jueves. 28.03.2024

La carrera judicial de Victoria Rosell (Murcia, 1968) siempre ha estado ligada a Canarias, donde fue juez desde 1996 hasta 2001 y magistrada desde 2001 hasta 2015, cuando cogió una excedencia para dedicarse a la política. En las generales de diciembre de 2015 encabezó la lista de Podemos al Congreso por Las Palmas y fue elegida diputada, pero José Manuel Soria –entonces presidente del PP de Canarias y ministro de Industria del Gobierno español presidido por Mariano Rajoy, cargos de los que sería forzado a dimitir en abril de 2016 tras demostrarse su relación con empresas de los papeles de Panamá– presentó contra ella, por su supuesta actuación en un caso que había comenzado a instruir en 2014, una querella que fue admitida a trámite por el Tribunal Supremo. Rosell dimitió entonces como diputada y renunció a volver a presentarse a las generales de junio de 2016, pero en mayo comenzó una investigación contra Salvador Alba, el juez que había sustituido a Rosell en el Juzgado de Instrucción número 8 de Las Palmas, y en diciembre la causa contra ella fue sobreseída. Hace poco más de un mes, la Sala de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de Canarias condenó al juez Alba a penas que suman seis años y medio de cárcel y 18 de inhabilitación por falsedad en documento, prevaricación y cohecho por haber manipulado la instrucción del caso contra el empresario Miguel Ángel Ramírez –propietario de Seguridad Integral Canaria, SAU–, precisamente el que Rosell había comenzado a instruir en 2014. La sentencia de la Sala de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de Canarias demuestra que el juez Alba manipuló el caso para fabricar el informe del que Soria se sirvió después para ampliar su querella contra Rosell, que en marzo anunció su vuelta a la política y en las generales del pasado mes de abril encabezó la lista de Unidas Podemos al Congreso por Canarias, volviendo a ser elegida diputada. En las generales del 10N, Rosell volverá a encabezar la lista de Unidas Podemos al Congreso por Las Palmas. Y mañana viernes en Santander (19:30h / La nave que late) participará en un Encuentro con la gente junto a los candidatos de Unidas Podemos al Congreso y al Senado por Cantabria.

La sentencia de la Sala de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de Canarias que condena al juez Alba prueba que en marzo de 2016 contactó con el abogado del empresario Ramírez para solicitarle dos cosas: contratos que pudieran vincular a Ramírez con tu pareja y una reunión con el propio empresario. La reunión entre Alba y Ramírez se celebró pocos días después en el despacho del propio juez y su contenido fue grabado en secreto por el propio empresario. En la reunión, Alba y Ramírez establecieron un pacto: el empresario aportaría “información y pruebas” sobre una supuesta relación empresarial entre tu pareja y él, y el juez archivaría el caso abierto contra él. Dos días después de esa reunión, Alba citó oficialmente a Ramírez, que le aportó la documentación pactada, que primero fue publicada en el diario El Mundo y después utilizada por Soria para ampliar su querella ante el Supremo contra ti. Todo esto es muy grave…

Sí. La clave es que ellos se reúnen el 16 de marzo, acuerdan la declaración, la ponen para el 23 de marzo, la celebran, Ramírez declara lo que Alba le dijo que declarara y presenta los documentos que él le pidió y éste –bueno, alguien, porque la verdad es que eso no se ha demostrado probado– lo filtra a prensa el 25 de marzo, que encima es Viernes Santo, y el 28 de marzo, que es el primer día hábil siguiente, Soria lo presenta al Tribunal Supremo y es cuando ya al mes siguiente le admiten la querella contra mí.

¿Y qué pasó después?

Que como Alba tiene que cesar en mi juzgado porque se le acaban los seis meses el 3 de mayo y no cumple lo que le había prometido al empresario –que era archivar el caso, que por eso le han condenado por cohecho: por pedir unos documentos a cambio de archivar–, el 11 de mayo el empresario se presenta allí con la grabación…

Y Soria utilizó esa información aportada al juez por el empresario para ampliar su querella ante el Supremo contra ti. Para ampliarla, porque él ya se había querellado antes contra ti, pero sin éxito.

