jueves. 28.03.2024

La marea crítica avanza entre un número significativo de socias y socios de la Asociación de la Prensa de Cantabria (APC), escandalizada por la permanencia en el cargo de Tesorero del político local Santiago Rego, alcalde de Liérganes.

Mientras se articula la petición de cese inmediato de Rego porque así lo establecen palmariamente los artículos 4 y 9 de los Estatutos de la APC, el interesado (tan interesado él por asuntos de tesorería) permanece en silencio. Y no es precisamente el silencio de ningún cordero, ya que un sector muy amplio de la APC le atribuiría comportamientos de lobo (como gestor).

El silencio actual de Rego es un silencio cómplice con él mismo, propio de quien está desarmado frente a los Estatutos y paralizado políticamente. Moralmente, Rego es cuestionado en ambos lugares: en la APC porque 100 años de Historia no se pueden manchar con un político al frente de sus cuentas y en el Consistorio trasmerano porque ahora se empiezan a explicar por qué optó por un modesto salario a tiempo parcial de 1.250 euros mensuales.... Como si un municipio del tamaño de Liérganes requiriese de una dedicación parcial. Pareciera que en la alcaldía de Rego los actos y los sucesos se programen funcionarialmente de 8 a 3 para que el regidor dedique el resto del tiempo a otros menesteres de tesorería.

Desde que el escándalo ya bautizado como el de la “doble contabilidad” estallase, Rego permanece mudo. Las especulaciones se han disparado: querría poner a salvo su firma, según fuentes internas de la APC. En el interior de la sede de la calle Cádiz ya se conocían los deseos de notoriedad de Rego porque sus tres años de tesorero tienen notorio contenido de gestión que habría dejado rastros también notables.

Sea como fuere,tanto veteranos como jóvenes asociados se siguen haciendo cruces sobre el desdoro que le supone al colectivo tener un político como Tesorero. 

Arden las redes, claman en privado y en público los socios y el protagonista guarda silencio. Quizás ganando tiempo para guardar otro tipo de documentos. Tiempo al tiempo, aunque su tiempo como Tesorero se agote por momentos.

¿El silencio del cordero?
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