jueves. 28.03.2024

La noticia de que la empresa Ferrovial va a trasladar su sede social de Madrid a Bruselas ha caído como una jarra de agua fría en la economía, la política y, en cierto modo, la sociedad española. Una empresa que surgió en el seno del franquismo y que ha crecido hasta convertirse en uno de los actores económicos más importantes del país deja, por tanto, de tributar en España. Y aunque la compañía asegura que su actividad no variará, todos los territorios del país se han visto afectados. En el caso de Cantabria, su vinculación ha estado muy ligada a los gobiernos de la derecha, sobre todo a aquellos que han ostentado mayoría absoluta, como es el caso de Santander, donde el PP lleva gobernando toda la democracia.

Tal y como recoge la propia página de Ferrovial, la vinculación de la compañía con Cantabria comenzó con un proyecto en 1997 para sanear y depurar los vertidos de agua de San Vicente de la Barquera. Cadagua, una de las integrantes del grupo empresarial, fue la adjudicataria. No sería hasta 10 años después cuando la compañía se hiciera cargo del primer gran proyecto en territorio cántabro y el único que no está vinculado exclusivamente con el PP.

Se trata del viaducto de Montabliz, una de las mayores infraestructuras de España que cuenta con una longitud de 721 metros y cuyo punto más alto sobre el valle del río Bisueña se halla a 140 metros sobre el suelo. La infraestructura forma parte del tramo Molledo-Pesquera de la A-67, también construido por Ferrovial (en ambos casos, a través de Ferrovial Agromán). Estamos en 2007, año en el que gobernaban PRC y PSOE.

A partir de este momento, los proyectos de Ferrovial en Cantabria tienen el sello de la derecha regional. Sobre todo, a través del Ayuntamiento de Santander, donde el PP ha estado gobernando durante todas las décadas de la Democracia, la mayoría de ellas con mayoría absoluta.

VALDECILLA

Sin duda, el más conocido es el del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla. Ferrovial fue la empresa a la que se adjudicó la finalización de las obras de ampliación y mejora del hospital de referencia en Cantabria tras el derrumbe de parte de una fachada, lo que causó varios fallecidos. La mayoría absoluta que ostentó el PP tanto en España como en Cantabria entre 2011 y 2015 se tradujo en una solución cuanto menos curiosa: la adjudicación de la finalización de esta obra conllevaba que la empresa asumiría durante 20 años los contratos no sanitarios del centro.

Esto se produjo en 2013, y la adjudicataria fue una sociedad conjunta creada por Ferrovial y SIEC, Smart Hospital Cantabria. El proyecto fue presentado dos años después a bombo y platillo por los entonces presidentes de Cantabria y España, Ignacio Diego y Mariano Rajoy respectivamente, y ante la atenta mirada de la que era consejera de Sanidad, María José Sáenz de Buruaga (actual presidenta del PP y candidata a la Presidencia de Cantabria). La visita se produjo en 2015, año en el que cambió el ejecutivo en Cantabria para volver a estar formado por PRC y PSOE.

Tal y como detalla la propia empresa, Smart Hospital se encarga de 12 servicios no médicos que cubren la ingeniería y mantenimiento de las instalaciones y de los equipos de electromedicina, gestión energética, gestión de historias clínicas, logística, limpieza integral, restauración y vigilancia. Según algunas fuentes, este megacontrato, que se extiende hasta 2034, supone ingresos de 759 millones de euros.

En 2021, Ferrovial vendía al fondo financiero Portobello su área de conservación y mantenimiento de infraestructuras, en la que se incluía el Smart Hospital. O más bien, reducía su parte y creaba, junto a este fondo, una nueva sociedad, Serveo, que es la que en a finales de 2022 ostentaba el 85% de Smart Hospital Cantabria.

SANTANDER

La relación de Ferrovial con el PP también pasa por Santander. En 2012, empresa y Ayuntamiento anunciaron la creación de un Centro de Investigación de Ciudades Inteligentes para, como señala la compañía en su página, desarrollar “proyectos de innovación, desde su fase embrión hasta su implantación, orientados a diferentes áreas de la gestión de las ciudades: medioambiental, infraestructuras, movilidad, gestión energética o atención e interacción ciudadana”.

Esto se vincula directamente con los proyectos pilotos que Ferrovial puso en marcha ese mismo año en colaboración con el Massachusetts Institute of Technology (MIT), uno en Santander y otro en Málaga. En el caso de la capital cántabra, el proyecto consistía en diseñar un mapa lumínico detallado de la ciudad para medir los niveles lumínicos, detectar las luminarias en mal estado e identificar zonas excesivas o escasamente iluminadas, entre otras cosas.

Ese Centro de Investigación de Ciudades Inteligentes se reconvirtió en Santander City Lab, y en 2015 trabajaba en modelos analíticos que permitieran hacer más eficientes los servicios urbanos. El alcalde de la ciudad en esos años era Íñigo de la Serna, ex ministro de Fomento con Mariano Rajoy y actual coordinador del programa electoral de los ‘populares’ para los comicios autonómicos y municipales del 28M.

Los vínculos de Ferrovial con la derecha en Cantabria
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