viernes. 26.04.2024

El nombre de María Luisa Gómez Pelayo Zubeldio y de la Torriente, quizás no sea uno de los más conocidos de Cantabria, pero si hablamos de la II Marquesa de Valdecilla, a muchos les vendrá a la cabeza su figura. Se trata de uno de los nombres más importantes vinculados a la sanidad de Cantabria. Su carácter generoso, la convirtió en una gran benefactora después de continuar la labor de su tío Ramón Pelayo de la Torriente tras su muerte, junto al que había fundado la Casa de Salud de Valdecilla, más conocida hoy como el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla.

María Luisa era la sobrina y mano derecha del mismo, que murió sin descendencia, lo que hizo que el rey Alfonso XIII, la convirtiese en el año 1929 en la II marquesa de Valdecilla y I marquesa de Pelayo.

Nacida en 1870, en el seno de una familia pudiente, dedicó buena parte de su vida a ayudar a los demás.  A la muerte de su tío decidió continuar al frente de la Casa de Salud.

Además, apostó por financiar los avances de la ciencia médica española, sufragando numerosos viajes tanto de médicos como de arquitectos a países más adelantando para que pudiesen empaparse y traer mejoras que llegasen a Cantabria.

ESPÍRITU INNOVADOR

De todo aquel espíritu innovador y adelantado a su tiempo, pueden reseñarse especialmente la creación del Instituto Médico de Posgraduados, primer germen del especialismo médico; la Escuela de Enfermeras de la Casa de Salud Valdecilla, raíz de la que se alimenta la introducción en nuestro país del modelo contemporáneo de enfermería; la creación de la Biblioteca Marquesa de Pelayo y los laboratorios de investigación experimental, entre otros hitos.   Para liderar todo ello se contaba con profesionales que eran personalidades destacadas como, por ejemplo, los candidatos al Premio Nobel de Medicina, los doctores Pío del Río-Hortega o Lorente de No, entre otros profesionales brillantes.

La modernidad en su concepción y la suma de los talentos de la época convirtieron a Valdecilla en punta de lanza de la conocida como Edad de Plata de las Ciencias Españolas, que fue truncada por la Guerra Civil Española. Además, también creó la Cátedra Valdecilla en la Facultad de Medicina de Madrid, por la que recibió la Gran Cruz de Alfonso XIII. Finalmente, falleció en abril de 1951 en la capital madrileña.

La Marquesa de Valdecilla, punta de lanza de la sanidad
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