martes. 23.04.2024

‘Por las calles de París’ es la última novela de la saga ‘Siempre Avante’, del escritor Juan Manuel Laborda Ortiz (Santander, 1966). Al escucharle hablar, tardamos poco tiempo en darnos cuenta de la pasión que siente por el mar y cómo lo conoce como la palma de su mano. Impulsado por los característicos vientos sur o nordeste de Cantabria, ha llegado a surcar los mares Cantábrico, Mediterráneo y Atlántico, los cuales le sirvieron para embeberse de la esencia del mar, algo que ha trasmitido a sus novelas en las que el capitán Arce surca los mares salvando obstáculos en busca de un tesoro.

- Capitán de la Marina Mercante y Jefe de Embarcación de la Flota de Vigilancia Aduanera. ¿De dónde viene esa vocación por el mar?

Es una tradición familiar, desde pequeño he escuchado historias del mar, tanto es así que mi hermano y yo somos capitanes. Ambos hemos nacido a la orilla del mar y esa fue nuestra vocación. Al hacerme capitán me inicié en las patrullas de la vigilancia aduanera, lo que me llevó a Málaga, donde llevo viviendo casi la mitad de mi vida.

- Además, usted es experto en criminología por la Universidad de Málaga. ¿Se producen muchos crímenes en alta mar?

Yo empecé a estudiar Criminología profesionalmente porque en Vigilancia Aduanera somos patrulleros de la Agencia Tributaria y nuestro principal cometido en el Estrecho de Gibraltar es la persecución del contrabando y del tráfico de drogas. Entonces, es una actividad en la que perseguimos un delito, lo que da lugar a detenidos, juicios y operaciones policiales. Todo eso requiere una formación específica que se adquiere cuando ingresas en Vigilancia Aduanera y decidí ir un poco más allá.

- ¿Por dónde prefiere navegar: Cantábrico, Atlántico o Mediterráneo?

El mar es un mundo complicado, todos tienen su atractivo

El mar es un mundo complicado, todos tienen su atractivo. El Mediterráneo es un mar antiguo, más tranquilo y con mejor tiempo. Aunque eso es relativo, porque las tormentas pueden ser muy duras. Por otro lado, el Atlántico es un océano más duro y complicado. Respecto a la costa de Cantabria tengo que decir que no es el mar más acogedor. Ahora que estoy en Málaga he comprobado que el Estrecho de Gibraltar es un mar especial, ya que es una zona complicada debido a todo el tráfico de drogas. Estamos entre tres mundos: Europa, África y Gibraltar, que es un elemento que lo distorsiona todo. Entonces el mar es un muy sugestivo, incluso en lo literario.

- ¿Fue la literatura lo que le hizo lanzarse al mar o viceversa?

El mar siempre ha estado presente en mi vida porque yo vengo de familia de marinos, entonces es algo de lo que siempre nos han hablado y los primeros relatos de la infancia son muy sugerentes. Yo tengo fijado desde muy pequeño la historia de ‘La isla del tesoro’, una novela que probablemente sea el paradigma literario de la aventura en el mar. La leí de niño y me cautivó para siempre. En cierto sentido mi obra es un homenaje a ese tipo de literatura, fue el punto de partida de mi afición por la literatura y el mar. Al crecer, una vez que navegas profesionalmente, compruebas cómo es un entorno que se lleva muy bien con los relatos, tanto con la literatura como con el cine, y eso te sugiere muchas historias. Luego hay que buscarles el sitio y el acomodo, pero es muy inspirador.

Juan Manuel LabordaJuan Manuel Laborda

- ¿Quién es el capitán Arce?

Es un marino del cual yo pretendo escribir una epopeya de su vida, siempre bajo el punto de vista de que su vocación es el mar, contando como este condiciona la vida de la gente. Es un marino que aprende en el mar y se va dando cuenta de la sabiduría que va adquiriendo. El mar del siglo XVIII era una aventura, una vía de escape, el camino para buscar riqueza, fortuna o simplemente aventuras. Es una escapada, una salida para sitios con poca capacidad de progreso. En resumen, esa es la vida del capitán Arce.

- ¿Está inspirado en alguna persona real?

