sábado. 04.05.2024

El amnésico soldado regresaba de las trincheras con alas de plomo en el vientre. La muerte afilaba su cuchillo sangriento. Antes de despedirse de este despiadado mundo entró en una cantina a beber cantidades ingentes de vodka, su bebida favorita.           

Mientras se entrecruzaban la puntería de la metralla y el camino curvo, se desvistió el uniforme militar. Cayó jadeando al suelo. Su último aliento fue el de toda la humanidad.

Mundo cruel
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