DEMOGRAFÍA

Los valles interiores de Cantabria ganan población por primera vez en los últimos años

Valle interior de Cantabria
Valle interior de Cantabria

Los valles interiores de Cantabria, en conjunto, han ganado población por primera vez en los últimos años, mientras que el área costera experimenta un crecimiento positivo constante, según datos del Censo Anual de Población Cantabria 1 de enero de 2023, publicado este lunes por el Instituto Cántabro de Estadística (ICANE).

El estudio, consultado por Europa Press, precisa que entre el 1 de enero de 2022 y el 1 de enero de 2023 el crecimiento de la costa ha aumentado un 0,6%, una décima más que la media regional del 0,5%, con un total de 2.905 vecinos. Lo hacen también todas sus zonas, si bien el mayor incremento anual se ha producido en el área de influencia urbana de Santander, un 1,1%, seguido del municipio de Santander, que aumentó un 0,7%, y de Comarca Costera Oriental con un 0,65%.

Las que más crecieron fueron las zonas de Valle del Nansa, un 0,7% y Liébana, con un 0,4%

En el área interior, la variación interanual vuelve a ser positiva con un valor del 0,1%, lo que supone apenas 32 nuevos habitantes. Sin embargo, dos de sus ocho zonas pierden vecinos, Campoo y los Valles del Sur, con una caída del 0,3%, y Valle del Saja con un -0,2%. Las que más crecieron fueron las zonas de Valle del Nansa, un 0,7% y Liébana, con un 0,4%.

Consecuencia de esta desigualdad demográfica entre las dos grandes áreas, sus correspondientes estructuras por sexo y edad son dispares. En el Área Costera, predominan las mujeres, 19.542 más, mientras que en los valles interiores se produce la situación contraria, el número de hombres supera al de mujeres en 1.421, con las excepciones del valle alto y medio del Besaya y del valle del Saja, donde hay más mujeres que hombres.

Por edades, las dos áreas presentan rasgos estructurales similares, marcadas por un claro dominio de la población adulta, a la que siguen los grupos de edades más avanzadas, y finalmente caracterizada por un menor peso de la población joven. A pesar de ello, los resultados de la costa siempre son más positivos que los del interior.

Analizando la edad media de la población, en el área costera la media de los residentes es de 45,7 años, ligeramente inferior a la media regional de 46,1 años. En los valles interiores asciende hasta los 48,7 años.

Por zonas, el municipio de Santander (47,4 años) y la zona costera occidental (48,3 años) son las únicas de la costa con edades muy superiores a la media regional, mientras que en todas las zonas de los valles interiores la media es superior. En el interior, la zona más envejecida es el Valle del Nansa con una media de 54,6 años.

En el área costera, la tasa de juventud para ambos sexos se sitúa en el 12,2% y en los Valles Interiores es de 10,5%. En la marina, las tasas fluctúan desde la más elevada del área de influencia urbana de Santander con un 15,5%, hasta la más baja con un 10,7% de la Costera Occidental. En el interior la tasa más alta se da en el Valle del Saja con un 11,9% y la más baja en el Valle del Nansa con un 6,7%.

La tasa de envejecimiento del Área Costera es de 22,9%, más baja que la media regional (23,5%) y la mayor parte de las zonas presentan valores inferiores a la media autonómica, a excepción de Santander, con un 26,6%. En los valles interiores, la proporción de mayores de 64 años es muy superior, un 27,6% de media, y la zona con un mayor envejecimiento es el Valle del Nansa donde, por cada 100 residentes, 36 tienen 65 años o más.

Entre los adultos, de 16 a 64 años, en el área costera, el número de mujeres es superior al de hombres (3.498 mujeres más), consecuencia de la estructura demográfica de Santander, en menor medida del área de Torrelavega y del arco metropolitano de Santander, que son las tres únicas zonas de la región con predominio de mujeres adultas. Mientras que en el los valles interiores se produce la situación contraria, con 2.444 hombres más que mujeres.

Finalmente, en los grupos de edades más avanzadas, a partir de los 65 años, en ambas áreas residen más mujeres, debido a su mayor esperanza de vida. Comparando la población dependiente con el de grupos de personas adultas, se aprecia que los valles interiores tiene una mayor proporción de población dependiente que el área costera, 61,6% y 54,5% respectivamente. Estos altos valores del índice de dependencia del interior son consecuencia del gran número de personas mayores de 64 años y no del de niños y jóvenes.

El índice de recambio para Cantabria (157%) no garantiza el recambio generacional, proceso que se repite en las dos áreas demográficas. En la costa, el índice es de 149,2% y en el interior de 216,1%.

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