jueves. 25.04.2024

Echávarri fue medalla de oro en Pekín 2008 y ha sido campeón del mundo en dos ocasiones, en la clase Tornado. Además, recibió la Medalla de Oro de la Real Orden del Mérito Deportivo en el año 2009. Un hombre que ha ganado absolutamente todo y, por si fuera poco, es el padre del barco más rápido del mundo. El ‘skorpios’ es un proyecto de cuatro años que, a pesar de los retrasos provocados por el Covid, se puso en el agua en Finlandia en mayo y, en agosto, se impuso en la prestigiosa Rolex Fastnet Race.

Una bestia de 125 pies con la que Fernando Echávarri sigue cumpliendo sus sueños día a día a bordo de la embarcación.

-¿Este 2021 ha sido un año muy positivo, no?

El año pasado hubo mucho parón y este año parece que las cosas ya han comenzado a arrancar. Ha habido buenos resultados para las embarcaciones cántabras. En mi caso hemos terminado un proyecto que comenzó hace cuatro años, que es la fabricación del ‘skorpios’, un barco de 125 pies, y hemos competido en la prestigiosa Rolex Fastnet Race, en Inglaterra, que hemos podido ganar.

-¿Qué se siente al terminar un proyecto así?

Ha sido un proyecto muy largo, con mucha tecnología y mucho desarrollo que nos ha llevado tres años de construcción y uno de diseño. Llegábamos muy justos de fabricación, el barco se puso en la mar en Finlandia, en mayo, lo hemos hecho todo muy rápido gracias al equipo que tenemos tan cualificado.

¿Cómo fue la Rolex Fastnet Race?

Es una regata que se desarrolla en Inglaterra, y que va hasta Irlanda. Hasta Fastnet, la prestigiosa roca, y desde ahí hasta Francia. Ha sido muy duro por las condiciones meteorológicas, con mucho viento. El barco ha ido muy bien, no se ha roto, y probablemente sea el barco más rápido del mundo. El poder acabarlo ya era parte fundamental para ganarlo.

-¿Crees que se valora la vela lo suficiente en Cantabria?

Cantabria tiene mucha tradición de mar. Es uno de los pocos sitios donde la gente sabe de dónde viene el viento cada día. Al mismo tiempo hay mucha tradición de vela, mucha gente de la que hemos aprendido mucho en nuestra generación y ahora queremos transmitirlo nosotros a las nuevas. En el mundo náutico de alta competición, Santander es muy conocido. En Cantabria, en general, el mundo de la vela y el mundo del mar está muy bien visto.

-Lo has logrado prácticamente todo y has navegado por todo el mundo… ¿te queda algún sueño por cumplir encima de un barco?

Sueños surgen todos los días. Cuando nos metemos en proyectos nuevos, son proyectos muy exigentes que requieren mucha dedicación. El sueño que tienes es acabar cada uno de ellos, eso es lo bonito de este deporte, porque participas en el proceso de fabricación de las máquinas. Y cuando salen adelante cumples tus objetivos y cumples tus sueños.

-¿Cuándo te enamoraste de la vela?

Es complicada (ríe). Yo comencé muy jovencito, con ocho años. Creo que te enamoras de este deporte porque encuentras en un medio, el mar, donde conoces a tus amigos, tienes la naturaleza y estás en un medio en el que no estás cómodo porque hay riesgo. Vas haciendo tu grupo de amigos y el mar te va enamorando poco a poco.

Encuentras algo que te llena, te hace pasar muy buenos momentos y te absorbe toda esa energía que tienes cuando eres joven.do de sus lesiones.

El padre del barco más rápido del mundo
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