domingo. 28.04.2024

Fue cruzar la puerta de la piscina municipal en La Cros, en Camargo, y darme cuenta de que se respiraba un aroma especial. Que no solo olía a cloro el ambiente. Cuando entré en el despacho del Club Natación Camargo para charlar un rato con Jesús Herrán, que dejará la presidencia tras 16 años al frente, confirmé las sensaciones iniciales.

Nos enseñó la piscina, presenciamos un rato el entreno de los nadadores y nos sentamos a charlar en la grada de la piscina que ha visto nadar a varios campeones de España e, incluso, nadadores olímpicos. No es fácil resumir 16 años de mandato en una charla de media hora, pero fue más que suficiente para entender que el CN Camargo es una familia.

Vimos un Jesús nostálgico, consciente de que queda poco al mando, pero orgulloso del trabajo realizado y confiado en que ha tomado la decisión correcta. Un tanto preocupado por la Copa Federación, la cual se disputa en febrero y donde Camargo ha ganado 17 de las 18 ediciones disputadas; 16 de ellas de forma consecutiva. “Este año tengo dudas, hay clubes muy fuertes, pero confío en mis nadadores”, aseguraba el futuro ex presidente que más ha hecho por la natación en Cantabria en los últimos lustros.

-¿Cuándo se funda el club?

El Club Natación se funda el 29 de octubre de 1991. Curiosamente, hasta el año de la pandemia el Trofeo Internacional de Natación llevaba siempre un año más que el CN Camargo, que se fundó a raíz de la inauguración de la piscina de La Vidriera. Se dejó de hacer el trofeo durante la pandemia y ahora vamos a la par. Somos uno de los clubes más longevos junto Astillero y Torrelavega, aunque no somos el más antiguo.

-¿Cómo ves la situación actual de la natación en Cantabria?

Lo que es triste para la natación cántabra es que somos el único club que sigue organizando un trofeo. Cuando yo empecé, había trofeos en Parayas, Astillero, Reinosa, Torrelavega… y ahora solo queda el nuestro. No hay condiciones en las piscinas en Cantabria. Nuestro trofeo está considerado como uno de los cinco o seis mejores por la Federación Española.

Por aquí han pasado dos campeonas del mundo: Erika Villaécija y Melani Costa. Han pasado también campeones del mundo…

-¿Hay cantera?

Lo que más llama la atención es que estamos viviendo una época dorada de resultados, yo no he conocido esto. Cuando yo empecé, si iban tres nadadores de Cantabria a un Campeonato de España ya era la leche, y no te cuento ganar medallas. Recuerdo que Juan Saro ganó una plata en 50 metros espalda, pero recuerdo campeonatos donde iba un cántabro, o dos, como mucho.

Ahora, entre todas las categorías, suelen ir más de 20 nadadores. Y conseguimos medallas, es que Joaquín (Pardo, nadador de Camargo) lleva doce medallas, y Teo (Del Río, nadador de Torrelavega) también. Acaba de ir al Europeo, donde ha hecho un campeonato de medallas en su categoría.

Una región que no apuesta por la natación está obteniendo los mejores resultados de su historia. La única piscina de 50 metros que se hizo en Cantabria, además de la de Parayas, fue la de Orlando y se hizo privada. Es increíble. ¿Por qué demonios el Ayuntamiento de Santander hace una piscina de 50 metros y se la concede a Orlando? Es inexplicable. Bueno, sí lo es. Es política. Sin tener piscina de 50 y sin tener apoyo importante, es el mejor momento de la historia de la natación en Cantabria. Es nuestra asignatura pendiente.

-¿Qué tiene de especial del CN Camargo?

La gran ventaja que tiene Camargo es que está junta directiva, y el equipo técnico, ha conseguido que un deporte individual se sienta como uno colectivo. La grandeza de nuestro club es que tenemos una gran cantidad de universitarios. Hay médicos, ingenieros… eso es lo que hay que intentar. El deporte es importante, pero no es lo único importante. Combinamos el deporte con la formación.

Nuestros técnicos son profesores, y lo primero que hacen es preguntar cómo han ido las notas. Después, ya pueden ir al agua.

