viernes. 29.03.2024

El consejero de Economía, Hacienda y Empleo, Juan José Sota, aborda en la segunda parte de la entrevista realizada para eldiariocantabria.es la situación económica y financiera de Cantabria. A pesar de todas las previsiones que auguran que la región no cumplirá el objetivo de déficit, Sota asegura que “estamos tomando todas las medidas a nuestro alcance” para lograr ese 0,7%, y considera que los últimos datos demuestran una bajada del saldo negativo que tiene Cantabria.

Asimismo, y una vez se ha nombrado presidente a Mariano Rajoy, se muestra convencido de que no será necesario prorrogar los Presupuestos de 2016. De hecho, el documento del próximo ejercicio ya está listo a falta de los datos que tienen que llegar desde el Estado. Un documento, además, que presentarán a todos los grupos y que debatirán con todas las formaciones políticas. No es partidario de bajar los impuestos, y respecto a las inversiones en grandes obras en Santander, considera que son “muy superfluas” teniendo en cuenta las necesidades sociales de la capital cántabra.

El objetivo de déficit está fijado en el 0,7%. ¿Es factible?

Estamos tomando todas las medidas a nuestro alcance para cumplirlo, y vamos a la baja. El déficit tiene dos componentes importantes en contabilidad nacional: el Saldo Presupuestario No Financiero, que es la suma de lo que se suma y se gasta, y determinados Ajustes que nada tienen que ver con lo que se paga o se debe.

Entre junio y noviembre hemos pasado de un saldo de -158 a uno de -56 millones. En junio subió mucho porque habíamos hecho frente al pago de la extraordinaria de 2012, al pago del Fondo de Cooperación Municipal de los ayuntamientos y otras circunstancias. A partir de ese momento hemos ido acompasando más los gastos y los ingresos. Estos son datos del Ministerio, pero los de la Intervención de Cantabria son similares.

Queremos hacer un Presupuesto real, y eso nos dice que hay gastos que son inevitables

Nosotros hemos tomado dos medidas. Por un lado, para pagar la paga extraordinaria tuvimos que hacer una retención de crédito porque el Presupuesto no tenía para pagar los 18 millones. También hemos hecho otra retención de aquellas partidas y subvenciones que no iban a estar previstas en el ejercicio corriente, y si se compara con el total del Presupuesto son retenciones mínimas. Una tercera decisión ha sido que las bajas de adjudicaciones de obras y órdenes que se tramitan no se vuelven a gastar en otra cosa. Eso siempre se hacía en el Gobierno, pero ahora los proyectos se hacen y el ahorro va a un fondo para evitar que el déficit suba.

Estas medidas están implantadas desde julio y agosto, y ahora están dando resultado, sobre todo porque en la última parte del año es cuando más se adjudica. Esto se ha hecho con mucho dolor por parte de los consejeros más inversores.

El problema es que nos encontramos con situaciones que no controlamos directamente. Las sustituciones de personal, los medicamentos, gastos sociales, … Y además el PP hacía los presupuestos sin poner los datos reales de gasto. Queremos hacer un Presupuesto real, y eso nos dice que hay gastos que son inevitables, y a partir de ahí habrá que repartir.

El déficit del Estado está limitado al 4,6%, pero a Cantabria le marcan el 0,7%. Y el 40% del gasto total se destina a personal. ¿En qué nos ayuda el Estado?

De momento no nos ayudan en mucho. Por ejemplo, cuando se habla de las entregas a cuenta, existe una ley que nos adjudica esos ingresos. No son del Gobierno. Es cierto que el Estado recauda el IRPF, pero la mitad es nuestro, como ocurre con el IVA, la gasolina o impuestos especiales. El Estado lo que hace es que dar un anticipo, que se liquida dos años después.

Este año lo que nos han dicho es que los ingresos son iguales a los del año anterior, algo que es absurdo si la economía está creciendo. Pero es que cuando lleguemos al 2019 nos darán la liquidación de 2017. Esto vamos a intentar cambiarlo para que en lugar de dos años sea en uno.