Soria jamás ha explicado cómo puede haber dos páginas enteras de su ampliación de querella copiadas de un informe reservado que no tenía nadie, sólo Alba y una fiscal

Claro, es que Soria empieza la campaña el 4 de diciembre y ese mismo día me denuncia por calumnias e injurias; la frase querellada era “Soria utiliza la Fiscalía en su beneficio político”, una verdad como un templo, pero sobre todo que no era ofensiva ni calumniosa ni nada de eso, así que se la inadmitieron, pero él estuvo toda la campaña y hasta abril –cuando el Supremo admite la querella por esas ampliaciones– diciendo que yo estaba querellada y todo eso… Es decir que primero puso como un señuelo, y cuando le dijeron que eso no iba a ningún lado, lo fue alimentando con la información falsa que le dio Alba. Soria jamás ha explicado cómo puede haber dos páginas enteras de su ampliación de querella copiadas de un informe reservado que no tenía nadie, sólo Alba y una fiscal. Podría haberlo explicado, pero es que no tiene otra explicación que que se lo dio Alba –la fiscal dijo en el juicio 13 veces que ella no había sido y que no conocía de nada a Soria–, por eso está tan callado.

Tu pareja también se ha visto involucrada en este tema.

Sí, es que Alba buscaba supuestos negocios del empresario con mi pareja, que es periodista, para decir “es todo nulo porque ella debería haberse abstenido, y al ser nulo te lo archivo”. A mi chico lo de los negocios le hizo polvo también porque se publicó hasta la lista de todos los empresarios que habían puesto dinero en algunos de los medios en los que él había trabajado.

Han sido más de tres años de sufrimiento para ti.

Hoy en día una campaña político-judicial-mediática es muy difícil de reparar, sobre todo por la pata mediática​

Sí, las dos cosas más duras son una dañar a tu entorno –una toma una decisión arriesgada y asume las posibles consecuencias, pero que sufran mis hijas y mi madre lo llevé muy mal, ha sido la mayor causa de sufrimiento– y otra la perpetuación, porque en la era de Internet todavía hay veces que cuelgo algo en redes sociales y siempre hay algún alma caritativa, normalmente anónima, que me enlaza esas noticias desfavorables y falsas que todavía están ahí. Alba ha anunciado que va a recurrir al Supremo, así que todavía falta un poco para que la sentencia sea firme, pero cuando lo sea, yo debería ejercitar una acción civil de derecho al olvido quizá no contra los medios sino contra los buscadores, porque todo esto impide que la reparación sea efectiva y a mí me tiene agotada. Hoy en día una campaña político-judicial-mediática es muy difícil de reparar, sobre todo por la pata mediática.

¿Y ahora cómo estás viviendo en la calle esta victoria?

En la calle lo estoy viviendo no como una victoria personal sino como una victoria colectiva. En Canarias e incluso en la Península el haberles quitado de encima a un juez corrupto la gente no lo está viviendo como si yo hubiera ganado una medalla en un deporte individual sino como un triunfo colectivo, porque a la gente le afecta esta limpieza en las instituciones y que una persona se enfrente a su propia cloaca o a su propio montaje, así que la gente me lo está agradeciendo con mucha ilusión y eso por lo menos algo ayuda. Para mí es terapéutico.

¿Por qué crees que el juez Alba conspiró contra ti?

Estoy convencida, y todos los juristas de Las Palmas también, de que lo que pretendía es ayudar a Soria y que Soria le debiera un favor​

Para que Soria le debiera un enorme favor, porque tristemente en este país hay cargos judiciales que dependen de la amistad de políticos con poder, y en aquel momento Soria era el político más poderoso de Canarias con mucha diferencia –presidente del PP y ministro– y llevaba 21 años teniendo mucho poder: alcalde de las Palmas, presidente del Cabildo, vicepresidente del Gobierno autonómico y luego ya ministro, que fue el culmen de su carrera. Alba es un juez de mi promoción, pero bastante más atrás que yo en el escalafón, que cuando teníamos diez años de antigüedad se presentó a presidente del Tribunal Superior de Justicia y a vocal del Consejo General del Poder Judicial. Se presentó a tres cargos: presidente del TSJ y vocal del Consejo General del Poder Judicial dos veces –en 2007 y en 2013–, y en 2007 teníamos diez años justos de carrera. Es un hombre que tenía muchísima ambición, pero ambición no de estudio ni de ser un gran juez sino de un cargo de designación política, discrecional. Y eso lo tiene claro toda la judicatura de Las Palmas, porque se presentaba desde demasiado pronto a cargos que nunca conseguía. Y, claro, hacerle ese favor a Soria era muy relevante para su carrera. Y es muy obvio que fue un favor, que Soria se sirvió de eso, porque la querella de Soria está fusilada del informe reservado: folios enteros de la querella están copiados del informe reservado, falso, de Alba. Estoy convencida, y todos los juristas de Las Palmas también, de que lo que pretendía es ayudar a Soria y que Soria le debiera un favor.

¿Qué tipo de juez es Alba?

