martes. 23.04.2024

Sofía Ellar (Londres, 1993) está surfeando la cresta de la ola. Tras un año en el que dejó a todos boquiabiertos con el personaje de Mademoiselle Madame, Sofía se ha liberado, ha superado sus miedos y ha tirado millas. Aunque en el fondo no deja de ser “esa niña cansada de oficinas” que no renuncia a sus orígenes y que en ningún momento ha dejado de visitar la tierruca, donde ha compuesto el 80% de las canciones que luego se escuchan en unos conciertos que fueron de los primeros en sonar tras la pandemia.

Fuiste una de las primeras artistas en subirse a los escenarios tras el confinamiento. ¿Cómo fue volver a cantar en un momento tan extraño? ¿cómo se presenta este año?

Sí, efectivamente. Yo suelo girar en verano y 2020 fue el primer año de la pandemia, era un momento en el que no se sabía qué iban a hacer el resto de artistas, estábamos en medio de una pandemia, ibas a una guerra que no sabías que existía.

Entonces había que tomar una decisión difícil en términos de artista y de empresaria, porque veía cómo sufría mi equipo técnico, que se dedica al directo, y que no estaban ingresando absolutamente nada. En ese momento yo sentí una responsabilidad, porque como líder de un proyecto tienes que estar en los momentos buenos y también en los malos. Pero al mismo tiempo dudaba “¿y si voy a ser yo de las primeras y todo lo que haga se me va a criticar?”, porque el resto de artistas estaba esperando a que alguien tirase la primera piedra.

Como líder de un proyecto tienes que estar en los momentos buenos y también en los malos

Entonces tomé la decisión de arriesgarme y volver a dar conciertos, como siempre, porque a mí me gusta más un reto que cualquier otra cosa. Pero éramos conscientes de la situación así que grabamos un vídeo con bastante seriedad recordando que estábamos en un momento complicado, explicando cómo iban a ser los conciertos y la gira. Además, al comienzo de cada uno de los conciertos hacíamos un minuto de silencio para que la gente desde el primer momento sintiese que había un respeto y que siguiésemos portándonos como teníamos que portarnos pero sin dejar de disfrutar de las canciones.

Y ahora estamos viendo conciertos llenos, el 8 de marzo estuve en el homenaje de Rocío Jurado y estaba lleno, dos días antes había estado en el concierto de C. Tangana y estaba a reventar y es que, como artista, viviendo un concierto desde el público vuelves a sentir esa adrenalina, que es lo que nos nutre.

Por otro lado, con la gira de ‘Cancha y gasolina’ vamos a ir a unos festivales que se habían aplazado el año pasado, que fue muy intenso porque también he creado ese alter ego que es Mademoiselle Madame, que vino después de Cancha y gasolina, y esa es una historia que va ligada a la liberación de lo que viene un poco contado en el disco, que es ‘Libre’ y ahora estamos a la espera para soltar tres singles en abril, mayo, junio, y después el disco el 2 de septiembre.

En cierto modo tu canción busca insuflar ánimo en los malos momentos, ¿te ayudó esta canción a superar una circunstancia complicada?

Totalmente, esa canción la escribí hundida en la más profunda miseria. Recuerdo perfectamente el panorama, estaba sentada en el suelo, descalza, con las piernas cruzadas con mi guitarra y con un papel escribiéndola, como siempre he sido yo. Creo que todos estamos bastante tocados y ahora es cuando se empiezan a ver las secuelas de cómo nos hemos quedando de toda esta pandemia.

Ya estoy harta de que la gente me escriba por Instagram diciéndome “estoy fatal, no sé qué me pasa”, pero es normal. Esa canción me salió del corazón. Sacar lo positivo de lo negativo. Yo estaba en un momento de mucha ansiedad, no podía coger el coche ni montar en un avión y, cuando he estado encerrada en casa, esos miedos se retroalimentaron. Entonces, esa canción es una liberación, un mensaje de auto superación. La compuse en un momento en el que todo el mundo necesitaba escuchar esas cosas. Además, he recogido mucho feed back de ella, sobre todo de la persona que tiene miedo a conducir y que me dice “Sofía, me pongo tu canción cada vez que me monto en el coche”.

