El 15 de mayo de 2011 diversos colectivos convocaron una manifestación en Madrid y en más de 50 ciudades españolas, entre ellas Santander, ante la situación en la que el país se veía sumido tras el inicio de la crisis económico financiera en 2008. El aumento del desempleo y la precarización de la situación laboral, los recortes en derechos, libertad y servicios públicos, o el creciente número de casos de corrupción, llevaron a cientos de personas a protestar en las calles.
Una de las mayores reivindicaciones de las protestas era una mayor participación ciudadana en las decisiones políticas, así como el fin del bipartidismo PP-PSOE. Entre las consignas más características del movimiento de los indignados se escuchaba aquello de “Lo llaman democracia y no lo es” o “No somos mercancía en manos de políticos y banqueros”.
Después de la manifestación en la capital española, unas decenas de personas acamparon en la Puerta del Sol. A partir de una acción espontánea de unas 40 personas, miembros de distintos colectivos así como ciudadanos que hasta entonces no habían participado activamente en política comenzaron a acercarse a la plaza, donde las recién creadas asambleas se fueron organizando en colectivos temáticos. Así, surgieron grupos de vivienda, migración, comunicación, género… Muchos de los cuales sobreviven hoy al calor de las asambleas barriales, ya existentes en muchos casos antes de mayo de 2011.
La plaza Porticada de Santander fue el escenario elegido por los “indignados” como base de su protesta
El 12 de junio de 2011, una semana antes de las elecciones municipales y cinco meses antes de las generales, la Acampada Sol fue levantada bajo el lema «no nos vamos, nos expandimos», tras 28 días de permanencia en la Puerta del Sol de Madrid, en lo que ilustró la recuperación de los espacios públicos como espacios de reflexión de los habitantes de las ciudades.
En lo que respecta a Cantabria, la plaza Porticada de Santander fue el escenario elegido por los “indignados” como base de su protesta. Este domingo, cinco años después, decenas de personas han vuelto de nuevo a la plaza para rememorar aquellos días. Entre ellos, miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, el parlamentario de Podemos Jose Ramón Blanco, o los dos concejales de Ganemos Santander Sí Se Puede.
Después del 15M
Pese a que muchos aseguran que este movimiento levantó conciencias y provocó que los ciudadanos y ciudadanas, sobremanera los más jóvenes, comenzaran a hablar de política, la crisis continuó presente y los recortes en derechos y servicios públicos no hicieron sino aumentar.
Por ello, en los años siguientes grandes protestas, encabezadas en muchos casos por las denominadas “mareas”, como las que representaban a la sanidad y la educación públicas, continuaron llenando las calles de muchas ciudades del Estado español.
Varias iniciativas políticas surgieron al calor de este “despertar” social, pero una tuvo especial relevancia en el panorama político español. Podemos, conocido por su logo como “el partido morado” nació en 2014 y ese mismo año concurrió a las elecciones europeas con un resultado sorprendente: 5 europarlamentarios.
Pero no sólo las instituciones fueron testigo de la llegada de nuevas fuerzas. En lo que a colectivos sociales se refiere el 15M fortaleció movimientos como la PAH, por el derecho a la vivienda, o las “mareas” de lucha por los servicios públicos como la sanidad, la educación o el agua.
Varias iniciativas políticas surgieron al calor de este “despertar” social
‘Indignados’ en todo el mundo
No como secuela sino como espejo donde mirarse las primeras protestas de lo que más tarde se denominó “las primaveras árabes” inspiraron al movimiento de los indignados en España. Más tarde algunas de ellas acabarían por no mostrar un sentir popular sino intereses geopolíticos y económicos a otras escalas.
El 17 de septiembre de 2011 fue el comienzo de la protesta Occupy Wall Street, que dio lugar al Movimiento Occupy, que más tarde se extendería por otros lugares de estados unidos y Europa.
Más recientemente, muchos veían reflejado el espíritu del 15M en el movimiento Nuit Debout, en protesta por la reforma laboral que el gobierno ha implantado en Francia.
