Este próximo viernes, día 5 de enero, tendrá lugar una de las noches más mágicas del año. La noche de Reyes es el día más feliz del año para los más pequeños de las casas y, por ende, también para muchos padres, madres, abuelos o hermanos que ven en esa cara de ilusión de los peques lo que ellos sentían hace unos cuantos años.
Como manda la tradición: leche y galletas bajo el árbol, calcetines en la chimenea y a dormir pronto esperando la llegada de sus majestades. Pero antes, tan importante es haberse portado bien durante el año para recibir tus regalos, como acudir a la Cabalgata a saluda a los Reyes Magos de Oriente. Unas cabalgatas que, este año, estarán pasadas por agua en Cantabria.
José Luis Arteche, delegado de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), ya ha avisado esta semana: "estamos ante la primera invernada". Por lo que los paraguas, los gorros y las bufandas se harán presentes en las cabalgatas ante la más que posible presencia de lluvia y bajas temperaturas.
Los datos que maneja la agencia atribuyen a una borrasca que está situada a la altura de Irlanda la inestabilidad que se dejará sentir en el Norte de España y que afectará a Cantabria. Este miércoles y mañana, jueves, la caída de las temperaturas será gradual y reseñable (las dos cosas), aunque para estos dos días no se esperan lluvias. En cambio, a partir del jueves a las 18:00 horas la región estará en aviso por fenómenos costeros y se esperan lluvias generalizadas en toda la región.
La zona sur de la región -Valderredible, Campoo y Liébana- es donde menos lluvia se pronostica, pero la probabilidad de precipitaciones sigue siendo bastante alta. En el resto de 'la tierruca' se espera que las precipitaciones hagan acto de presencia el jueves por la tarde y que duren hasta la próxima semana.
El delegado de AEMET pronostica que "el viernes día 5 lloverá de continuo, aunque no serán grandes cantidades", pero las precipitaciones "serán constantes", afirmaba Arteche. El sábado día 6, que es festivo, más de lo mismo. Lluvia y frío -se estima que en torno a los 10º- para estrenar los juguetes que sus majestades de Oriente han dejado en las casas cántabras.