Yo estaba en un momento de mucha ansiedad, no podía coger el coche ni montar en un avión

‘Cancha y gasolina’ es una canción en plan tira millas y enfréntate a todos tus miedos. La verdad es que es un tema que salió de la nada, y gracias a esa independencia que nos caracteriza pude sacarla de repente, saltándonos todos los planes estratégicos que teníamos, de repente fue como ¡pum!, la soltamos sin más y ahí quedó.

Hace poco diste un giro de 180 grados a tu repertorio habitual con la creación de Mademoiselle Madame. ¿Cómo surgió este personaje, fue algo espontáneo o quizá una idea que venías pensando desde hace tiempo?

Esto fue un poco una reivindicación. Yo quería mandar ciertos mensajes y como artista tengo ese miedo a que me digan “te estás vendiendo” y creo que muchos artistas también lo tienen, y como mi música es tan característica a lo mejor alguna vez me meto en algo un poco más duro y escucho eso de “te estás vendiendo” y es muy injusto porque el arte es arte y no entiende de fronteras.

Así que dije “voy a crearme un personaje que rompa las barreras y como ya no voy a ser yo puedo tener esa actitud de femme fatal, de actuar, de quitarme esa espinita”. Porque actuar es algo que siempre he querido hacer y, oye, a lo mejor, si un día me dan un papel en alguna cosa igual me divierte.

Para la creación de Mademoiselle Madame fuimos pensando muchas cosas internamente, tanto con mi madre, con el productor, con Pati y con el equipo, todos fuimos poco a poco envolviendo la historia. Además, también metí a una amiga mía que es psicóloga y que se llama Silvia Congost, una persona muy influyente que hace unas ponencias con las que llena teatros. La presentación del personaje fue en los LOS40 Music Awards, el 12 de noviembre en Mallorca. En ese momento, yo no había avisado a nadie de que era Mademoiselle Madame, así que no me reconocían por la alfombra roja, fue un shock total. Recuerdo que me había recorrido toda la alfombra roja y me hicieron recorrerla otra vez porque nadie se había enterado que era yo, ni los medios ni mis amigos. Yo pasaba por delante porque nadie me reconocía, porque era piercing, peluca, pestaña, labios.

Claro, yo era todo lo que no soy yo, otra persona, y eso me ha liberado un poco a nivel personal y profesional. Pero esa Madame se ha quedado en la cárcel porque yo la he arrestado, ha sido como ya valió, has tenido tu momento de gloria y ahora viene Sofía más liberada que nunca y presenta su disco ‘Libre’.

La cantante Sofía Ellar

La cantante Sofía Ellar

¿Por qué arrestar a Madame y no acabar con ella?

Porque si acabo con ella no tengo la posibilidad de volver a sacarla si me vuelve a dar la tarita, entonces tengo a Madame ahí arrestada a espera de la libertad condicional o de lo que pueda pasar. Es un plus en caso de que queramos que esta mujer más mala que la quina quiera volver a salir a escena, que no lo descarto.

¿Qué le ha enseñado Mademoiselle Madame a Sofía?

Aunque yo parezca una persona con mucha seguridad tengo mis inseguridades, muchísimas, y no te las creerías. Pero al esconderte detrás de un papel de alguien como Madame te empoderas de alguna forma, eres otra persona y te metes en otro rol. Una cosa que se le da muy mal a Sofía es decir que no, entonces es algo que hay que trabajar mucho a título personal, sin embargo cuando yo estaba metida en el papel de Madame me costaba mucho menos. Así que parece que, al final, esta tipa me ha dado muchas lecciones de seguridad, por lo que me quedo con lo bueno de Madame. Me he apoyado mucho en ella y ella en mí.

Cuando Madame despareció tuve una crisis de identidad

Por otro lado es curioso lo extraña que me sentí cuando tenía que despedirme de ella, porque cuando me vestía por las mañanas con mi sudadera y mi pantalón super tirada me miraba al espejo y me acordaba de que ya no era Madame. Antes tenía que ponerme la peluca, el piercing y todo según el orden en el que lo iba contando en redes, que era mentira, pero cuando decía que tenía el piercing tenía que llevarlo puesto todo el rato, una vez me pintaba el labio rojo siempre tenía que ir igual, porque si te ve alguien por la calle ya se ha descubierto el pastel, así que cuando Madame despareció tuve una crisis de identidad. Ha sido un aprendizaje muy divertido.

La música absorbe todo tu tiempo pero, ¿te hubiese gustado ser actriz?

