viernes. 29.03.2024

El mar y las actividades marítimas, desde la pesca hasta la náutica más deportiva, han sido históricamente una parte fundamental de la vida económica, social y cultural de Cantabria. Actualmente los puertos de la comunidad son un referente de seguridad para que pescadores y aficionados a la náutica recreativa amarren sus embarcaciones, todo ello a un precio económico. En concreto, el Gobierno de Cantabria ofrece hasta siete embarcaderos en los que atracar los barcos y pisar tierra firme: San Vicente de la Barquera, Comillas, Suances, Santoña, Colindres, Laredo y Castro Urdiales.

Así, San Vicente de la Barquera cuenta con 90 atraques y 364 embarcaciones matriculadas. Este puerto, de 272.000 metros cuadrados, se asienta donde posiblemente estuvieron tanto el romano de Vereasueca como el medieval de Apleca, y ha sido históricamente uno de los que más actividad marítima y pesquera ha tenido en Cantabria. De hecho, el municipio tiene las ordenanzas de pescadores más antiguas de la comunidad, que datan de 1330. Comillas es el puerto más pequeño de la región, con 29 fondeos destinados a la afición náutica de los vecinos de este municipio costero cuyo embarcadero no comenzó a ser utilizado de forma significativa hasta el siglo XVI, ya que hasta ese momento San Vicente tenía el privilegio de hacerlo en exclusiva.

Puerto de San Vicente de la Barquera | Foto: Puertos de Cantabria Puerto de San Vicente de la Barquera | Foto: Puertos de Cantabria

Por su parte, Suances, identificada como el Portus Blendium romano que aparece en fuentes clásicas, cuenta con 75 atraques recreativos en una extensión de 182.600 metros cuadrados, teniendo 401 embarcaciones matriculadas. Su actividad pescadora, que actualmente cuenta con 8 barcos, está documentada desde el siglo XII. Un poco más pequeño, de 122.782 metros cuadrados, es el embarcadero de Colindres, que cuenta con 211 atraques destinados a la práctica recreativa. No fue hasta el siglo XVII cuando el puerto adquirió verdadera relevancia, ya que acogió un astillero real en el que se botaron más de 30 galeones, capitanas y almirantas.

Puerto de Comillas | Foto: Puertos de Cantabria Puerto de Comillas | Foto: Puertos de Cantabria

El puerto de Santoña es, sin duda, uno de los que tienen una relación entre embarcaciones matriculadas y atraques de náutica deportiva más ajustada. Si bien es el cuarto más grande de los que gestiona el Gobierno, es el que más amarres tiene, 342, con 512 embarcaciones. Su importancia para la Comunidad Autónoma es histórica, no solo por la actividad conservera que se instaló en el siglo XIX, sino porque ha sido escenario de dos ataques navales y la ocupación francesa en la Guerra de la Independencia.

Puerto de Suances | Foto: Puertos de Cantabria Puerto de Suances | Foto: Puertos de Cantabria

En lo que se refiere a tamaño, Laredo y Castro Urdiales son los mayores, ambos con más de 370.000 metros cuadrados. El primero, con sus 186 atraques y la posibilidad de que 200 barcos queden en marina seca, cuenta 772 embarcaciones de recreo matriculadas y 17 pesqueras, una actividad esta última que data del año 1200, siendo la base del crecimiento económico y social junto a la actividad mercantil por mar. Por su parte, Castro, cuyo puerto ya aparece en época romana con el nombre de Flavióbriga, cuenta con 372 embarcaciones matriculadas.

Puerto de Colindres | Foto: Puertos de Cantabria Puerto de Colindres | Foto: Puertos de Cantabria

Prueba de la importancia del puerto de Laredo en la actividad marítima cántabra es el hecho de que en 2017 experimentó un crecimiento del 10%, basado precisamente en el tránsito diario de embarcaciones, el travel lift y las estancias de carena y hangar. Dado este incremento y el alto número de embarcaciones el Gobierno está trabajando en la mejora de los accesos a estas instalaciones, así como en la construcción de un aparcamiento en superficie con 75 plazas que dé servicio a los usuarios.

BAJO COSTE

Todos los puertos ofrecen unas tarifas de bajo coste que se adaptan tanto al tamaño de la embarcación como a las características del propietario, lo que ofrece a los usuarios varias facilidades en función de su edad o dónde residan. En general, el atraque de un barco con una eslora inferior a los seis metros tiene un coste anual de unos 698 euros, mientras que para embarcaciones de entre 10 y 12 metros el coste es de 3.145,44 euros anuales, repartiéndose entre ambas cantidades el resto de tarifas y estableciendo una cuota de unos 250 euros por metro de eslora para embarcaciones de mayor tamaño.

Puerto de Santoña | Foto: Puertos de Cantabria Puerto de Santoña | Foto: Puertos de Cantabria

Sobre estas tarifas básicas el Gobierno prevé una serie de reducciones en función de si tienen domicilio en los municipios o si son pensionistas o jubilados de la mar. En el primer caso se contempla una rebaja del 20%, por lo que el coste anual para embarcaciones de menos de seis metros es de unos 558 euros, alcanzando los 2.516 euros para los barcos de entre 10 y 12 metros, y unos 200 por metro para aquellos de mayor tamaño.

Respecto al segundo caso la bonificación es del 50%, es decir, unos 349 euros para las embarcaciones más pequeñas y algo más de 1.572 euros para las que tengan un tamaño de entre 10 y 12 metros. Para los barcos de mayor eslora el coste alcanza poco más de 125 euros por metros.

Puerto de Castro Urdiales | Foto: Puertos de Cantabria Puerto de Castro Urdiales | Foto: Puertos de Cantabria

Las tarifas contemplan también la posibilidad de que en un mismo propietario de la embarcación coincidan las dos características, es decir, que pueda acceder a las bonificación por domiciliación y por ser pensionista o jubilado de la mar. En este caso concreto, la tarifa anual oscila entre los 279,16 euros para los barcos más pequeños y los 1.258,16 euros para los que tengan una eslora de entre 10 y 12 metros, siendo de 100 euros por metro para aquellos de mayor tamaño.

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