JUDICIAL

El actual delegado de Seguridad Vial y adjunto al Fiscal Antidroga, nuevo jefe de la Fiscalía en Cantabria

Jesús Dacio, en el centro y al fondo de la imagen
Jesús Dacio, en el centro y al fondo de la imagen

El Fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz, ha formulado este miércoles nueve propuestas de nombramiento en la reunión del Consejo Fiscal que ha presidido por la mañana, entre ellas la de Jesús Dacio Arteaga Quintana como Fiscal Superior de Cantabria, han informado a Europa Press fuentes del ministerio público.

Con esta propuesta, que al igual que todas las demás deberán ser aprobadas por el Consejo de Ministros, incluido en que actualmente es delegado de Seguridad Vial y adjunto al Fiscal Antidroga de la comunidad autónoma se convertirá en el nuevo jefe de la Fiscalía en la región. Un cargo que desde la elección de Pilar Jiménez Bados como vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) venía ocupando, en funciones, el teniente fiscal, Ángel González Blanco.

Jesús Dacio Arteaga Quintana (Madrid, 1964), que se postuló al puesto junto a Carlos Yáñez, fiscal decano de Torrelavega, cuenta con tres décadas de experiencia. Ingresó en la carrera fiscal en 1992 y estuvo destinado en Granada y Barcelona, concretamente en Granollers, Vilafranca del Penedés y Gavá. En 2001 se incorporó a la Fiscalía Superior de Cantabria donde ha ejercido como fiscal delegado antidroga, fiscal delegado de delitos informáticos, delegado de Violencia de Género y de Extranjería. Actualmente es Delegado de Seguridad Vial y adjunto al Fiscal Antidroga de Cantabria y a partir de ahora será el fiscal superior de Cantabria.

Y además, desde hace casi un año, en concreto desde octubre de 2023, Jesús Dacio Arteaga es el presidente de la Unión Progresista de Fiscales (UPF), la segunda organización profesional en representación en la carrera.

LA PRIORIDAD ES REORGANIZAR EL MINISTERIO PÚBLICO

El próximo fiscal superior de Cantabria se enfrenta al cargo con "muchísima ilusión y ganas". En declaraciones a Ep ha indicado que su objetivo una vez tome posesión es centrarse "en lo más urgente" y acometer una reorganización en el ministerio público, que no se ha modificado en la última década.

En este sentido, prevé un "cambio radical" y potenciar todavía más áreas como la de violencia de género, que está "muy bien atendida" pero a su juicio precisa "una vuelta de tuerca", con un grupo específico. También prevé crear un servicio dedicado a la delincuencia económica y corrupción e intentar que los especialistas se centren aún más en sus áreas.

 

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