El capitán Arce es un compendio del proceso de aprendizaje de un marino, tiene rasgos de mucha gente, como casi todos los personajes. Yo he querido situarlo en un contexto histórico lejano. Porque parece que no, pero al final, es más fácil hablar de lo remoto que de lo cercano. La vida es siempre la misma y suceden cuatro cosas más o menos al equitem, es un sumario de muchas experiencias de amigos y conocidos y de la experiencia en general de un marino.

- ¿Que hay de usted en él? ¿Han navegado a los mismos sitios?

Es evidente que todo el mundo escribe de lo que conoce, salvo grandes profesionales de la pluma que se pueden distanciar mucho de lo que redactan. Yo bebo primero de las experiencias personales y después de las cercanas, de lo que les ocurre a las personas que he conocido. No obstante, también tiene referencias de lo que he visto con mis propios ojos, de las sensaciones que me ha transmitido el agua en alta mar y de lo que he ido aprendiendo.

Colección de libros 'Siempre Avante'Colección 'Siempre Avante'

- Desde que empezó con ‘Cuando todo era posible’ hasta ‘Por las calles de París’, ¿cómo diría que ha evolucionado su obra?

La idea inicial era escribir un solo libro porque yo planeo una historia detallada cronológicamente y sin saltos en el tiempo

La idea inicial era escribir un solo libro porque yo planeo una historia detallada cronológicamente y sin saltos en el tiempo, lo que ocurre es que la aventura se extiende demasiado y entonces dividí el libro en cuatro grandes capítulos. De esta manera es un poco más accesible en cuanto a volumen, pero son cuatro grandes episodios que tienen una cierta unidad. La primera novela es el nacimiento y el desarrollo de la infancia y la adolescencia de un marino en Cantabria. Se trata de algo más costumbrista, para que nos entendamos. En ella descubrimos esa Trasmiera de comienzos del siglo XVIII, cuando se produce el cambio de dinastía borbónica y la Guerra de Sucesión. Los siguientes episodios son círculos concéntricos donde el marino sale de su tierra y empieza a descubrir otros lugares. Aquí surge el hilo conductor de todo, que es una gran aventura y la búsqueda del tesoro, de ahí el homenaje a ‘La isla del tesoro’, un elemento que va a ser transversal. En esta búsqueda del tesoro sale primero a Santurce, después cruza Nantes y finalmente llega a París.

- ¿Hacia dónde se dirige el capitán Arce en su última novela?

Hay dos grandes líneas en la novela. Por un lado, está esa búsqueda del tesoro, una historia de negreros en África, de la ocultación del tesoro y de la búsqueda de él. Por otro lado, hay una línea paralela que es una historia de amor que confluye con la otra, corre paralela y se va entremezclando. Se abre la posibilidad de una nueva aventura, de un nuevo capítulo, de una carrera en busca del tesoro al Senegal y posteriormente otros episodios, como los de las campañas navales en Italia, de la reconquista de Sicilia, que fue un gran desastre para nuestra flota. Bueno, el viaje a América está muy presente en el inicio del pensamiento, porque yo navegué mucho por el Caribe y luego supe más de aquella zona por mi experiencia con la tesis de licenciatura, en la que estudié sobre la historia del contrabando en América en el siglo XVIII. Por tanto, tengo mucho cariño por aquella tierra y por eso quería que el personaje terminase allí, pero probablemente eso suceda más tarde.

- ¿Planea escribir otras sagas literarias?

Curiosamente ahora estoy escribiendo una cosa para la que he cambiado completamente de tercio. Yo cuando escribo intento documentarme mucho, le dedico bastante tiempo porque para mí es una diversión, no soy un escritor profesional que está sometido a fechas ni a producciones de best seller. Así que para mi es un auténtico placer hacerlo y estiro mucho la investigación sobre lo que escribo. Ahora me encuentro sumergido en una novela negra que quiero hacer con mucha calma y que vea la luz cuando a mi me deje contento. En ella pretendo hacer un homenaje a la ciudad de Málaga en la que llevo viviendo casi la mitad de mi vida. No se desarrollaría en el entorno marítimo sino en otro. Al capitán Arce lo sacaré del baúl si realmente encuentro el momento y alguien me dice que, efectivamente, ha gustado y tiene que continuar.

"La vida es siempre la misma, al final suceden cuatro cosas más o menos al equitem"
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