" destinada a variar el desarrollo de la referida operación.

En una rueda de prensa en Vitoria-Gasteiz tras participar en una reunión con los presidentes de Euskadi, Asturias y Galicia, Revilla ha explicado que en su declaración ante el Ministerio Público sobre este supuesto 'chivatazo', ha ratificado lo que viene manteniendo desde un principio en torno a la llamada que recibió sobre la operación del pasado 22 de febrero.

En este sentido, ha explicado que recibió la llamada de la delegada del Gobierno a las 7:43 horas, y que "en ningún momento" dicho aviso puede suponer una "intromisión" para tratar de "variar el ritmo de la investigación", dado que en ese momento "los cuerpos de seguridad ya estaban en la puerta" del edificio en el que iba a desarrollarse la operación.

Por ello, ha subrayado que no tiene "nada que ocultar" y que la delegada del Gobierno en Cantabria solo cumplió con su "obligación" de "avisar al propietario de una instalación que iba a ser allanada". Además, ha dicho que en cuanto recibió el aviso de la operación, se puso "a disposición" de las fuerzas de seguridad para colaborar en las pesquisas.

La llamada de Quiñones no fue una "intromisión" para tratar de "variar el ritmo de la...
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