miércoles. 24.04.2024

A las 10:00 horas, puntual como un reloj, el expresidente de Uruguay y ex guerrillero, José Mujica, entraba por la puerta del IES Alisal en Santander para mantener un encuentro con estudiantes. Invitado personalmente por el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, Mujica ha reflexionado sobre el momento actual que vive la sociedad, sobre los retos del futuro para los jóvenes y sobre la reciente elección de Donald Trump como Presidente de Estados Unidos.

A este respecto ha asegurado que “el problema no es Trump, sino los que le apoyan”, y ha deseado que “sea un demagogo” y no llegue a poner en práctica algunas de las promesas realizadas en campaña.

Mujica, que ha sido definido por Revilla como el anti-Trump, no cree que Hillary Clinton sea una santa, sino más bien “una versión diferente de lo mismo”, pero una versión al fin y al cabo. “Las consecuencias de Trump y sus políticas pueden ser dramáticas”, ha asegurado, aunque el mayor peligro no está en su figura, que pasará, “pero los otros permanecen”.

Su valoración de Trump como líder de Estados Unidos han llegado después de que una estudiante le preguntara acerca de los acuerdos de libre comercio que hay en el mundo y los que se están creando. Para Mujica, “lo que menos hay en el mundo es libre comercio”, pues estos tratados responden más a un “mundo de bloques”.

“La condición humana tiene atracción por el ruido y la frivolidad”

A este respecto, considera que “si Estados Unidos desarrolla un proyecto proteccionista” como el que en principio promueve Trump “puede ser muy dañino para el comercio mundial”.

Preguntado sobre los motivos por los que el multimillonario estadounidense tiene más impacto mediático que personas como él, Mujica ha asegurado que “es natural”, dado que “la condición humana tiene atracción por el ruido y la frivolidad”.

Sin embargo, ha recordado que en Estados Unidos “también hay un mundo universitario de valor incalculable”. “Hay varias caras en la sociedad, y ninguna gana definitivamente”, ha aseverado para, a continuación, afirmar que “queda mucho por hacer” y recordar que “hay cosas peores que Trump”.

El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, y el expresidente de Uruguay, José Mujica

Dinero y política

Mujica, que para Revilla es el único “referente en la Humanidad” que queda –“debiera existir mucha más gente como él”, ha aseverado-, ha asegurado que el papel de la política es “intermediar siempre en los conflictos” que inevitablemente surgen entre los hombres.

Sin embargo, ha considerado que el problema es que “la nueva religión es el mercado”, por lo que “hay mucha gente que usa la política para hacer dinero, y ahí se apolilla todo”. “La política no es una profesión, es una pasión”, ha afirmado el expresidente de Uruguay, por lo que “no vale cualquiera”.

“En política hay que vivir como la mayoría, no como las minorías”, ha asegurado, dado que si no se tiene ese “sentimiento republicano, de clase media”, al final “la gente deja de creer en la gente”, y eso desencadena, a su juicio, lo que ha pasado con Trump o el Brexit. Así, ha considera que esto solo se explica por el apoyo de una "enorme clase media-baja" que está "disconforme con la desigualdad" y la "concentración de la riqueza".

Pasado y presente

“Hay mucha gente que usa la política para hacer dinero, y ahí se apolilla todo”

Varios alumnos se han mostrado interesados por su pasado, por sus logros y por sus años de cárcel. A este último respecto Mujica ha recordado que, aunque “pueden encarcelar tu cuerpo, no pueden encerar tu mente”, por lo que buscó durante los 15 años que estuvo en prisión “algún rasgo de vida”, desde “oír chillar a las hormigas” hasta “ver tejer una telaraña”.

“Puedes construir con tu cabeza, y si te dejan leer puedes crear un mundo”, ha asegurado, recordando además que fue el tiempo en el que “más aprendí”.

Respecto a sus años como presidente, su mayor conquista, y su “mayor frustración”, fue terminar el mandato con un 9,5% de pobres y un 0,5% de indigentes. “No hicimos más porque nos faltó capacidad”, ha opinado.

Y en cuanto a los retos de su país en el contexto actual, con el presidente Tabaré Vázquez a la cabeza, Mujica ha valorado que está “bastante bien”, aunque ha reconocido que dependen en buena medida de sus vecinos, sobre todo de Brasil. “Cuando ellos se resfrían nosotros nos engripamos”, ha aseverado.

Con todo, lo que más ha lamentado ha sido que en América Latina se han construido países, “pero nos queda construir una nación completa”. Así, el “desafío histórico” que tiene esa zona del planeta es “construir una masa crítica para crecer”.

También ha explicado sus encuentros con el Che Guevara, al que ha calificado de “irónico y mordaz” y “una especie de Quijote moderno”.

El expresidente de Uruguay, José Mujica, junto a varios jóvenes del IES Alisal

Paz en Colombia

También ha estado presente en el encuentro el reciente resultado de la votación en Colombia respecto al proceso de paz, que para Mujica “no deja ninguna conclusión”, ya que fueron más los que no votaron, “y los que sí dejaron un margen muy flojo”.

“Estamos a las puertas de un cambio en el trabajo”

A su juicio, la guerra ha demostrado que “la guerrilla no llega al Gobierno, y el Gobierno no puede llegar a los bosques”, por lo que “la política al final trata de actuar”. “Es un proceso por el que hay que luchar”, ha afirmado, considerando que el pacto “debe incluir oprimidos y opresores, algo que es difícil de digerir” para la gente, que tiene un “sentimiento de dolor y justicia”.

Juventud y futuro

Ante cerca de 200 estudiantes el expresidente uruguayo ha asegurado que ver a “jóvenes con desafíos por delante es como una primavera”. Precisamente a los estudiantes les ha animado a “aprender a vivir con el fracaso y a pasar página”, augurando un “tiempo muy duro” para ellos dado que “estamos a las puertas de un cambio en el trabajo”, y el progreso social que será necesario requerirá de “gente que luche colectivamente”, como ha pasado antes.

En este sentido, Mujica ha recordado que el crecimiento de la cultura de la globalización “nunca terminará con los localismos”. “Somos de algún lado, y eso está en nosotros, pero no quiere decir que no podamos ser universales”.

El expresidente uruguayo ha defendido la vida por encima de cualquier otra cosa durante toda su intervención ante los alumnos. “Nada vale más que la vida, y se está yendo. Hay que luchar por la felicidad”, ha animado a los asistentes. En este sentido, ha definido la felicidad como “dar gracias por vivir, comprometerse”.

Mujica ha abogado por un equilibrio entre el trabajo y la vida. Aunque ha reconocido que “tenemos que trabajar para vivir, pues el que no trabaja consume el esfuerzo de vida de los demás”, también ha defendido que “hay que garantizar el tiempo libre”, es decir, elegir en qué gastar ese tiempo.

Y para él, debe invertirse en las “relaciones afectivas”, sin las que “la vida nunca puede ser feliz”. En este sentido, ha recordado que la mayoría de muertos a lo largo de la historia se han producido por suicidio; “son más que los de todas las guerras”, ha valorado.

Por ello, ha instado a los jóvenes a “luchar por mejorar y cambiar el mundo” en lugar de “dejarnos llevar y convertirnos en pagadores de cuotas”, pero esa lucha debe comenzar “en nosotros, por ser mejores”.

“Las consecuencias de Trump y sus políticas pueden ser dramáticas. Esperemos que sea un...
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