El Estado nos ha dicho que los ingresos son iguales a los del año anterior, algo que es absurdo si la economía está creciendo

El Gobierno, por tanto, no nos da más. Es cierto que nos ha dado la financiación del FLA, pero sería absurdo que teniendo el Estado la oportunidad de financiarse al 0 o al 1%, nosotros estuviéramos pagando más, que nos está ocurriendo con los créditos que se contrataron en 2012. Los estamos pagando al 7%. Hemos pedido autorización para renegociarlo y no nos la dan. Al final esto es dinero que podríamos destinar al déficit u otras cosas. En esto sí nos ha ayudado, pero a él no le cuesta nada porque nos cobran los intereses de ese dinero. El FLA no es gratis, es algo que nos cobran y luego tenemos que devolver.

Y en poco más nos ayudan. Algo en empleo, pero los fondos los reciben desde Bruselas y luego se reparten entre las comunidades autónomas, que somos los que llevamos a cabo las políticas activas de empleo.

También una parte pequeña de servicios sociales. El Estado paga el 20% y el 80% la comunidad, cuando la Ley de Dependencia contempla el 50% cada parte. Y así ha sido todo. El Estado lo que ha hecho ha sido retirarse y luego exigir que se cumpla el déficit.

¿Se plantea una prórroga del Presupuesto?

No, lo tenemos muy avanzado. Lo único que no está hecho es el cierre porque no tenemos todavía el objetivo de déficit, que no está aprobado y que esperemos que nos dé una alegría, ni el techo de gasto. No podemos plantear entregas a cuenta como las del año pasado. Tampoco sabemos si vamos a aumentar el salario a los empleados públicos, ni si vamos a tener tasa de reposición.

En mayo hicimos una Orden en la que todos los centros gestores nos enviaron sus propuestas. Yo creo que ahora que hay Gobierno en España esto se agilizará. Y luego hay otra cosa muy importante, que es que nos convoquen al Consejo de Política Fiscal y Financiera, que lo hemos pedido más de un tercio de las comunidades y es de obligado cumplimiento.

Somos la última comunidad que en la liquidación de 2016 hemos recibido menos ingresos porque nadie había hecho una apuesta por rebajar los impuestos antes que el Estado

Sé que hay comunidades que tampoco han presentado el presupuesto, y algunas que lo van a retrasar a 2017. Estamos todos en esa misma línea. Lo tenemos todo preparado para presentarlo en cuanto tengamos estos datos, y lo trasladaremos por cortesía al Parlamento y explicar que no lo hemos presentado por estas circunstancias.

El único precedente es el Presupuesto de 2012, cuando Ignacio Diego esperó a que pasaran las elecciones de noviembre de 2011, que ganó Rajoy por mayoría absoluta. Lo presentó a finales de mes y lo aprobamos a finales de diciembre, pero nosotros no queremos que sea una traba para los grupos parlamentarios.

Nuestro compromiso es presentarlo a todo el mundo y luego aprobarlo. Vamos a estar abiertos a todos los grupos y a partir de ahí veremos con quien se abre las conversaciones.

¿Puede ser Ciudadanos un apoyo?

Con Ciudadanos hemos aprobado lo del vertedero de Meruelo, que ha sido un importante ingreso para la empresa pública MARE. Si no, hubiéramos tenido problemas con los trabajadores. Pero esto es algo que no me corresponde únicamente a mí, sino a todo el equipo de Gobierno.

Creo que una vez que lo presentemos veremos su predisposición. Es un presupuesto social, pero absolutamente diáfano respecto a las partidas. Tenemos un gasto ineludible como el pago de personal, mantenimiento, etc., y a partir de ahí veremos. Disparar a todo no podemos disparar, no hay que mentir al ciudadano.

No podemos decir que vamos a bajar los impuestos. Medidas como esa serían un error. Si hoy lo hiciéramos afectaría en el 2019 o 2020, por lo que sería una actitud un poco irresponsable.

