Dolores Gorostiaga es la primera mujer que preside el Parlamento en la historia de Cantabria. Por ello, desde mayo afronta un reto histórico que supone un paso adelante en el papel de la mujer dentro de la política regional, donde cada vez está más presente.
¿Considera que a lo largo de los últimos años se ha avanzado en materia de derechos de la mujer?
Evidentemente, a lo largo de la historia democrática se ha avanzado, y mucho, en derechos de la mujer.
Pero también tengo que decir que hemos tenido un retroceso importante en los últimos años y, que sobre todo y por encima de todo, la reivindicación de los derechos de las mujeres, por ellas mismas y por la propia sociedad, va por delante del avance de derechos.
España necesita continuar con conquistas que pensábamos que teníamos para siempre y que se han interrumpido en los últimos años
¿Cuál es el papel de la mujer dentro de la sociedad actual?
Tiene un papel central en todos los ámbitos. No sólo porque es más de la mitad de la población, sino porque a lo largo del tiempo hemos ido aprovechando las oportunidades que la propia sociedad nos otorgaba y que eran el fruto de las reivindicaciones que llevábamos haciendo desde hace muchos años.
De tal modo que ahora mismo, la mujer ocupa un papel central tanto en el ámbito familiar, que lo ha ocupado siempre, como en el ámbito político y, nos está costando más, pero lo estamos consiguiendo poco a poco también en el ámbito empresarial.
En estos momentos no se concibe ninguna política ni ninguna acción económica, empresarial o social que no tenga incorporada la visión de las mujeres.
¿Qué cree que necesita España para avanzar en materia de igualdad?
Continuar con conquistas que pensábamos que tendríamos para siempre y que se han interrumpido en los últimos años.
Continuar con la reivindicación expresa de las mujeres, ya que los mayores logros los hemos conseguido cuando hemos sido nosotras quienes hemos tomado la bandera de la reivindicación. Pero, fundamentalmente, necesitamos continuar consolidando un Estado de Bienestar fuerte que nos permita trascender del ámbito que tradicionalmente la sociedad nos había asignado, que era cubrir los huecos que el propio sistema no tenía cubiertos.
Está claro que los gobiernos no hacen lo suficiente. Los casos de violencia contra las mujeres son cada vez mayores
Esto es, necesitamos seguir avanzando en unos derechos sociales fuertes para toda la población, en una educación temprana, en una Ley de Dependencia que vuelva a recuperar los niveles que tenía y que atienda a quienes más lo necesitan y también, seguir avanzando en las ayudas para la formación, de modo que ninguna mujer que quiera estudiar deje de hacerlo por no tener los medios para ello.
En definitiva, necesitamos seguir avanzando en todas aquellas políticas que cubran los huecos que siguen abiertos y a los que antes me he referido, para que cada mujer pueda desarrollar su vida como quiera y no como se la imponga.
¿Considera que los gobiernos están haciendo lo suficiente para combatir la violencia de género, no sólo en materia legislativa, si no en la educación de los más jóvenes?
A la vista de los resultados, está claro que no. Los casos de violencia que se ejerce contra las mujeres son cada vez mayores, así como la violencia que se extiende a sus hijos e hijas.
Tenemos las normas, pero no se están aplicando los recursos suficientes para cumplir con ellas.
Asimismo, hay que incidir, todavía más, en la educación no sexista de cara a ir erradicando esta lacra social, para mí, una forma de terrorismo, que ha provocado que a lo largo de este año hayan muerto 11 mujeres en nuestro país.
Un deseo de cara al futuro.
El mejor deseo que podría pedir es alcanzar la igualdad a todos los niveles porque con la libertad consolidada y esa igualdad en todos los niveles tendríamos una sociedad más justa y más equilibrada en la que las mujeres no tendríamos que cargar con las carencias a las que no se ha dado respuesta y que, desgraciadamente, nosotras debemos cubrir.
