jueves. 28.03.2024

La economía de Cantabria ha experimentado importantes reconversiones desde la década de los 70 hasta la actualidad. Uno de los privilegiados que ha vivido estos cambios de primera mano ha sido el torrelaveguense Ángel Agudo, que ocupó, entre otras muchas responsabilidades, la Consejería de Economía y Hacienda en el Gobierno regional entre los años 2003 y 2011. Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales, es desde hace casi tres décadas profesor de Comercialización e Investigación de Mercados en la Universidad de Cantabria.

FIN DEL FRANQUISMO Y LLEGADA DE LA DEMOCRACIA

Sin lugar a dudas, la llegada de la democracia traía consigo importantes desafíos para la economía de Cantabria, que se veía obligada a experimentar notorios cambios para poder ser competitiva en el mercado, como el propio Agudo apunta. “La región, y en general todo el país, venía de un sistema económico con unas bases muy fuertes y un sistema autárquico que tenía que pasar a ser una economía abierta que compitiese en el mundo con un sistema de libertades y derechos”. Todo esto se veía acentuado por los enormes desequilibrios existentes dentro de la economía nacional, con una tasa de inflación por encima del 20% que llevó a los Pactos de Moncloa, surgidos con el objetivo de atajar esta situación.

Esta reconversión del modelo productivo originó momentos complicados, ya que Cantabria era entonces la tercera provincia con un peso más fuerte en la industria de todo el país, con presencia en todos los sectores, desde los astilleros, a la química, textil o la siderurgia. “En esos momentos existía un conjunto de empresas pequeñas al hilo de otras tractoras potentes y conocidas que conformaban un tejido industrial muy potente para el que la reconversión era imprescindible, ya que la estructura que existía era muy poco competitiva. Esto generó un evidente conflicto con escenas para la historia de la región y episodios lamentables, como la muerte de un trabajador en Reinosa”.

De igual forma, Agudo considera que se debe destacar que “aquella movilización, secundada por gran parte de la ciudadanía, fue canalizada por los sindicatos hacia un diálogo y un pacto. A un acuerdo que menguaron los costes sociales y laborales que hubo que pagar por convertir esta economía obsoleta en algo más moderno. Todos los agentes sociales llegaron a grandes acuerdos. El movimiento sindical de España ha sido muy poco reconocido, tras el esfuerzo que se hizo en la transición. Estos pactos suponían aceptar un sacrificio para conseguir un futuro económico y consolidar la democracia”.  Un momento que bajo su juicio choca con la situación actual que atraviesa España, con “una enorme polarización, desacuerdo político y un lamentable desapego de la ciudadanía a la política”.

REGIÓN INDUSTRIAL DE CANTABRIA

Hablar de industria en Cantabria es hacerlo de la cuenca del Besaya y más concretamente, de Sniace. El propio Agudo vivió este proceso desde dentro. “El Gobierno de España nos planteó un plan de reconversión industrial de los sectores productivos y Sniace fue la primera empresa de Cantabria que se acogió a los mismos, como consecuencia de una propuesta de negociación que también generó  conflicto. Esta era el prototipo de empresa del régimen franquista. Tenía garantizado el mercado y los incentivos a hacer cambios y modernizarse eran nulos. Además, existía paternalismo en las relaciones laborales. También entraba en juego una parte importante de lo que ahora llamaríamos responsabilidad social corporativa, con algunos empleados a los que se les cubría desde la luz hasta la vivienda o el transporte. Cuando se abre el horizonte de la economía española, la producción no es acorde al mercado. Existe un exceso de costes y plantilla, lo que lleva a la convulsión y a una serie de movilizaciones. En aquel momento no se sabía quiénes eran los propietarios de la fábrica y no se encontraban interlocutores que representaran los intereses del capital. Al final se llegó a un acuerdo en unas asambleas convulsas, en las que se consiguió canalizar la situación”. 

La situación del verano del 81 en Sniace venía precedida de conversaciones y encuentros con una empresa que en ese momento debía 300.000 días de vacaciones a los trabajadores. En aquella época los empleados faltaban sin aviso previo porque debían, por ejemplo, recoger la hierba, no existía planificación y los empleados  jamás tenían 30 días de descanso. Todo esto generaba un problema productivo.

