viernes. 26.04.2024

Los ejercicios para estar en buena forma, los entrenamientos deportivos y los programas de rehabilitación cuentan con una diversidad de aparatos electrónicos especialmente diseñados para mejorar y controlar la experiencia. La idea es siempre ayudar a que las personas puedan alcanzar más rápido y de manera segura las metas que se planteen.

Una gran cantidad de estudios científicos del área deportiva recomiendan la electroestimulación como uno de los avances técnicos formación que ayuda en las actividades deportivas y fitness.

LOS BENEFICIOS DE LOS EQUIPOS DE ELECTROESTIMULACIÓN

Quien entrena con un electroestimulador puede comprobar la gran cantidad de beneficios que aporta el uso de estos aparatos que fue analizado en el XVIII Congreso de la Sociedad Internacional de Electrofisiología y Kinesiología (ISEK), efectuado en Aalborg, Dinamarca.

Los expertos señalan que el empleo del electroestimulador aumenta la activación muscular y ayuda a la contracción de las fibras, permite tener más aguante, ayuda a incrementar la masa y la fuerza muscular, elimina toxinas y todo con mínimo riesgo de lesiones.

En el área de terapia, además, ayuda a relajar los espasmos musculares, previene la atrofia por desuso, permite prevenir la trombosis venosa, reduce el dolor y hace más elásticos los músculos.

Estos equipos para la Estimulación Muscular Eléctrica (EMS) o electroestimuladores generan distintos tipos de impulsos eléctricos desde una consola que los envía a unos electrodos que se adhieren a la piel sobre los músculos que se quieren estimular. El aparato imita la acción del sistema nervioso central causando que los músculos se contraigan, tal como ocurre cuando se hace ejercicio.

Es un elemento que aporta mucho al entrenamiento de usuarios de distintos niveles. Se utiliza con frecuencia en los programas de rehabilitación ante cualquier tipo de lesiones. Ayuda en los casos en los cuales exista pérdida de masa muscular o quienes tienen imposibilidad o dificultad motora total o parcial.

Es una estrategia efectiva para que los músculos se ejerciten aunque el atleta o paciente no pueda moverse. Es complemento tanto para mejorar la condición estética, terapéutica o recuperar condiciones físicas.

Para elegir el aparato adecuado, lo recomendable es asesorarse por medio de sitios web especializados y, en caso de terapia, tener en cuenta la recomendación del médico tratante.

UN ENTRENAMIENTO ÓPTIMO Y SEGURO

Para cuidar la salud durante los ejercicios, entrena con un pulsómetro, el cual es el mejor complemento para las actividades físicas. Este aparato cumple la función de monitorizar el ritmo cardíaco, lo que permite conocer la intensidad del entrenamiento.

El pulsómetro ayuda a optimizar el esfuerzo al detectar la frecuencia cardíaca para adaptarla al objetivo que se desea alcanzar. Lo que recomiendan los centros especializados y estudios de salud es un tipo de ritmo según la edad. Para personas de más de 50 años es recomendable hacer ejercicios de intensidad moderada, con una frecuencia cardíaca máxima (FCM) en un rango entre 50% y 70%. En el caso de intensidad alta la FCV entre 70% y 85%.

Saber los valores ayuda a saber cómo está la condición física y hasta dónde se puede llegar. Esto permite saber también qué tanta grasa se está quemando durante los ejercicios.

GRANDES BENEFICIOS

El uso de los pulsómetros en la actividad física aporta al menos cuatro beneficios.

  • El primero es que facilita la obtención de datos como: tiempo dedicado a entrenar, esfuerzo gastado en la actividad, grado de fatiga.
  • Lo segundo es que es una forma efectiva de evaluar la condición física, permitiendo hacerse una idea clara del estado del sistema cardiovascular en el tiempo de ejercicio.
  • En tercer lugar, permite saber la capacidad que muestra el corazón para recuperarse luego de una tanda de entrenamiento.
  • Por último, el pulsómetro se convierte en una especie de entrenador personal, que permite ver cuándo se requiere hacer más esfuerzo para conseguir los objetivos propuestos.

LOS TIPOS DE PULSÓMETROS

A la hora de escoger el pulsómetro adecuado entran en juego varios factores como el tipo de actividad, el presupuesto y la calidad del equipo. Una recomendación que puede servir de guía es ingresar a páginas comparadoras para seleccionar aquel que más se adapte a las necesidades del usuario.

Existen varios tipos de pulsómetros deportivos: con banda, sin banda, según la actividad (triatlón, ciclismo, natación), o por marcas. Es cuestión de gusto y el destino que se le dará.

Los modelos de pulsómetros básicos son tres: el de banda pectoral (polar), los sensores de dedos y los que miden el ritmo cardíaco desde la muñeca, estos últimos los más novedosos, debido a que es más cómodo al usarse como un reloj.

El pulsómetro polar tiene tres partes: banda pectoral, el sensor y el reloj de muñeca. El sensor se ubica en la banda pectoral para llevar control en tiempo real y envía la información al reloj de pulsera. Muestra calorías gastadas, pulsaciones, porcentajes y otros datos.

El sensor de los dedos es de uso menos frecuente. No da la información al instante, pues se requiere detener el ejercicio para saber los detalles que registra.

El pulsómetro de muñeca monitorea el flujo sanguíneo a través de la piel, por medio de leds ubicados en la parte posterior del reloj. Es más fácil de utilizar, aunque no tan preciso como el de banda pectoral.

Existe una fórmula simple para medir la FCM que se logra al restarle al número 220 la edad de la persona. No obstante, es siempre aconsejable consultar al médico antes de someterse a ejercicios extremos o procesos de rehabilitación.

Este sistema de pulsómetro es ideal para ejercicios como correr, caminar, escalada, esquí, ascenso, montañismo. Cuando se está en régimen para bajar de peso, permite controlar la quema de calorías. En casos de rehabilitación y terapia es particularmente útil para evaluar el nivel de resistencia y recuperación.

Tanto el medidor de pulso como el estimulador de músculos se han convertido en piezas indispensables para quien ama los ejercicios.

Electroestimuladores y pulsómetros: aliados para controlar y mejorar el entrenamiento
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