jueves. 28.03.2024

La migraña crónica es una enfermedad severamente incapacitante, tres veces más frecuente en las mujeres que en los hombres, y afecta entre el 8 y el 10% de la población mundial. En España, 3,5 millones de personas sufren de migraña y 1,6 de migraña crónica (MC). Cada año, un 3% de las migrañas "clásicas" se transforman en crónicas.

Los costes directos corresponden a los fármacos, consultas y pruebas realizadas (30-40%). Los indirectos, se asocian a las pérdidas de productividad y a la incapacidad laboral (60-70%). El coste global por individuo se sitúa en España alrededor de 2.700 euros mensuales.

Cinco siglos antes de Cristo, un médico griego, Hipócrates de Cos, ya describió los síntomas de la migraña y poco han variado los criterios 20 siglos después: presencia de un latido intenso o un dolor punzante en un una zona de la cabeza que puede extenderse a ambos lados.

La intensidad del dolor o el número de ataques, con una duración entre 4 y 72 horas si no se trata, u otros síntomas añadidos como las náuseas o los vómitos y la sensibilidad al sonido o a la luz, son sus síntomas principales. Padecerla más de 15 días al mes es hablar de migraña crónica.

En la tercera parte de las ocasiones, puede estar precedida por un "aura", entre unos minutos y 24 horas. Estas alteraciones neurológicas afectan, fundamentalmente, a la visión, de uno o ambos ojos, en forma de luces o destellos, o, incluso, su pérdida transitoria.

Pueden desencadenarse por el estrés, la ansiedad, la mala alimentación sostenida y los cambios hormonales en las mujeres en el entorno menstrual.

Se ha desmitificado la creencia, largo tiempo soportada, como una causa de origen vascular, para dar paso a otra de origen genético. Su manejo precisa un abordaje desde distintos ámbitos, bien con fármacos o con la mejora del comportamiento.

Los medicamentos previenen los ataques o alivian el dolor, siendo de elección los utilizados para el manejo de la epilepsia, la depresión, la hipertensión arterial, y más recientemente la toxina botulínica tipo A (Botox). Durante los ataques, el alivio de los síntomas se consigue con medicamentos como el sumatriptán, ergotamínicos y analgésicos tipo ibuprofeno y aspirina. La cafeína puede trasformar una migraña episódica en una crónica.

Las estrategias de comportamiento se dirigen al control de estrés, con ejercicio, técnicas de relajación, mecanismos de retroalimentación biológica..., y resulta muy útil atender a los factores desencadenantes encaminados a modificar el estilo de vida, como la hidratación adecuada, alimentación, establecimiento de horarios del sueño, suspensión de algunos medicamentos, pérdida de peso y en las mujeres fértiles, el control de los estrógenos relacionados con el ciclo menstrual.

El desconocimiento del mecanismo íntimo de la migraña nos obliga a centrar nuestra atención en el pronóstico, ya que la evidencia demuestra que el aumento de la sensibilidad tras cada ataque conduce a la migraña crónica, en la que se ven inmersas un elevado número de personas.

En el plano investigador, los científicos creen que la migraña es el resultado de alteraciones neurológicas causadas por mutaciones genéticas, que dan lugar a desarrollar y probar drogas de prevención más específicas, o para determinar su eficacia en el alivio de los síntomas. Se incluyen sustancias como el magnesio, la vitamina B12, y algunos anticuerpos como el "alfa-CGRP", relacionado con el gen de la calcitonina.

Pero, actualmente hay nuevas soluciones para paliar esta lacra que tanto inquieta a nuestra sociedad y que evitan los efectos secundarios de los medicamentos, la Estimulación Magnética Transcraneal Profunda (EMTP) repetitiva de alta frecuencia.

Estudios recientes, han evaluado el efecto de este procedimiento, añadido a los fármacos citados, en pacientes no respondedores a la prevención o al alivio de los síntomas durante las crisis. Han constatado, mejoría considerable en los resultados clínicos en hombres y mujeres, acotamiento en las puntuaciones en los test de medición del dolor, disminución el número de crisis, rebaja del número de fármacos utilizados y descenso de los dígitos en la escala de Hamilton para la depresión.

En conclusión, la MC es una enfermedad con una prevalencia entre el 0,5-2,5%, altamente incapacitante y con gran impacto en la calidad de vida de muchos pacientes aún no diagnosticados, que les permitirá beneficiarse, desde el primer momento, de tratamientos combinados como el expuesto en esta información.

¿Sufres migrañas?. Eres uno de los tres millones y medio de españoles que la padecen
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