sábado. 20.04.2024

El Ministerio Fiscal ha solicitado dos años y medio de cárcel y una multa de 30.000 euros a un hombre que tenía en el invernadero de su padre en Valdeprado del Río una plantación de marihuana por la que se le acusa de un delito de tráfico de drogas, algo que éste niega ya que asegura que iba a usar las plantas para hacer cremas, aceites e infusiones para combatir su dolor de espalda y artrosis degenerativa.

El juicio se celebrará el próximo martes, 30 de mayo, a partir de las 12:00 horas, en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria.

La finca donde se encontraba el invernadero estaba situada, junto a la carretera, en el barrio Arrabal de la localidad de Reocín de los Molinos (Valdeprado del Río).

El 5 de octubre de 2015, la Guardia Civil accedió al invernadero y se incautó 10 plantas de marihuana, un ventilador, un motor y un bote de una sustancia para neutralizar olores, según se señala en el escrito del fiscal.

El Ministerio fiscal sostiene que el acusado realizó la plantación "con la finalidad, no solo de consumo propio sino también para transmitirla a terceros".

Hace referencia al informe del Laboratorio de Estupefacientes del Área de Sanidad que señala que cifra en casi 6,8 kilos el peso neto de la marihuana aprendida una vez desecada y señala que la droga intervenida podría alcanzar en el mercado un valor superior a los 28.000 euros.

Por su parte, la defensa niega la versión de la Fiscalía y pide la libre absolución para el acusado, al considerar que no ha cometido ningún delito.

Y es que, en su escrito, la representación del acusado sostiene que éste no iba a dedicar la plantación de marihuana a "tráfico ninguno", sino a la "realización de cremas, aceites e infusiones" que usa para sus "dolencias constantes de espalda" y "artrosis degenerativa".

De hecho, la defensa apunta que al acusado le fue concedida por estas dolencias la invalidez permanente total.

Sostiene que la aplicación de estos ungüentos elaborados con la plata de marihuana le fueron "recomendados" y señala también que se vende en internet y en establecimientos legales autorizados.

Así, insiste en que "en ningún momento" fue propósito del acusado ni vender la marihuana ni tampoco las cremas y aceites que pensaba elaborar, que eran para "uso personal".

Además, mantiene esta parte que la Guardia Civil se coló en la finca y en el invernadero que hay en ella "sin autorización judicial ninguna", saltando dos muros, y sin estar presente el acusado y procedió a cortar las plantas.

Piden dos años y medio de cárcel y 30.000 euros al propietario de una plantación de...