jueves. 28.03.2024

Los amantes de la navegación y los grandes descubrimientos geográficos tienen una cita ineludible en Santander. Desde el pasado lunes, 26 de octubre, en la capital de Cantabria atraca la Nao Victoria, una réplica exacta del buque de alto bordo que realizó la primera vuelta al mundo en el siglo XVI (1519-1522). Las visitas a la embarcación podrán realizarse desde este miércoles hasta el próximo lunes, 2 de noviembre.

Esta réplica, iniciativa de la Fundación Nao Victoria, llega a la ciudad gracias al acuerdo alcanzado por la propia Fundación, el Gobierno de Cantabria, la Autoridad Portuaria y el Ayuntamiento de Santander, en respuesta a la solicitud del Rotary Club y la Real Liga Naval. De este modo, la capital cántabra se une a otros puertos de Alemania, Francia, Holanda y Eslovaquia, en los que también ha realizado escalas.

La nave ha abierto sus puertas al público general con entradas al precio de 3 euros para adultos, 1 euro para menores de 7 a 14 años y gratis para los niños de hasta 6 años. En el recorrido los visitantes conocerán las formas y detalles del barco, de 26 metros de eslora y 7 de manga y construido íntegramente en madera. Además, se les explicarán las maniobras y las condiciones de vida en la nave cuando hace 500 años la nao original realizó "la mayor hazaña marítima de todos los tiempos", al completar la primera vuelta al mundo.

Armada de Magallanes

Hasta cinco naves iniciaron el viaje que en 1519 el rey Carlos V encargó a Fernando de Magallanes. Se trataba de un recorrido que conectara las islas de las especias comprendidas en demarcaciones españolas, evitando en todo momento entrar en conflicto con las que estaban bajo dominio portugués. Trinidad, San Antonio, Concepción y Santiago eran los nombres de las otras naves que compusieron lo que se conoce como ‘la Armada para el descubrimiento de la especiería’, o Armada de Magallanes.

El mando inicial de la Nao Victoria estuvo en manos de Luis de Mendoza, aunque tras la muerte de Magallanes en Filipinas la nave pasó a Juan Sebastián Elcano, maestre de la Nao Concepción.

Durante los más de tres años de viaje el resto de naves que acompañaban a Victoria fueron naufragando o separándose del recorrido. Así, la Nao Trinidad naufragó en la costa de la Patagonia oriental poco antes de llegar al estrecho de Magallanes. Por otro lado, la Nao San Antonio perdió de vista al resto durante el recorrido del estrecho y decidió volver a España por sus propios medios.

En cuanto a la Nao Concepción, la falta de tripulación llevó al resto de hombres a incendiar la nave y repartirse entre las dos restantes. De este modo, la Nao Victoria acogió una tripulación de entre 59 y 70 hombres. Finalmente, Trinidad se vio obligada a atracar en un puerto para reparaciones, pero diversos contratiempos y su posterior captura por la flota portuguesa terminaron por impedir su regreso a España.

De este modo, el 6 de septiembre de 1522 la Nao Victoria regresaba a Sanlúcar de Barrameda, puerto del que había zarpado, con tan solo 18 supervivientes, convirtiéndose de este modo en el primer barco en dar la vuelta al mundo. Dos días después, en Sevilla, se realizó la descarga de todas las especias que trajo consigo, y que permitieron cubrir los gastos de la expedición.

Presencia cántabra

La presencia de Cantabria en este primer viaje de la Nao Victoria original es notable. Además del diseño y la construcción, en la que estuvo presente la región, entre los marineros se encontraban, por ejemplo, Juan de Santander, natural de Cueto y que fue uno de los supervivientes, Pedro de Laredo o Gutiérrez de Villasevil, cuya historia podrán conocer quienes se acerquen a la nao.

La réplica de la nao, que inicialmente iba a atracar en el Muelle Calderón, ha amarrado en el Barrio Pesquero debido a las predicciones marítimas para los próximos días, que desaconsejan la ubicación prevista en principio. Podrá visitarse desde el miércoles hasta el lunes 2 de noviembre, en horario de 10:00 a 18:00 horas.

Esta nueva Nao Victoria se construyó con motivo de la Expo 1992 de Sevilla, que permaneció en tierra frente al Pabellón de la Navegación. En 2004 se rehabilitó para que pudiera dar la vuelta al mundo, regresando en 2006 a Sevilla.

La historia de la navegación atraca en Santander
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