jueves. 28.03.2024

Llegado el momento de suscribir una póliza, es importante comprobar si el seguro para coche cubre la rotura de las lunas. Ello es así porque los cristales de un automóvil contribuyen a la comodidad y seguridad de sus ocupantes.

Por ejemplo, un parabrisas en buen estado protege del aire, la lluvia, la nieve, el granizo… De igual manera, evita que los insectos penetren en el habitáculo y filtra los rayos solares. Y no menos importante: minimiza las consecuencias en situaciones como un accidente de tráfico con vuelco. 

¿EL SEGURO OBLIGATORIO CUBRE LA ROTURA DE LUNAS?

A pesar de ello, el seguro para coche obligatorio no cubre las posibles roturas de lunas que pueda sufrir un vehículo. Por ley, la modalidad de aseguramiento más básica solamente debe cubrir los daños personales o materiales que se causen a terceros. Es decir, la responsabilidad civil.

A partir de ahí, el nivel de protección del conocido como Seguro a Terceros queda en manos de las aseguradoras. Así, es habitual que el mismo incluya las garantías de Defensa Jurídica y Reclamación de Daños, mientras que la cobertura de Rotura de Lunas suele ofrecerse en el denominado Seguro a Terceros Ampliado.

¿CUÁL ES EL ALCANCE DE ESTA COBERTURA?

Actualmente, según datos de la patronal Unespa, nuestro país cuenta con un parque de 33 millones de vehículos a motor asegurados. De ellos, en torno a 25 millones disfruta de la cobertura de Rotura de Lunas. Sin duda, se trata de una garantía de gran utilidad. Buena muestra de ello es que los seguros de coche atienden en torno a 1,5 millones de percances relacionados con los cristales al año.

En cuanto a su alcance, esta garantía cubre la reparación, colocación y sustitución del parabrisas, la luneta trasera y las ventanillas laterales cuando los daños sean debidos a una causa ajena a la voluntad del asegurado. Un ejemplo habitual son los impactos accidentales de piedras o gravilla en el parabrisas.

Al incluir la cobertura de Rotura de Lunas en el seguro es conveniente leer las condiciones generales. De manera especial, las exclusiones. Ello es así porque no suele cubrir elementos como techos fijos, corredizos ni practicables, grupos ópticos, intermitentes, espejos retrovisores… Y tampoco los deterioros ocasionados por el uso.

¿EN QUÉ OTROS SUPUESTOS ESTÁN CUBIERTOS LOS CRISTALES?

Pero, al margen de la citada, otras garantías también cubren la rotura de los cristales de un vehículo. Una de ellas es la cobertura de Riesgos Extraordinarios, presente en todas las modalidades de seguro y cuya competencia recae en el Consorcio de Compensación de Seguros.

Por lo tanto, dicha entidad es la encargada de indemnizar ante los daños que pueda sufrir un automóvil, incluyendo sus lunas, debido a fenómenos de la naturaleza como erupciones volcánicas o terremotos. Y también como consecuencia de acciones terroristas, tumultos populares o actuaciones de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

Igualmente, un seguro de coche que incluya las coberturas de Incendio y Robo facilita reemplazar los cristales que resulten dañados en dichos supuestos. Y, por último, el Seguro a Todo Riesgo cubre las roturas de lunas cuya responsabilidad sea atribuible al propio asegurado.

¿Cuándo está cubierta la rotura de lunas en un seguro para coche?
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