Además, ahora considera que la fábrica dejó pasar una gran oportunidad de ser realmente competente. “Sniace ha ido en una paulatina caída permanente. Tuvo una gran oportunidad cuando nosotros estábamos en el Gobierno, al hilo del Plan de Energía Renovable, para transformarse. Había un proyecto serio para participar en energía eólica, en una planta de Bioetanol con una inversión de más de 100 millones de euros con cofinanciación de la Unión Europea y del Banco Europeo de Inversiones. También hubo un proyecto interesante vinculado a las aulas para producir energías renovables. Se hicieron esfuerzos para reducir grandes problemas como el de la contaminación del Besaya y la Ría de Suances. También había un proyecto para producir toallitas biodegradables… todo se truncó sin sentido y eso ha llevado al cierre actual. Ahora habrá que ver si los activos productivos tienen valor para que puedan convertirse en una oportunidad para un inversor que crea que tiene futuro, con otro modelo de producción acorde a las necesidades reales del mercado”.

Ángel Agudo Ángel Agudo considera "beneficiosa" para el conjunto de la economía del país la entrada en la CEE

LA ECONOMÍA DE ESPAÑA SE ABRE A EUROPA

Uno de los momentos claves para la economía de Cantabria fue la entrada de España en la Comunidad Económica Europea, algo que bajo el punto de vista de Agudo fue “beneficioso” para el conjunto de la economía de todo el país, aunque se debe matizar que tuvo costes. “Cuando entras a un club con socios, te pueden acoger bien, pero también conlleva sacrificios. El saldo es absolutamente positivo. Un matiz que en Cantabria tiene una importancia capital es que nosotros no hemos sabido o podido recoger las oportunidades que nos daba esta entrada”.

Uno de los ejemplos es el programa ‘Objetivo 1’, que acogía a regiones europeas que en función de determinados parámetros se situaban en peores condiciones. Cantabria solo estuvo un periodo pudiendo haber estado en tres. “Cuando gobernaba Hormaechea decidió que ir a pedir dinero a Europa era de pobres. Ahí se perdió la oportunidad de que llegasen cientos de millones de euros para llevar a cabo proyectos. Otro momento clave fue cuando Cantabria sale del Objetivo 1 a cambio de que España mantuviese a Comunidad Valenciana dentro. Aquí no supimos discutir las contrapartidas que nos daba el Gobierno por este sacrificio, y es una rémora que estamos pagando. Entramos tarde y salimos pronto”.

Esta entrada a la Comunidad Económica Europea también supuso un cambio en la producción ganadera tradicional de Cantabria. “Aquí las cuotas salvaron parte de la capacidad productiva de Cantabria. Había excedente de leche en polvo, toneladas, y si España no hubiera tenido las cuotas lo que hubiera ocurrido es la eliminación de las explotaciones ganaderas, porque nos hubieran inundado con la leche que sobraba en el norte de Europa. El problema es que España negoció, o tuvo que aceptar, una cuota por debajo del consumo del país. A la vez, evidentemente había que producir leche en unas condiciones rentables y eso lo que trajo consigo fue la desaparición de pequeñas explotaciones con viabilidades difíciles de sostener en aquel momento. El número de explotaciones ganaderas pasó de más de 20.000 a cerca de 2.000”.

DESAPARICIÓN DE LA ECONOMÍA MIXTA

Estos periodos de reconversión llevaron a la progresiva desaparición del modelo de economía mixta tan extendido en Cantabria en aquella época. “Una vez que se abre la economía, se trata de un modelo inviable, ya que se trataban de explotaciones de tamaño reducido, que difícilmente podían tener una economía de escala y rendimientos aceptables en términos económicos y sanitarios. Además en la industria había una sobredimensión de las plantillas con personal poco cualificado y mal pagado. Todo eso produce que en algunas zonas se genere despoblamiento y poco arraigo de la población. Ese es el reto que tenemos por delante. El momento actual nos está demostrando que el mundo rural tiene virtudes si infraestructuras acordes al siglo XXI para desarrollar a partir de ahí espacios de emprendimiento y desarrollo económico con negocios que busque nichos de mercado disponibles. No nos podemos plantear superproducciones pero sí producciones de calidad, que den valor añadido, como la ganadería ecológica o el desarrollo del turismo inteligente vinculado a experiencias basadas en la identidad del territorio”.

