jueves. 25.04.2024

Contra lo que comúnmente se piensa, los tratamientos de ortodoncia no solo persiguen corregir un problema estético. La mala alineación o el apiñamiento dental suelen acarrear otras patologías asociadas, casi todas ellas derivadas de una mala mordida.

Las más habituales son:

  • Dolores de mandíbula, cuello, cabeza y oído
  • Desgaste prematuro o irregular de la dentadura
  • Mayor probabilidad de sufrir en el futuro una periodontitis

Adicionalmente, la ortodoncia también es útil para tratar algunos casos de prognatismo (mandíbula adelantada) y de mandíbula retraída.

Pero ¿cuál es la edad idónea para comenzar un tratamiento de ortodoncia dental?

LA ADOLESCENCIA, EL MOMENTO IDEAL PARA CORREGIR LOS TRASTORNOS DE ALINEACIÓN Y APIÑAMIENTO DENTAL

Aunque hay casos en los que es necesario aplicar un tratamiento de ortodoncia a niños que aún tienen los dientes de leche, lo más habitual es que este tipo de terapia se posponga hasta la adolescencia o la preadolescencia.

Es en este momento cuando el afectado ya dispone de su dentición definitiva completa. Por lo tanto,  esperar a la edad adulta para solucionar los problemas de apiñamiento o desalineación dental provocará que los trastornos de alineación se hagan más acusados y sea más dificultoso corregirlos.

EL PRINCIPAL ESCOLLO DE LA ORTODONCIA EN ADOLESCENTES: LA APARIENCIA ESTÉTICA DE LOS BRACKETS

Sea cual sea la edad del paciente, los brackets en sí mismos puede causar unos inconvenientes mínimos:

  • Molestias debidas a la tensión ejercida sobre las piezas dentales que remiten en breve
  • Necesidad de seguir unas pautas muy estrictas de higiene dental
  • Mayor probabilidad de sufrir aftas o infecciones bucales de poca enjundia

Pero en la adolescencia podemos encontrarnos con una dificultad adicional: la resistencia del adolescente o preadolescente a llevar colocado un dispositivo de ortodoncia.

Tengamos en cuenta que los adolescentes se encuentran en una etapa vital en la que prima la inseguridad: aunque el cuerpo comience a parecerse al de un adulto, la mentalidad está aún demasiado próxima a la niñez.

Los adolescentes son más proclives a los prejuicios de índole estética que los adultos. Y para algunos de ellos, llevar un aparato de ortodoncia puede ser una cuestión traumática.

Entonces, ¿qué debemos hacer si nuestro hijo adolescente se niega en redondo a seguir el necesario tratamiento de ortodoncia? ¿Transigimos o le obligamos a llevar puestos los brackets?

ORTODONCIA INVISIBLE: LA ALTERNATIVA PARA ADOLESCENTES CON REPAROS ESTÉTICOS

Afortunadamente, el ortodoncista dispone de una alternativa que será aceptada por el adolescente: la ortodoncia invisible.

Las prótesis de ortodoncia invisible consisten en unas férulas, adaptadas micrométricamente a la dentadura y cavidad oral del paciente.

Las férulas recubren totalmente los dientes y están construidas con un material transparente de alta consistencia. El resultado es que son invisibles a primera vista: para detectarlas, un observador tendría que fijarse atentamente en la boca abierta de quien las porta.

Su eficacia es igual (y en ciertos casos superior) a la de los brackets y los tratamientos suelen ser de menor duración.

Además, son removibles y pueden quitarse durante un par de horas al día. Esto no solo supone una mayor facilidad de limpieza, sino que el adolescente puede prescindir de ellas en ciertos momentos puntuales, pongamos por caso una cita o una sesión de fotos.

En definitiva, la ortodoncia invisible es el instrumento ideal para que nuestros hijos adolescentes acepten el necesario tratamiento, sorteando sus inseguridades o complejos estéticos.

Importancia de la ortodoncia en la adolescencia
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