viernes. 29.03.2024

El Kanka llega el 15 de noviembre a Santander con su gira ‘Donde caben 2 caben 3’ en la que repasa temas de todos sus álbumes en un espectáculo en el que han puesto toda la carne en el asador, dando un paso más en su carrera.

-¿Qué se va a encontrar el público cántabro que acuda a tu concierto?

Un concierto muy bonito. Llevamos algo más de la mitad de la gira y la gente está respondiendo súper guay. Es un poco especial ya que no corresponde a ningún disco concreto. Es de aforo grande y supone dar un pasito más al proyecto y ver si aguanta este tipo de formato. Hemos querido estar a la altura y hemos dado un lavado de cara al show, metiendo canciones que hace que esté equilibrado, que pertenecen a todos los discos, además de dos temas del último EP. Hemos cuidado un montón de detalles, tenemos a un músico nuevo, también a un nuevo equipo técnico y un diseño de luces, algo con lo que nunca hemos contado a nivel visual. Hemos puesto toda la carne en el asador y ofrecemos lo mejor de nosotros mismos. La gente está encanta.

-¿Cómo definirías el sonido de ‘CanEpé’, tu último EP?

Como todos mis trabajos son cancioncillas escritas de mi puño y letra. En esta ocasión queremos que este disco sea una especie de regalo. No había pretensión detrás, ya que eran tres cancioncitas de la última añada, como un canapé para llenar estómago entre el disco anterior y el que venga. Lo grabamos en cuatro, cinco días y fue bastante rápido porque lo quería así.  Queríamos que todo fuese muy orgánico, muy natural y casi improvisado. Le dije al productor que no pensase nada, que no se volviese loco, al igual que a mis músicos de confianza. Nos reunimos allí y le dimos la vuelta a las canciones. Quería que saliesen casi desnudas, con pocos elementos y creo que eso se plasma y me da muy buen rollo. Fue muy disfrutón, muy natural, de fluir y se nota. Uno siempre pone el mismo cariño a las canciones pero no se sabe a dónde van a llegar. Las dos que tocamos en el directo han tenido una buena acogida y la gente las canta, así que son dos temas que seguramente se mantengan durante mucho tiempo en el repertorio. 

El 90% de mis colaboraciones han surgido de manera espontánea con mis amigos

-Tu carrera ha estado marcada también por colaboraciones con artistas como Road Ramos o Carmen Boza, ¿qué has sentido al poder trabajar junto a un músico tan reconocido como Jorge Drexler?

Lo he vivido con mucha ilusión. He de decir que el 90% de mis colaboraciones han surgido de manera espontánea con mis amigos. Por ejemplo, con Carmen Boza, hablamos de hacer una canción a medias y ya está. Sin embargo a Jorge no le conocía en persona, aunque si seguía su obra. Para mí es uno de los referentes, a nivel de canción de autor es uno de los músicos más importantes de América Latina. No ha parado de reinventarse siendo fiel a sí mismo, tiene unos pocos Grammys, un Oscar…ha tocado en más de medio mundo y creo que tiene una carrera envidiable. Es un ejemplo como músico, como autor y también por la inteligencia con la que ha llevado su carrera. Tuve la osadía y el descaro de invitarle a cantar una canción y él fue muy generoso. Inmediatamente me dijo que le encantaba y que lo hacíamos y eso que él empezaba la gira de su disco anterior. Se buscó un hueco y nos abrió las puertas del estudio que tiene en Madrid, fue muy generoso. Creo que incluso nos hemos cogido cierto cariño, no solo le tengo admiración sino también aprecio. No soy nada mitómano pero siempre hace ilusión trabajar con una persona que admiras, es muy enriquecedor.

-Esta gira te ha llevado a las principales ciudades españolas después de pesar por un festival como el Viña Rock, ¿cómo viviste aquella experiencia?

Hemos ido tres veces. La primera fue en la que más asustado estaba, ya que no dejo de ser un cantautor y el Viña es uno de los festivales más importantes de España, si no el que más, y uno de los más multitudinarios. Tiene un cartel eminentemente rockero pero abierto a estilos como el rap o el mestizaje. Allí te caen críticas a la mínima e iba con miedo y nervios, ya que era la primera vez que tocaba para tanta gente y la sorpresa fue mayúscula. El público colaboró desde la primera canción y desde ahí todo ha ido a mejor. El segundo año fue maravilloso, cayó la del pulpo hacia el final y aun así la gente se quedó, fue épico y divertido. Esta vez hemos tocado en mejor hora y allí anunciamos la gira. Hicimos un trato con ellos ya que ya tenemos una buena relación  y fue súper bonito. Cada vez más gente me conoce y viene a verme explícitamente. De hecho, repetiremos el año que viene. 

Con esta victoria inesperada de la parte más ‘derechosa’ de nuestra política me he levantado con tristeza y creo que eso también se respira en la calle 

-Tu primer álbum se publicó en 2013 bajo el título ‘Lo mal que estoy y lo poco que me quejo’. Analizando el panorama político actual, ¿podemos decir que era un presagio de lo que podía pasar en España?

Se podría aplicar perfectamente a los tiempos que corren. Ahora vivo en Madrid y aquí la ciudad se ha levantado triste, ves poca gente en la calle. Creo que hay una tristeza generalizada, nadie ha ganado las elecciones y todos se han quedado a medias. Además con esta victoria inesperada de la parte más ‘derechosa’ de nuestra política me he levantado con tristeza y creo que eso también se respira en la calle.

-¿Cuáles son tus proyectos de futuro?

Ahora terminar esta gira, que tiene el colofón en el WiZink Center, el 1 de febrero. También estaremos el año que viene en el Viña Rock, pero hay más cosas. Cuando acabemos sacaremos fechas nuevas y yo estoy componiendo, como siempre. Tenemos pensamiento de meternos en el estudio a finales del año que viene, principios del siguiente, porque ya me queman las canciones en la mano.

“Creo que tras las elecciones hay una tristeza generalizada”
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