Si bien he dicho que no se apoya la natación en Cantabria, nosotros tenemos mucha suerte porque el Ayuntamiento de Camargo nos apoya en todo momento. Sea del signo político que sea, porque yo he estado con Ángel Duque, con Diego Movellán, con Esther Bolado, y todos nos han ayudado económicamente, que sin ese apoyo no podríamos ser quiénes somos. Además de las instalaciones que tenemos.

-¿Cuándo empezaste y por qué?

Todos empezamos por nuestros hijos. Pero intentamos ser los padres de todos los nadadores. Salvo en los relevos, que ahí solo nadan cuatro, todos se tiran al agua. No hay que discutir como en el fútbol, que por qué no juega mi hijo etc. Entras por tus hijos, pero tienes que convencerte de que tus hijos son todos. Es complicado. No tienes ni que castigar a tu hijo, ni ponerlo por delante de todos los demás.

-¿Por qué has decidido dar un paso a un lado y dejar la presidencia del Club Natación Camargo tras 16 años al frente?

Les he prometido a los que vienen ahora que tendrán mi apoyo siempre, pero el paso que doy a un lado es definitivo. Por varias razones. Yo tengo 66 años, y a los 66 años la salud es lo más importante. Además, hace seis que no nada mi hijo. Ha llegado el momento de dar el paso a un lado.

Hay que apartarse del todo, dar un paso definitivo. Ayudar siempre que te lo pidan, pero apartarte del todo. El drama de los ex presidentes o ex políticos es que no se apartan. La imagen que dan los ex políticos es lamentable. Hay que apartarse del todo y no criticar todo lo que hay, las cosas son diferentes y hay que aceptarlo. Intentas dejar tu filosofía y lo traspasas, pero ahora los que toman decisiones son otros.

-¿Dejas el club en buenas manos?

Sí. Muy buenas. Hay siete personas que llevan con nosotros un par de años. Se van a ir conmigo Jesús Ibáñez y Gustavo García y el año pasado lo dejó mi mujer, que somos los cuatro que hemos estado desde el principio. No hemos estado solos, ha entrado y salido gente durante todo este tiempo.

Yo espero poder decir el nombre del nuevo presidente el 25 de enero, el jueves antes del trofeo cuando lo presentemos en La Vidriera.

-¿Qué valoración haces de estos años como presidente?

Para mí lo más importante es haber conseguido un club unido. Hemos intentado no frenar a nadie en su valoración individual, pero que sea un deporte colectivo. Los mayores son un referente para los que vienen y eso es muy importante.

Eso en lo que refiere a Camargo, y en lo que refiere a la natación individual hay un mérito que no me puede quitar nadie. En cuatro ocasiones, he frenado en la asamblea de la Federación Española, donde soy asambleísta, que los tiempos en piscina de 25 metros no valiesen para los Campeonatos de España en piscina de 50 metros. La última vez, la ganamos por tan solo un voto en octubre del 2022. Y estoy muy orgulloso.

Las tres primeras veces las ganamos de calle, y la última solo por un voto. Y si siguen así, lo van a conseguir. ¿Qué sentido tiene que los tiempos de 25 metros no valgan para las de 50 si hay convertidores? Que lo analicen, que miren si hay que subir o bajar tiempos. Pero es que dejan a mucha gente fuera. En Cantabria, a todos. Es mi mayor satisfacción.

-¿Cuáles han sido los mejores momentos de estos más de tres lustros de presidencia?

Los momentos buenos son los triunfos, evidentemente, pero sobre todo la unión del equipo. Cuando cantan el cumpleaños feliz en la piscina a un nadador. La sensibilidad especial cuando ha habido momentos malos, fallecimientos… hemos creado una familia.

-¿Y los peores?

Los complicados son cuando topas con esos padres que no atienden a razones y creen que sus hijos son los mejores. Incluso te retiran la palabra. Quieren que sus hijos sean los mejores y realizarse a través de ellos.

También la pandemia. Fue complicada porque todos nuestros técnicos están en nómina, es una de las primeras medidas que hicimos y no suele ser habitual que lo estén. El Ayuntamiento nos ayudó e incluso adelantamos dinero desde la directiva porque no había ingresos de cuotas, pero yo no quería hacer un ERE ni nada.

“La natación en Cantabria vive el mejor momento de su historia”