martes. 23.04.2024

En el sur de la región -entre a Burgos y Palencia- característico por las pinturas de sus cuevas, ermitas e iglesias románicas, Valderredible es aquel lugar especial, que además de albergar una gran belleza paisajística, inspiró a un pequeño muchacho llamado David, que con los años llevaría un pedacito de esta tierra a cada ciudadano de Cantabria. Y es que este concejo, lugar en el que residen los abuelos de nuestro protagonista, es bien conocido por el sabor de sus tiernas patatas.

 

Es por ello que en el año 2018 David Fernández inauguraría una fábrica de venta de estos snacks. La empresa de Patatas Vallucas, un proyecto que queriendo acercar la vecindad y amabilidad propia de la gente de Valderredible, propone a las personas interesadas en la fábrica una visita diferente. Una jornada única para conocer de primera mano cómo elaboran artesanalmente las patatas, desde la recogida, a su envasado, pasando por todos los procesos de producción.

 

David Fernández García en un expositor de Patatas Vallucas

 

David Fernández García es un joven empresario de 39 años, conocido por ser el creador de un producto típico de la provincia: Las Patatas Vallucas. Un alimento que actualmente se encuentra en casi todos los supermercados de la provincia, y cuyos ingredientes principales son “patatas, sal, aceite y mucho cariño”, como declara el patrono.


¿Cómo surgió la idea de hacer un fábrica de patatas fritas?

 

En 2012 me quedé en paro, y ese fue el momento en el que consideré el plan de aprovechar la buena fama que tienen las patatas del pueblo donde viven mis padres, Valderredible, para crear una fábrica basada en este producto de ambiente rústico. El cual tenía que tener un sabor natural, que pusiese en valor las patatas que ofrece este valle.

 

¿Qué crees que es lo que diferencia a vuestras patatas del resto?

 

El cocinar de manera artesana materias primas de primera calidad, lo que hace que nuestras patatas sean diferentes y caseras.

 

Ningún comienzo es fácil

 

El proceso para empezar a fabricar estos snacks fritos fue largo y pesado, puesto que le llevó unos 6 años, en los que tuvo que lidiar con una gran cantidad de trámites burocráticos, hasta que en 2018 pudieron abrir. “A cualquier emprendedor que quiera empezar con una empresa de alimentos artesanales, como ésta, le recomiendo paciencia. A mí se me ocurrió la idea de crear esta fábrica en el 2012, y hasta unos cuantos años después no puede inaugurarla”, afirma David.

 

"Patatas, sal, aceite y mucho cariño, es el auténcito secreto de Vallucas"

 

Actualmente el modelo de producción de la fábrica se basa en tener un obrador en el que combinan las últimas tecnologías que les ofrece el mercado para elaborar su producto. “Hemos decidido que algunas partes del proceso se lleven a cabo a mano para así garantizar que la patata sea sabrosa y conseguir, de esta manera, el resultado final que deseamos”, declara David. 
 

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