jueves. 28.03.2024

Los Valles Pasiegos han ofrecido a lo largo de la historia algunos de los mejores productos de la gastronomía cántabra. Sus sobaos y quesadas han llevado el nombre de Cantabria alrededor de todo el mundo. La leche es la materia prima esencial de este secular modelo económico. En la zona se concitaron las primeras queserías de toda la región, y también fueron los pioneros en la preparación de helados y barquillos.

En este contexto han nacido varias empresas en la zona que, con un gran arraigo a la tierra, han llevado estos productos al más alto nivel. De hecho, muchas de ellas, como es el caso de Joselín, surgen por el impulso emprendedor de unos artesanos que amasaban a mano los primeros sobaos pasiegos que comercializaron gracias al apoyo de vecinos y compañeros.

La tradición se ha convertido en el ingrediente principal de todos estos productos

El ingrediente principal es la tradición

Desde entonces la tradición se ha convertido en el ingrediente principal de todos estos productos. Desde el primer momento se ha hecho una apuesta muy decidida por la calidad y el mimo a todos ellos.

Las materias primas son de la mayor calidad, algo innegociable, sin perder de vista la atención al empaquetado y a la presentación e imagen de sus productos. Probar un auténtico sobao pasiego o una quesada se convierte así en una experiencia única.

La tradición se mantiene después de tantos años. Los equipos se encargan a diario pacientemente y con mucho mimo de las elaboraciones artesanas y de todas las actividades manuales que llevan a la excelencia, y que requieren de una serie de habilidades entrenadas.

La tradición del sabor de los Valles Pasiegos