Podemos Cantabria ha expresado su preocupación por las posibles consecuencias de despidos en Cantabria que pueda conllevar la anunciada fusión entre las entidades bancarias de Unicaja y Liberbank.
La formación morada teme que las necesidades de reestructuración del sector bancario por las consecuencias de la crisis del 2008, "muy posiblemente agravadas con la actual crisis de la COVID19", sean motor de esta iniciativa y las reducciones de costes "se acaben cebando tanto sobre el consumidor como sobre los trabajadores".
Según Podemos, estos trabajadores viven en un escenario de "constante miedo y angustia por ver más de 100.000 despidos en su sector en la última década y a sabiendas de que se calculan otros 20.000 para los próximos meses".
Liberbank es una de las empresas que opera en Cantabria con más trabajadores y de las que más despedidos ha efectuado en la última década. En este contexto, el coordinador de general de Podemos Cantabria, Luis del Piñal, ha señalado que "Caja Cantabria pasó de ser un ente empresarial con un importante carácter social e implantación territorial a ser una vergüenza para la comunidad; hasta la Audiencia Nacional ha tenido que mediar por su mal trato a los trabajadores".
Por otra parte, la organización morada también ha reclamado una "especial atención" al mundo rural. No sólo rechaza "el cierre masivo de oficinas como política dominante" de este proceso de reestructuración, si no que incide en la necesidad de mantener estas oficinas operantes en el medio rural.
En 2017, el BE apuntaba que 37 de los 102 municipios de Cantabria carecían de cajero automático (el 4,8% de la población), situación que "ha debido empeorar bastante" cuando en 2019 han cerrado 100 oficinas de las 400 que había abiertas, "dejando a Cantabria con la misma implantación geográfica de entidades bancarias de hace 50 años".
Por todo ello, el partido liderado por Luis del Piñal considera muy "corta e insuficiente" la iniciativa que defendió en el Congreso el PRC instando a mantener cajeros en todos los núcleos de más de 300 habitantes pues "el medio rural no sólo necesita acceso al efectivo sino personal de confianza en un espacio físico que les comprenda y atienda sus necesidades específicas para llevar a cabo iniciativas que fortalezcan y recuperen la actividad económica de esas zonas".