“SI TÚ NO SABES DÓNDE QUIERES IR, NUNCA LLEGARÁS”

Estos cambios han llevado a que Cantabria haya perdido el pulso con otras comunidades limítrofes, algo que Agudo achaca a la falta de plan estratégico. “La región no tiene definido un horizonte ni una propuesta estratégica compartida y sostenida en el tiempo, compartida por los agentes económicos y políticos que sea un buque en el todos avancen en una dirección. Se debe tener claro cuál es el horizonte aunque varíes el rumbo y la velocidad. No lo ha habido salvo excepciones como los Planes de Gobernanza. Si tú no sabes dónde quieres ir, nunca llegarás. Cantabria tiene la oportunidad de ver cómo utilizar los fondos de la Unión Europea como consecuencia del Covid-19 y todavía no sabemos lo que queremos. Europa ha dejado claro qué camino quiere seguir y deberíamos haber centrado los proyectos en ello. No ha habido un debate previo, sereno, compartido, abierto a la sociedad. Existen 600 millones de euros en Bonos Verdes para proyectos ecológicos y eso Cantabria podría aprovecharlo a través del ICAF, y no lo hace.

Esta evolución del sistema productivo se ha llevado a cabo en toda Europa, avanzando hacia una economía de servicios. “Lo que debemos analizar es qué tipo de servicios ofrecemos. Podemos tener muchos de poco valor, con mano de obra poco cualificada y salarios muy bajos, vinculados a la temporalidad, pero también existen otros servicios de gran cualificación, vinculados a la ciencia, a la digitalización, a la tecnología sanitaria… estos tienen que tener un peso junto a otros de otro nivel para que la economía sea resistente. En Cantabria tenemos un dato muy por debajo de la media española, no digamos ya de Europa, en I+D+i. Esta pandemia demuestra que la ciencia es básica y que a partir de ella hay que construir un futuro económico. La ciencia debe ser una actividad productiva y es un reto que nos falta en España. Existe una gran producción en términos de artículos en revistas cualificadas pero estamos a la cola en patentes, que es lo que permite generar empleo”.

Para ello es necesario generar un ecosistema que permita dar ese paso, y eso se debe lograr gracias a las infraestructuras públicas y privadas. “Se ha manoseado la palabra emprendimiento. Hablan de ello cuando hablan de autónomos,  con todo mi respeto. Hay que canalizar el talento que existe en la juventud en actividad productiva. Retenerlo y atraerlo”.

PASO POR EL GOBIERNO

A la hora de hablar de su paso por el Gobierno, el exconsejero lo recuerda como una “experiencia maravillosa, con todos sus matices negativos pero que te permite ver los problemas de la gente desde una perspectiva que de otra manera no tienes”.  Durante esta época destaca el “esfuerzo de comunicación de los presupuestos”, algo que consideraban “imprescindible” para que la gente supiera en qué se gastaba el dinero.

Recuerda con especial orgullo los Planes de Gobernanza. “Por primera vez había una perspectiva de hacia dónde se iba. Primero hubo uno y tres años después el segundo. Se lo presentamos a la OCDE y las personas que lo hacían estuvieron en varios países explicando su metodología”.

Otro de los hitos más especiales fue la creación del ICAF, un banco de desarrollo regional que fue capaz de movilizar en poco tiempo 300 millones de euros de inversión, que permitió la construcción de colegios y centros de salud con financiación que no dependía de los presupuestos. “Fue un instrumento financiero para canalizar inversiones, que ya no cumple su papel. Creo que es el gran desconocido para muchos gobernantes y ciudadanos que no entienden el instrumento y como no lo entienden, no lo hacen caso. Se está perdiendo una oportunidad histórica de captar fondos con base a proyectos”.

De aquella época también menciona el ‘Proyecto Comillas’, que se fue al garete al cambiar el gobierno. “Ahora debería haber un proyecto en esa zona de Cantabria de enorme importancia, vinculado a la lengua y cultura española, con personas de todo el mundo. También habíamos adjudicado las obras para restaurar lo que quedaba del seminario menor de Comillas, pero sin ningún motivo, ahí se quedó parado”.

