El portal web Electomanía ha publicado las últimas encuestas de intención de voto en Cantabria de cara a las elecciones autonómicas del próximo 28 de mayo. En su panel semanal este portal web sitúa al Partido Popular (PP) como fuerza más votada en las próximas elecciones territoriales con el 32,6% de los votos -la semana pasada le otorgaba al partido de Buruaga el 31.5%-. Así, los ‘populares’ se harían con 13 escaños -uno más que en la anterior encuesta- frente a los 10 que otorgan al Partido Regionalista de Cantabria (PRC).
El partido de Revilla también sube en porcentaje de voto respecto a la anterior encuesta, aunque continúa como la segunda fuerza política en la región con el 27,3% de los votos y 10 escaños. Seguido por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que obtendría un 19,6% y siete escaños.
Vox sería el cuarto partido más votado con un 10% y obtendría 3 escaños, uno menos que el que le daba la encuesta de la semana pasada. El escaño que perdería Vox se iría para el PP, que ha sumado uno más. Unidas Podemos (UP), que se presenta en coalición con IU, se haría con un 6,9% de los votos -2 escaños-; y Ciudadanos (CS) se sitúa en la cola según las últimas encuestas con el 1,4% de los votos.
Con este escenario, ni a Miguel Ángel Revilla le valdría pactar con el PSOE ni a María José Buruaga con Vox para obtener la mayoría absoluta y poder gobernar en coalición, ya que ninguno de los dos sumaría los 18 escaños. La formación morada sería necesaria si regionalistas y socialistas quieren seguir en el Gobierno de Cantabria, ya que requerirían al menos de la abstención de Unidas Podemos, como ya ocurrió en 2015. La llave la sigue teniendo, como ya vaticinaban las encuestas la semana pasada, Unidas Podemos (UP), que con dos escaños podría permitir reeditar el Gobierno PRC-PSOE una legislatura más.
Por su parte, Revilla no se mostraba esta semana partidario de pactos entre tres partidos. El actual presidente se mostraba seguro de que volverá a ganar las elecciones y él repetirá al frente del Ejecutivo regional, pero asume que serán necesarios pactos, que para él deben ser solo "entre dos" partidos, no más. "Muchos es un lío. No se puede invitar a mucha gente si no hay comida para todos".
