viernes. 26.04.2024

En el año 2012 se prohibió pagar en efectivo por valor de 2.500 euros o más, pero desde el pasado 11 de julio esta cantidad se ha reducido todavía más, estableciendo el límite de las transacciones de dinero en efectivo en los 1.000 euros. Para pagar una cantidad superior habrá que recurrir a la transferencia bancaria o al pago con tarjeta de crédito, de manera que estas intercambios monetarios queden reflejados y los pagos se puedan localizar en caso de que sea necesario.

Si el pago se divide en dos partes y el montante es superior a los mil euros se estará cometiendo un delito

Ha de tenerse en cuenta que este límite es por operación realizada. Lo que quiere decir que si el pago se divide en dos partes distintas y el montante es superior a los mil euros se estará cometiendo un delito. Además, se deberá respetar la norma incluso con aquellas operaciones que estuviesen concertadas antes de la entrada en vigor de esta restricción.

En caso de incumplimiento de la norma, la ley contempla una multa del 25% de la cantidad pagada. Una sanción que Hacienda podrá demandar tanto al pagador como al cobrador. Sin embargo, si se realiza el pago de forma irregular y una de las partes denuncia esa transacción hasta tres meses después de la misma, la ley eximirá de responsabilidad económica el demandante, por lo que todo el peso de la multa recaerá sobre la otra parte.

Los pagos en efectivo ya no podrán superar los 1.000 euros
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