martes. 19.03.2024

La sección sindical de USO en Solvay ha criticado hoy la decisión de la empresa de llevar a cabo una "huida hacia adelante sin afrontar las inversiones" necesarias para la transición energética de la planta de Barreda con sus propios recursos, y advierte que puede suponer "una pérdida de tiempo irrecuperable". 

USO en Solvay ha realizado estas valoraciones a través de un comunicado de prensa tras la reunión que la dirección ha mantenido hoy con la plantilla, en la que según asegura el sindicato, la empresa ha reconocido que sin ayudas públicas "no garantiza la inversión" de más de 200 millones "imprescindible" para completar la transición energética.

Una versión que no coincide con la de UGT en Solvay, que preside el comité de empresa y cuenta con ocho delegados, frente a tres de USO y dos de CCOO. El presidente del comité, Roberto García Porras, ha señalado a Europa Press que el objetivo de la empresa es "seguir adelante" con el plan de transición energética. Ha añadido que la empresa está "hablando con las administraciones" y se está trabajando en el estudio de viabilidad del combustible y en la modificación de la autorización ambiental integrada para una de las fases del plan, consistente en la sustitución de una caldera de carbón por una de combustibles sólidos alternativas, que requiere una inversión de 90 millones de euros.

UGT asegura que no es cierto, como sostiene la USO, que la planta de Barreda sea la única del grupo Solvay en la que aún no se han aprobado las inversiones para la transición energética. Respecto a las alegaciones de Solvay al Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNEIC), el presidente del comité ha explicado que de momento no se sabe nada porque está "todo parado" por las elecciones. 

MORATORIA HASTA 2030

Según USO, en la reunión de hoy la dirección de Solvay ha "reafirmado" que las inversiones imprescindibles de más de 200 millones de euros están "condicionadas" a la aprobación de sus alegaciones para ampliar la quema de carbón hasta el año 2030; a subvenciones de las administraciones públicas a través de un plan renove de la vieja cogeneración Solvay II que finaliza su vida útil en junio de 2023; y a la regulación de un mayor peso de la cogeneración en el mix energético y un nuevo régimen retributivo de la cogeneración para sustituir el carbón por gas natural.  "La intervención de la empresa, que corrió a cargo del director, Jorge Oliveira, y su equipo de dirección, reconoció antes toda la plantilla que las inversiones del grupo químico están condicionadas a las ayudas públicas para hacerla competitiva. Sin estas ayudas el Grupo Solvay "no garantiza la inversión" y por tanto su futuro", asegura USO en su comunicado. Además, para USO-Solvay, la dirección "no termina de afrontar el reto" del abandono del carbón en la fecha fijada por el Gobierno central, "ratificando que las inversiones del grupo para la transición energética siguen condicionas a las decisiones políticas".

USO critica la "huida hacia adelante" de Solvay por no afrontar las inversiones
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