viernes. 26.04.2024

El doctor Javier Gómez Román estudió Medicina en la Universidad de Navarra y realizó la residencia en Anatomía Patológica en Valdecilla. Además, es profesor titular de la Universidad de Cantabria y, en la actualidad, es el Jefe de Servicio de Anatomía Patológica del HUMV, pionero en las técnicas más avanzadas para analizar biopsias.  En esta entrevista para el Colegio de Médicos de Cantabria, Gómez Román explica la labor de su Servicio que es fundamental para el diagnóstico y tratamiento de la mayoría de las patologías.        

-Su especialidad es aún desconocida por muchos ¿cuéntanos a qué se dedica un Servicio de Anatomía Patológica?

Simplificando mucho es una fábrica de diagnósticos. Nos dedicamos a analizar cualquier tipo de muestra biológica, observar las características morfológicas de las células y los tejidos enfermos mediante el microscopio, integrar otras técnicas, como las moleculares, analizar la clínica y emitir un diagnóstico.

Nuestro trabajo ha cambiado mucho, hasta hace muy poco tiempo sólo teníamos a nuestro alcance herramientas básicas como las preparaciones histológicas y los microscopios, pero en la actualidad incorporamos técnicas moleculares e inmunohistoquímicas que nos permiten analizar en profundidad aspectos como el estado de los ácidos nucleicos y las proteínas que definen las enfermedades con mayor detalle. Sin embargo, no hemos dejado de lado las técnicas básicas, seguimos observando la estructura de los tejidos al microscopio y a partir de las lesiones encontradas construimos diagnósticos mucho más complejos gracias a las nuevas tecnologías.

En nuestro Servicio trabajamos 65 profesionales, tanto facultativos como residentes, biólogos, farmacéuticos, técnicos especialistas en Anatomía Patológica, administrativos y todo el personal de apoyo cuyo trabajo en conjunto permite que en España estemos reconocidos como un Hospital puntero que recibe profesionales tanto nacionales como de otros países que acuden a nosotros para mejorar su formación.

-¿Y en qué medida está directamente relacionado  vuestro trabajo con  el mejor tratamiento posible para los pacientes?

Podríamos decir que está en la base de la elección del tratamiento. Sin un buen diagnóstico no se puede aplicar un buen tratamiento, sobre todo en el campo de la Oncología. Si nosotros somos capaces de identificar además del nombre, diez apellidos de un tumor, le estamos facilitando al oncólogo la elección del tratamiento, su efectividad y su especificidad.

Esta misma forma de trabajar se aplica también cada vez más en patologías no oncológicas, como las del trasplante o las enfermedades autoinmunes. Las características morfológicas y moleculares permiten diagnósticos en las biopsias cada vez más precisos que son la base de la elección del mejor tratamiento para el paciente.

-¿Eso es entonces lo que aporta la Medicina personalizada de precisión que ha cambiado los tratamientos a los pacientes?

El diagnóstico del cáncer, hasta hace muy pocos años era una labor rudimentaria que clasificábamos únicamente utilizando el microscopio óptico y describiendo la forma de las células. A pesar de esto, éramos capaces de identificar más de 250 enfermedades diferentes en lo que conocemos como cáncer. En ese momento las terapias se basaban en métodos poco específicos como la quimioterapia o la radioterapia en el caso de los tumores en estadio avanzado. Estos tratamientos genéricos estaban dirigidos fundamentalmente a destruir las células que se multiplicaban, sin discernir si éstas eran tumorales o no, de ahí la alta toxicidad.

Ahora las nuevas técnicas moleculares permiten ver qué características concretas tienen las células tumorales, qué mutaciones presentan, qué proteínas expresan, y a partir de ahí poder diseñar tratamientos dirigidos solo a ellas, mucho más específicos.

La Medicina de Precisión consiste en esto, en encontrar características intimas de las células que sean únicas de ese tumor y de ese paciente y que permita aplicar el tratamiento más específico dirigido únicamente para ellas, eliminando efectos secundarios e ingresos de una manera más eficiente.   

-Valdecilla es un hospital puntero en muchas especialidades ¿también en anatomía patológica?

Toda la experiencia que hemos ido desarrollando desde los años 90 ha permitido que estemos reconocidos como uno de los mejores hospitales en España en este campo. Nuestra Comunidad siempre ha incorporado las nuevas técnicas de diagnóstico molecular de manera pionera y es preciso recalcar que todos los pacientes de Cantabria se han beneficiado de este hecho. De hecho, somos el único hospital de la Red Nacional Pública que en estos momentos tiene incorporada en su cartera de servicios el diagnóstico molecular más avanzado, al que llamamos secuenciación masiva.

Nuestra experiencia ha llamado la atención y muchos especialistas y gestores de servicios de salud de otras comunidades nos han visitado para ver nuestro modelo.

-¿Y con respecto a la investigación en Anatomía Patológica?

