El lobo lleva años en el centro de la diana, hay quienes abogan por su caza para mantener al resto de las especies y, por el contario, hay quienes apuntan hacia el respeto a estos animales, dejando en manos de la ley el buen mantenimiento de los mismos. El caso es que, para bien o para mal, el próximo 25 de septiembre el lobo será incluido en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE), que prohíbe su caza.
A partir de entonces su población se controlará mediante batidas de caza permitidas y dirigidas únicamente a que no se produzca una sobrepoblación de los mismos y así no lleguen a las zonas rurales ni ataquen el ganado y las cosechas de agricultores y ganaderos, que llevan mucho tiempo alzando la voz sobre las pérdidas de ovejas, vacas y otros animales a causa de ataques nocturnos de las manadas de lobos.
No obstante, las incursiones de estos animales en granjas son escasas, ya que los lobos mayoritariamente atacan a poblaciones de ungulados silvestres y mesodepredadores en las montañas. Si los lobos descendiesen, se produciría una sobrepoblación que sería negativa para la vegetación a largo plazo. Al final en la caza de las manadas de lobos, que suelen ser de entre 8 o 10 animales, se produce un esparcimiento, se van de su zona natural y da lugar a la aparición de lobos solitarios en otros sitios, con el peligro que eso conlleva.
Por otro lado, la ganadería extensiva y la existencia de depredadores pueden convivir si se respetan los espacios de cada uno, con las medidas de control al lobo mencionadas anteriormente y por otro lado con medidas preventivas para el ganado y los cultivos.
El LESPRE no solo se protegerán a los cuadrúpedos en nuestro país, sino también en las naciones colindantes
Pero con la inclusión del lobo en el LESPRE no solo se protegerán los cuadrúpedos en nuestro país, sino también en las naciones colindantes, ya que en la frontera con Francia y Portugal se producen traspasos de estos animales constantemente, lo que lleva a un vacío legal en cuanto a la caza de los mismos.
En Portugal, el lobo lleva protegido desde hace décadas, pero diariamente los animales pasan la frontera a nuestro país y ahí no cuentan con la misma inmunidad que en el país lusitano, produciéndose una descompensación en la población. Lo que hace que los fondos europeos, destinados al mantenimiento del animal, caigan en saco roto. Mientras que, en Francia, donde su caza está prohibida, también se capturan decenas al año, lo que pone en peligro su existencia, ya que el número de ejemplares en el país galo es mucho menor que en nuestro país.
En España, muchas comunidades autónomas, además de Cantabria, se quejan por motivos económicos. Pero cabe destacar las cuantiosas sumas de dinero que se reciben de la PAC para colaborar en el mantenimiento de su actividad y que al mismo tiempo la PAC destina partidas económicas para el mantenimiento de algunas especies.
Si cada uno sigue un camino distinto, no se alcanzarán soluciones. Sin embargo, la inclusión del lobo en el LESPRE servirá para que en el territorio nacional, al igual que en los países vecinos, se aúnen fuerzas y que todas las especies convivan en armonía, respetando la fauna y biodiversidad.
De esta manera, el lobo estará en el mismo rango que otras especies destacables de nuestra fauna como el oso pardo, las aves rapaces y el lince. Manteniendo el patrimonio natural de nuestro país.
