viernes. 26.04.2024

La expectación en torno al futuro blaugrana de Pablo Torre sigue sumando capítulos. A sus diecinueve años, el jugador cántabro puede presumir no sólo de haber fichado por el Fútbol Club Barcelona, sino también de estar sumando minutos en la pretemporada que viene firmando el club catalán. El joven centrocampista está aprovechando las oportunidades que le ofrece Xavi Hernández, haciéndolo además a base del buen toque, la calidad y la visión de juego que lo constituyen como futbolista. Pudo verse en las citas contra el Olot, el Inter de Miami o la Juventus, donde dejó destellos que confirman que su participación en el nuevo curso podría tener un peso importante.

Si bien es cierto que la competencia este año en la sala de máquinas es mayúscula, Torre está demostrando, más allá de una habilidad incuestionable, su compromiso con el esfuerzo y la entrega en cada partido. No es fácil hacerlo bajo la presión que trae consigo vestir una camiseta de ese nivel, y menos a una edad tan temprana. El jugador sabe que cuenta con el visto bueno de su técnico, que no se corta un pelo a la hora de manifestar públicamente la esperanza que tiene depositada en él. Xavi es claro al respecto. Según sus palabras, el exracinguista está sorprendiendo a todos por su capacidad de adaptación y lo bien que asimila el estilo Barça y el juego asociativo.

Las coordenadas invitan al optimismo, al menos a corto plazo, pero conviene mantener la cautela ante un futbolista que todavía se encuentra en proceso formativo. Esta es la idea que se desprende de las últimas declaraciones del entrenador azulgrana, que no duda en afirmar que Torre estará en la rutina del primer equipo y que cuando sea necesario jugará en el filial. Estas dos semanas de gira por los Estados Unidos están permitiendo al cuerpo técnico evaluar con mayor detalle el potencial del jugador. Por ahora, lo que sí es evidente es la lista de nombres que también buscan la regularidad en el centro del campo: Pedri, Gavi, Nico, Busquets, De Jong, Pjanic y Kessié.

El salto de categoría siempre implica una prueba de fuego, máxime cuando la distancia entre una y otra es tan pronunciada, como es el caso. Pablo Torre está recién llegado de la Primera RFEF, donde fue la gran estrella del Racing de Santander, y ahora se enfrenta a la etapa más exigente de su corta carrera: convencer de su valía al entrenador de uno de los mejores clubes del mundo. El chico lleva apenas unas semanas compartiendo vestuario con figuras tan míticas como Busquets o Lewandowski, haciéndolo además sin arrugarse, con la suficiencia que da el talento.

La proyección que mantiene el de Soto de Marina podría despertar incluso el interés del seleccionador nacional. Los test de pretemporada ayudan, pero está por ver cómo se desenvuelve el mediapunta en los encuentros de primerísimo nivel. A su favor está la confianza que Luis Enrique está demostrando tener en el cambio generacional, circunstancia que ha llevado a esta absoluta a llegar a las semifinales de la Euro y a meterse en la final de la Liga de Naciones. Torre encajaría bien en este grupo de jóvenes, que además se muestra como un firme candidato para llegar lejos en Qatar. No en vano, las opciones del combinado español para levantar la copa ya empiezan a circular por las Apuestas mundial de fútbol 2022, donde las primeras cuotas le otorgan aproximadamente un diez por ciento de probabilidades de salir campeón.

La afición está con Pablo Torre y quiere verlo sobre el terreno de juego, aunque sea de manera intermitente, junto al resto de chavales que están llamados a marcar una época en la historia del Barça. Con más de una veintena de partidos por delante hasta que llegué el parón por el Mundial, seguro que el cántabro seguirá tratando de ganar una mayor presencia en el once de Xavi. Sólo cabe esperar que siga cuajando buenas actuaciones como las que le han hecho ser un jugador diferente.

Pablo Torre, con opciones serias de competir en la medular azulgrana
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