Nuestro Servicio está preocupado fundamentalmente por la aplicación de los nuevos descubrimientos a la asistencia hospitalaria para que los pacientes se puedan beneficiar lo antes posible. Pero además de esto, tenemos dos grupos de investigación en el IDIVAL dedicados al campo del cáncer y de los tumores hematológicos, colaborando asimismo de manera activa con numerosos equipos del Hospital y de la Universidad de Cantabria.

-Y ¿qué es concretamente la Secuenciación Masiva?

Es una herramienta que permite el análisis de datos en gran escala. Para poder identificar una mutación en un gen tenemos que analizarlo en profundidad mediante una técnica que llamamos secuenciación. Es la que nos da la secuencia de letras que forma un gen. Las nuevas tecnologías de NGS o secuenciación masiva nos permiten analizar a la vez conjuntos de genes.  Por ejemplo, nosotros analizamos las secuencias de 52 genes en cada una de las muestras tumorales así que aumentamos las posibilidades de encontrar mutaciones en genes con muy escasa frecuencia de mutaciones y, por tanto, aumentamos la posibilidad de que existan tratamientos dirigidos frente a alguno de esos genes.

Disponemos de varios equipos en el hospital que los usamos en conjunto con la Unidad de Genética Clínica. Estas son máquinas sofisticadas y una de ellas vino con financiación de la Fundación de Amancio Ortega.

-La especialidad de Anatomía Patológica no era una de las más demandadas ¿ahora lo es?

Creo que los estudiantes de las universidades todavía no tienen la idea de lo que es realmente nuestra especialidad, y esta dimensión nueva que conlleva implicarse con el enfermo y trabajar en equipos multidisciplinares. Hay déficit de patólogos en todo el mundo quizá porque no sabemos transmitir la belleza de esta disciplina.

Nuestro trabajo es emocionante, la presión que siente el oncólogo con los pacientes es fuerte y el teléfono aquí está sonando continuamente porque no podemos permitir que el paciente espere por un tratamiento más de lo necesario.

Como todos, cometemos errores, pero nuestro trabajo está encaminado a aislarlos y que no supongan un problema para el paciente. Tenemos un sistema de gestión de la calidad con acreditación ISO 15189. Procesamos más de 35.000 biopsias al año y un número similar de citologías. En el campo del diagnóstico molecular realizamos unas 1500 NGS al año. Su utilidad en algunos campos, como el cáncer de pulmón, viene dada porque de unos 300 análisis cada año de este tipo de tumor un 35 por ciento se benefician de este diagnóstico tan preciso, les cambia el tratamiento.

-¿Cuáles son los objetivos a corto y medio plazo del Servicio de Anatomía Patológica?

Queremos incorporar la patología digital, para abandonar las preparaciones que veíamos al microscopio, porque esto permitiría digitalizar la imagen y aplicar herramientas de inteligencia artificial. Ya estamos en ello y va a suponer un avance muy importante, un proyecto que esperamos que entre en los proyectos europeos.

Por otro lado, es preciso modernizar aspectos que todavía se realizan de manera manual y que son susceptibles de robotizar para poder emplear nuestro personal en el desarrollo de las nuevas tecnologías y seguir avanzando en el campo de la Medicina de precisión

¿Y qué se hacen con las miles de muestras que se analizan en el Servicio?

Está todo almacenado en el antiguo pabellón de Anatomía Patológica de Valdecilla, desde noviembre de 1969, y nos aporta muchísimo. Hace unos años tuvimos que analizar una muestra del 69 para una paciente con una enfermedad relacionada que se presentó muchos años después.  Incluso hemos evitado exhumaciones de cadáveres por tener muestras almacenadas para estudios de patología legal, porque con ellas se puede determinar el ADN, por ejemplo, o analizar patologías de cáncer hereditario.

Y para terminar ¿qué le pedirías a la Administración para el Servicio?

Algo más de apoyo institucional y la consideración de que es una especialidad en vías de expansión que necesita aumentar sus recursos humanos y materiales. A veces los proyectos salen adelante por el enorme esfuerzo de los profesionales de los Servicios pero necesitamos apoyo para poder seguir innovando y mejorando la atención a los pacientes.

Hemos trabajado mucho estos últimos años de manera muy callada. El reconocimiento nos ha llegado fundamentalmente de nuestros propios compañeros. Incluso estuvimos en el Senado presentando el estudio “Situación y recomendaciones del diagnóstico genómico y de biomarcadores en pacientes con cáncer en España”, un documento que realizamos la Dra. Pilar Garrido del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, el Dr. Ramón Saiz de Hematología de Salamanca y yo para presentar en la Cámara Alta la iniciativa de Medicina de Precisión en España, que posteriormente aprobaron las CCAA para la implantación de estas técnicas.

“En Anatomía Patológica y Medicina de Precisión, Valdecilla es el hospital puntero de...
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