El PP, antes de abandonar el Gobierno, tomó la decisión de revisar a la baja el IRPF, lo que nos ha afectado de manera importante en 2016, que es cuando se han liquidado los recursos de 2014. Rebajaron antes que Rajoy, y ellos como Ejecutivo no lo sufrieron, claro.

Somos la última comunidad que en esa liquidación de 2016 hemos recibido menos ingresos porque nadie había hecho una apuesta por rebajar los impuestos antes que el Estado. Pero aquí hemos sido más chulos que nadie y lo hemos rebajado.

Cantabria siempre llega más tarde a la crisis, pero también salimos más tarde de ella. Nos pasó en los años 90, y ahora se repite

De los más de 7.000 millones que el Estado ha repartido, a nosotros solo nos han tocado 34. Si fuera en proporción a la población al menos nos tendrían que haber tocado 70.

Una vez elegido Rajoy como Presidente, ¿cree que Montoro seguirá como Ministro de Hacienda?

Hay opiniones para todo. Creo que no debe de llevarse muy bien con De Guindos, por lo que deberá decidir. Y ha tenido conflictos con muchas comunidades, algunas del PP. Creo que se va a abrir una nueva etapa, y espero que sea de diálogo y serenidad. Y hay que desenmascarar algunas cosas con las que no podemos seguir engañando a los ciudadanos.

No se les puede decir que vamos a bajar los ingresos y prometer que se les van a hacer todas las cosas. Eso forma parte de la pedagogía política que todos tenemos que hacer. Yo jamás me atrevería a decir algo así.

Lo mismo ocurre con las medicinas. ¿Vamos a pasarnos un poco del déficit o a dejar que la gente muera? Personalmente prefiero que nos pasemos del déficit y la gente viva. Vamos a intentar no superarlo, y de eso informamos puntualmente al Ministerio.

Las cifras de crecimiento y de empleo para Cantabria son muy dispares según quien las ofrezca. ¿A qué cree que se debe?

Cantabria siempre llega más tarde a la crisis, pero también salimos más tarde de ella. Nos pasó en los años 90, y ahora se repite. Es algo que le ocurre a las comunidades que tienen un importante porcentaje de sector industrial. A pesar de que seamos muy críticos con nosotros mismos, el 20% del PIB de Cantabria es la industria. Para que despegue tiene que haber un proceso previo de actividad que no se hace en un año.

Estos últimos cuatro años han sido un desierto en inversión industrial. Venimos de una etapa dura de crisis, y luego cuatro años de baldío. Lo primero que está repuntando son los bienes de equipo, es decir, se empieza a notar actividad en la industria.

Estos últimos cuatro años han sido un desierto en inversión industrial

Por supuesto, el sector turístico es muy importante en Cantabria, pero tenemos que desestacionalizarlo. Mi objetivo es la “venta” de las cuevas Patrimonio de la Humanidad que tenemos, un activo que nos diferencia de otras comunidades.

¿No cree que hemos olvidado de mirar hacia el País Vasco y nos hemos centrado en Madrid?

La derecha que hemos tenido aquí gobernando, que no es toda la derecha, siempre ha tenido una cierta prevención hacia el País Vasco. Por las circunstancias que fueran. Hemos intentado crear una especie de frontera, cuando nuestro mercado más importante a todos los niveles es esta región, una de las más ricas de España y Europa, y que solo nos podría aportar beneficios.

Algunos estudios decían que una parte del PIB de Cantabria dependía de la relación con el País Vasco. Muchos vascos tienen aquí su segunda residencia; otros viven directamente aquí; y hay cántabros que trabajan allí y sus rentas vienen aquí. Creo que esa relación no ha sido bien entendida por parte de la población, y ahora que no tenemos el problema del terrorismo tenemos que normalizar.