Eso en cuanto a lo tangible, en cuanto a lo que no lo es, Agudo destaca que la Ley de Comercio y Consumo “fue la más avanzada de Europa, redactada por un equipo multidisciplinar que la presentó y la desarrollamos en la Cátedra de Derecho Mercantil de la Universidad de Cantabria, que está especializada en temas de arbitraje de consumo y que  ha colaborado en el Libro Verde del Consumo de Europa”.

El otro es el ICANE. Existía en aquel momento una falta de información estadística en Cantabria. Por ello se creó un instituto, montado por el actual presidente del INE de España, Juan Manuel Rodríguez Poo, que “hizo una labor extraordinaria que generó reconocimiento entre todos los colegas a nivel nacional. Ha contribuido a que la sociedad tenga una información que faltaba. La guinda es el análisis de la misma. Habíamos puesto en marcha la creación de un Instituto de Investigación Económica. Teníamos el camino andado, porque tan importante es tener información como analizarla, y en Cantabria hemos carecido de análisis profundos. Son instrumentos básicos para una buena gobernanza”.

Viene de: 

[BLOQUE 4 | ARTÍCULO 16] Las profundas transformaciones de la estructura económica cántabra de 1973 a 1986

[BLOQUE 4 | ARTÍCULO 15] El perfil de la Cantabria actual y la incidencia del cantabrismo

[BLOQUE 4 | ARTÍCULO 14] El PRC, fuerza hegemónica de Cantabria

[BLOQUE 3 | ARTÍCULO 13] Retorno de la derecha al poder: “Lo llaman democracia y no lo es”

[BLOQUE 3 | ARTÍCULO 12] Y en el 2003... Revilla presidente

[TRIBUNA VI] | Breves apuntes sobre Conceju, la izquierda cantabrista

[BLOQUE 3 | ARTÍCULO 11] Cantabria, comunidad histórica y soberanismo

[TRIBUNA V] | Las contradicciones iniciales de la Autonomía de Cantabria: Crisis institucional y regionalismo revillista

[BLOQUE 3 | ARTÍCULO 10] “Charlotín (refiriéndose al expresidente José María Aznar) no es de fiar porque solo se acuesta con su mujer”

[BLOQUE 03 | MESA REDONDA]​ "Hormaechea tenía en mente la creación de un partido nacionalista"

[BLOQUE 03 | ARTÍCULO 09] El PRC llega al gobierno con el fin del cantabrismo de la derecha y el surgimiento del soberanismo cántabro

[TRIBUNA IV] | ICU: La primera alternativa de izquierda nacionalista cántabra

[BLOQUE 03 | ARTÍCULO 08] “ICU reconoce el derecho de los pueblos a su autodeterminación, incluido el de Cantabria”

[BLOQUE 02 | ARTÍCULO 07] “Cantabria no es Castilla ni lo ha sido nunca”

[TRIBUNA III] | El cantabrismo político y el triunfo de la vía cántabra uniprovincial

[BLOQUE 02 | ARTÍCULO 06] “La reivindicación histórica en favor de Cantabria se constituye por primera vez en proyecto político organizado”

[BLOQUE 02 | ARTÍCULO 05] “Como si la eterna y siempre joven Cantabria nos convocara a despertar”

[BLOQUE 02 | ARTÍCULO 04] “A partir de ahora se hablará mucho menos de Santander o La Montaña y mucho más de Cantabria”

[TRIBUNA II] | Particularismo y regionalismo en los orígenes de la Cantabria contemporánea

[BLOQUE 01 | ARTÍCULO 03] | Un proyecto de Estado cántabro frustrado por la Guerra Civil

[TRIBUNA I] | Una vía propia en la Cantabria del final del Antiguo Régimen y la Ilustración

[BLOQUE 01 | ARTÍCULO 02] | Bajo las quimas de una vieja cajiga

[BLOQUE 01 | ARTÍCULO 01] | “El río Ebro nace en el país de los cántabros”

[PRESENTACIÓN] | “A los que en el pasado consiguieron el reconocimiento de las libertades de Cantabria y a los que luchan y lucharán en el futuro”

“Hormaechea decidió que ir a pedir dinero a Europa era de pobres”
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