jueves. 02.05.2024

La silicosis es una enfermedad pulmonar progresiva que se desarrolla por la exposición a polvo de sílice cristalina.

En la actualidad esta enfermedad no tiene una cura definitiva, salvo un trasplante de pulmón realizado con éxito.

Sí, se aplican tratamientos con diferentes tipos de medicamentos (Pirfenidona, Nintedanib o Tetrandrina), dependiendo de las características que presente cada paciente.

Instituciones sanitarias y profesionales del sector han expuesto la importancia que tiene realizar un diagnóstico temprano de la silicosis, con el fin de poder frenar todo lo posible su avance y reducir los síntomas que padecen los pacientes.

El problema añadido que tiene la silicosis es que los primeros síntomas se desarrollan al cabo de muchos años desde la exposición inicial.

De hecho, en función del período de desarrollo, es posible distinguir estas 3 clases de silicosis:

  • Silicosis crónica: puede tardar entre 10 y 20 años en desarrollarse desde la exposición en un entorno de concentraciones moderadas.
  • Silicosis acelerada: puede desarrollarse de 5 a 10 años después desde la exposición en un entorno de concentraciones altas.
  • Silicosis aguda: puede aparecer en menos tiempo, aunque igualmente podría tardar de 4 a 5 años, si la exposición se ha dado en entornos con concentraciones muy altas.

Esperar a que aparezcan los primeros síntomas supone dejar que la enfermedad se desarrolle sin obstáculos demasiado tiempo. De ahí la importancia de un diagnóstico temprano.

AVANCES EN EL DIAGNÓSTICO TEMPRANO DE LA SILICOSIS

La investigación sobre la silicosis y su posible cura o tratamiento efectivo lleva desarrollándose durante los últimos años de una forma constante.

Algunos avances en el diagnóstico temprano de la silicosis sí se han conseguido, aunque en algunos casos ha servido para descartar ciertas técnicas que han demostrado ser ineficaces.

MÉTODOS TRADICIONALES PARA EL DIAGNÓSTICO TEMPRANO DE SILICOSIS

En la actualidad la legislación vigente ya indica la necesidad de que los profesionales que han podido estar expuestos al polvo de sílice cristalina tienen que seguir protocolos de supervisión constantes.

Hay muchas pruebas médicas para ello. Algunas de las más utilizadas son las siguientes:

  • Radiografías torácicas.
  • Tomografías computarizadas de alta resolución.
  • Pruebas de función pulmonar.
  • Cuestionarios de salud.

El problema que tienen todos estos métodos es que no ofrecen resultados que puedan aprovecharse, hasta que la enfermedad ha progresado ya de forma significativa.

Pese a todo, la radiografía de tórax sigue siendo el método con el que se descubren más casos de silicosis. Y si con este recurso no se identifica bien la enfermedad, un TAC de tórax puede ofrecer información más precisa.

LA HRCT PARA DIAGNÓSTICO DE SILICOSIS

La HRCT o tomografía computarizada de alta resolución está considerada como más específica y sensible que la radiografía estándar, sobre todo si se busca detectar cambios parenquimatosos tempranos, enfisemas o engrosamiento pleural.

Sin embargo, esta tecnología tiene algunos problemas. Además de requerir un alto coste para su implementación y aprovechamiento, expone también a los pacientes a la radiación.

Además, la comunidad científica coincide en que se requieren más estudios para el aprovechamiento de HRCT, con los que establecer una correlación más exhaustiva de los datos y los resultados de imagen respecto a lo que pueda padecer el paciente.

LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS EN EL DIAGNÓSTICO TEMPRANO DE LA SILICOSIS

De todos los posibles recursos que podemos aprovechar actualmente para el diagnóstico temprano de la silicosis, las nuevas tecnologías son las que ofrecen resultados más prometedores.

Herramientas radiológicas habilitadas por Inteligencia Artificial pueden ayudar a detectar neumoconiosis como la silicosis, además de acelerar el trabajo de los médicos y todo ello con una mayor seguridad para los pacientes.

BIOPSIA PULMONAR PARA EL DIAGNÓSTICO TEMPRANO DE LA SILICOSIS

También se ha propuesto aprovechar la biopsia pulmonar para el diagnóstico temprano de la silicosis; sin embargo, se recomienda evitar esta técnica a no ser que sea absolutamente necesaria, ya que la intervención puede tener repercusiones desfavorables.

En cualquier caso, se da la situación que, cuando los pacientes no presentan antecedentes de exposición ocupacional y las radiografías o la HRCT no ofrecen resultados coincidentes, la biopsia pulmonar es la forma más precisa de establecer un diagnóstico preciso.

Por otro lado, todavía no hay un acuerdo unánime sobre qué tipo de biopsia es la más adecuada. La biopsia pulmonar quirúrgica se recomienda solamente si no hay manifestaciones clínicas relevantes del avance de la silicosis.

Pese a ello, la criobiopsia transbronquial de pulmón es vista con mayor seguridad y precisión que la anterior, ya que puede ofrecer información significativa más útil.

La biopsia pulmonar transbronquial tampoco es recomendable para casos de silicosis, dado que la muestra que se obtiene con ella es de pequeño tamaño.

Por último, la biopsia por punción percutánea guiada puede ofrecer un diagnóstico auxiliar de gran utilidad, aunque hay que tener en cuenta que tiene riesgos importantes en su desarrollo.

En conclusión, el diagnóstico temprano de silicosis disfruta de algunos avances prometedores, como la implementación de Inteligencia Artificial en estos procesos, pero sigue requiriendo inversión médica y científica, para poder detectar lo antes posible esta enfermedad pulmonar.

Últimos avances en el diagnóstico temprano de la silicosis
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