Nos falta esa comunicación. Madrid es importante, pero una buena conexión ferroviaria con el País Vasco es fundamental. Nosotros en nuestro programa electoral incluimos un estudio sobre cómo mejorar la conexión. En la “Y vasca” es lo que nos comunicará con el valle del Ebro, con Francia y con Madrid. Desde Bilbao podemos ir a cualquier sitio. Tenemos que romper ese aislamiento, y lo mismo que ha cambiado de forma espectacular la conexión con la autovía, hay que normalizar la relación.

Lo único que nos puede venir del País Vasco es beneficio. Empresas se han venido aquí porque están cerca, tenemos un magnífico puerto, buenas conexiones, autopistas de peaje. No digo que tengamos un AVE de aquí a Bilbao, que son 80 kilómetros y no permite casi ni acelerar, pero sí un tren que te permita ir allí en un tiempo competitivo y nos sitúe en el cogollo de las conexiones.

Algunas inversiones que se están realizando últimamente en Santander me parecen muy superfluas. Son perfectamente prescindibles cuando tenemos un problema social todavía muy grave

En Cantabria podemos ir al pueblo en 15 minutos, a esquiar en una hora, al otro lado de la Bahía a comer, etc. Esto lo tienen muy pocas ciudades de Europa, y es lo que tenemos que potenciar para atraer a la gente, sobre todo de profesiones liberales que valoren esto mucho más que el dinero.

Y tenemos que dar a conocer lo que tenemos. ¿Cuántos ciudadanos de Cantabria conocen el IH? De nombre muchos, pero pocos saben para qué es. El IBBTEC está haciendo una investigación sobre nuevos medicamentos, tratamientos de cáncer. Todo eso es un potencial que tenemos, y no lo tiene todo el mundo. Pero a veces somos un poco derrotistas, y tenemos un cierto complejo de inferioridad, de envidia con los demás.

Los vascos tienen algo que admiro, y es que se unen para hacer cosas. Todo el programa de la Ría 2000 ha tenido participación de muchas administraciones de varios colores. Aquí nos dedicamos a deshacer lo que otro ha hecho. Nosotros habíamos dejado un pequeño proyecto de región, pero todo eso lo paró el PP porque era de otro Gobierno. Nosotros no estamos paralizando nada que haya hecho el anterior Ejecutivo.

Por ejemplo, no vamos a quitar las ayudas al empleo indefinido. Vamos a lograr que sean más efectivas. A veces este cainismo que tenemos nos hace perder mucho tiempo.

¿En qué le afecta a Cantabria la sentencia del PGOU de Santander?

Me gustaría que lo que dice el alcalde se trasladara en el correspondiente empleo. De la Serna afirma que Santander tiene que ser el motor de Cantabria porque es la ciudad más grande, con un entorno industrial muy importante y con todas las administraciones. Pero en el caso de la creación de empleo, con todo el ‘boom’ turístico que ha habido, las oficinas de empleo de la ciudad son las que menos han reducido el paro de toda Cantabria, incluidas las de Torrelavega, que tienen la mayor tasa de paro. Y en el último año el desempleo en Santander no ha bajado tanto.

Es un dato que me ha llamado la atención, y es algo que el alcalde debería trabajar ahora que saca pecho con otros datos. A mi juicio Santander debe ser una ciudad más abierta, más competitiva. No me quiero meter en esto, pero hay que analizar por qué sucede esto. La ciudad se basa mucho en el sector servicios, y no ha funcionado. A lo mejor es que se han recuperado los márgenes después de muchos años de crisis, pero eso también deteriora la prestación del servicio y nos afecta. Tenemos que tener una buena prensa.

¿No cree que el Ayuntamiento invierte cantidades en proyectos que solo son fachada, pero no trabaja en el problema real?

No es mi papel en este caso, pero es cierto que algunas inversiones que se están realizando últimamente me parecen muy superfluas. Son perfectamente prescindibles cuando tenemos un problema social todavía muy grave. Y en Santander es donde están la mayoría de esas personas. Si tenemos unos niveles de pobreza tan altos, tenemos que tener también una predisposición desde el Ayuntamiento y en colaboración con el Gobierno.

“No podemos decir que vamos a bajar los impuestos. Medidas como esa serían un error”
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