¡Sí, sí, sí! Es que mira no me da la vida, hoy he venido las cuatro horas de viaje con el antifaz puesto porque no había descansado. Esto es muy curioso porque a veces tienes que escuchar “¿a parte de cantar, a qué te dedicas?” y te quedas así como “si yo te contase”, entonces te ríes y ya está. Compongo más canciones, hago deporte, trato de equilibrar cuerpo, mente y alma para estar bien y poder llevar ese tipo de vida, contesto a las redes, estoy pendiente de las reuniones, de ser cabecilla de un proyecto y de gestionar a tantísimas personas porque en el fondo esto no deja de ser una empresa y cada persona tiene sus problemas, uno entra, otro va. Al final son muchas cosas y es un no parar. Pero aunque no tenga tiempo sí que me gustaría actuar.

¿Dónde te sientes más inspirada para componer: Cantabria o Madrid?

Uno de mis sitios favoritos está supermencionado en la canción ‘Amor de anticuario’, que es la playa de La Arnía

Cantabria. Uno de mis sitios favoritos está supermencionado en la canción ‘Amor de anticuario’, que es la playa de La Arnía. A mí me encanta irme de repente a una montaña sola, donde no haya nadie, a mi no me metas donde está todo el mundo. Yo me cojo mi aperitivito, mi guitarra y mi cuaderno y me voy a componer. Hay un sitio con unas vistas preciosas al lado del campo de golf Santa Marina que tiene una terracita con unas vistas a unas montañas y un valle.

Yo puedo ir a la playa con mis amigas un rato y cuando me saturo y estoy de ellas hasta las narices me levanto, recojo el campamento, cojo el cuadernillo y me pongo a escribir. Me gusta mucho ese momento de soledad, de encontrarme conmigo misma y siempre he dicho que un papel en blanco es mi mayor psicólogo y creo que el 80% de las canciones las he escrito en Cantabria.

La tierruca está muy presente en tus canciones

El año pasado tuve la suerte de colaborar con el gran Nando Agüeros en la canción ‘Hay un camino’

Sí. Además el año pasado tuve la suerte de colaborar con el gran Nando Agüeros en la canción ‘Hay un camino’. Él habla de la tierra en todas sus canciones, de ese amor y esa pasión. Cuando entro a Cantabria siempre me pongo su canción más mítica, ‘Viento del norte’, pero hoy he dicho “Pati se acabó, vamos a poner la de ‘Hay un camino’” y cuando bajamos la ventanilla, huele a tierra verde y suena este tema la verdad es que nos hemos emocionado.

¿Cómo ha cambiado la Sofía Ellar de ‘Seis peniques’ a la de Mademoiselle Madame?

Ostras, ‘¡that's a good question!’. Primero he crecido, porque yo empiezo tanto en este proyecto como en el mundo de la música nada más me gradúo en la universidad. Entonces yo soy una chavala en un mundo de tiburones, así que he tenido que tragar y comer mucho, que eso son las cosas que a veces no se ven, pero también he crecido musicalmente, porque primero he dejado hacer y he delegado más. Muchas personas de mi equipo que llevan conmigo desde el principio me dicen “cuánto has avanzado, cuánto delegas ahora y qué difícil eras al principio hija mía”, porque yo decía “¿una batería?, ¿qué es eso?”. Claro yo estaba acostumbrada a mi guitarra y cuando veía una batería era como “no,no,no,no”.

Evidentemente, soy una persona que está pendiente de todos sus trabajos porque me gusta estar ahí, porque al final ese disco que se queda ahí es tuyo. Efectivamente he probado distintas formas de trabajar pero sigo pensando que es importante que el artista esté presente y sobre todo cuando estamos hablando de unas canciones que son autobiográficas. Yo soy una persona que, si no barro para casa, no lo hace nadie, entonces esta es mi vida y tú estás ayudándome musicalmente a contarla, pero yo tengo que estar ahí.

Ahora estoy muy contenta, porque nos ha salido una canción un poco rumbera tipo ‘Amor de anticuario’ para el próximo disco, pero un poco más producida y con jaleito. Es verdad que también hay un par de canciones muy tristes, pero por lo general podría mojarme y decir que es un disco muy animado.

"Nos ha salido una canción muy rumbera para el próximo disco, tipo 'Amor de anticuario'"
Comentarios