Somos el tipo de juez contrario: él es un juez fuerte con los débiles y débil con los fuertes, pone unas penas tremendas por delitos de gente pobre. Los seis años y medio que le han caído a él, que es la pena mínima que conllevan los delitos por los que ha sido condenado, en su Sala se los han puesto a una señora que robó el correo con la tarjeta de crédito a una vecina y compró 500 euros en libros de texto. Por robo, falsedad de firma y estafa le cayeron a una señora seis años y medio.

Llama la atención que Soria no haya tenido que dar ninguna explicación…

Yo creo que como acusado, pero por lo menos como testigo debería haber declarado un señor al que la sentencia nombra diez veces sin haberlo admitido ni como acusado ni como testigo​

Me lo dice todo el mundo. Hay dos posibilidades: que Alba lo hiciera en plan voluntarista –en plan “mira lo que te regalo: la cabeza de tu rival electoral en bandeja”, que puede ser, ¿eh?– o que Soria se lo pidiera. Yo creo que como acusado, pero por lo menos como testigo debería haber declarado un señor al que la sentencia nombra diez veces sin haberlo admitido ni como acusado ni como testigo. O por el cargo o por el nombre, Soria sale diez veces, porque está siempre ahí detrás. Entre todos los abogados que hay en España –sólo en Madrid hay 50.000 y sólo en Las Palmas más de 5.000–, la defensa de Alba la lleva el abogado de Soria, un señor que es abogado de Soria desde hace más de una década. Que Soria no ha estado en ese juicio es una afirmación objetiva pero bastante relativa, porque de todos los abogados de España tú coges a uno que quizás no estaba sólo defendiendo a Alba, ¿entiendes?

Sí, perfectamente.

Y además es un abogado carísimo.

¿Estamos ante un caso de las denominadas cloacas del Estado?

¿y cuántas veces habrá funcionado, cuántas veces las cloacas dicen algo de una fuerza como Unidas Podemos y al final en el imaginario de la gente ‘calan’ falsedades como que te financia Irán o que te financia Venezuela?

Yo creo que sí, porque no es una delincuencia que se separara de las instituciones del Estado. Es más, es un ejemplo de lo que no tiene que hacer un Estado cuando somos tres poderes del Estado –legislativo, ejecutivo y judicial– y un juez y un ministro se ponen de acuerdo para terminar con la carrera de una diputada, modificando además –con ayuda de mi dimisión, pero modificando– la estructura del Parlamento. Te hacen dimitir de un sitio para el que te ha elegido la voluntad popular, es como para enseñarlo en una clase de Derecho Constitucional sobre separación de poderes. Por muchos mecanismos que nos demos en la Constitución para salvaguardar la independencia de los poderes –y, en teoría, en nuestro sistema de monarquía parlamentaria la primacía la tiene el legislativo, que es el elegido por el pueblo, de donde emana la soberanía popular–, este tipo de pactos mafiosos o delincuenciales son capaces de saltarse eso. Es evidente que hay una utilización malversada, espuria, de las instituciones del Estado, porque sin duda Alba usó su poder como juez y lo que pretendía es favorecer el poder de un ministro. Y para eso no dudaron en darmela campaña… Lo normal, con toda esa campaña la primera vez que Podemos se presentaba a las elecciones generales y con una persona querellada, habría sido no salir elegida, que yo creo que ésa era su intención. Pero no sólo salí sino que quedé segunda y casi gano a Soria: me sacó 9.000 votos, con todo el dineral que utilizó en campaña para sí mismo, no sólo para el PP, y todo. Quiero decir que el apoyo a nosotros fue masivo, pero no sabemos qué habría pasado sin esa campaña que al final estaba basada en documentos falsos, entonces la reflexión es: ¿y cuántas veces habrá funcionado, cuántas veces las cloacas dicen algo de una fuerza como Unidas Podemos y al final en el imaginario de la gente calan falsedades como que te financia Irán o que te financia Venezuela? A la gente que ve la tele y no tiene acceso a otras fuentes de información, a buenos periódicos y a información veraz, eso se le queda ahí…

¿Consideras que el ataque no iba dirigido sólo contra ti sino también contra Podemos?

Sí. Al principio fui más prudente, pero creo que si yo me hubiera presentado a las elecciones, como tantos jueces han hecho, con el PSOE o con el PP, no me habría pasado esto. Para Soria, yo era una rival electoral indeseable, porque él quedaba muy en evidencia tanto en materia de feminismo como de derechos humanos como, sobre todo, de corrupción. Muy en evidencia, porque en Madrid se darían cuenta más tarde –cuando dimitió en abril de 2016–, pero en Canarias la gente ya sabía que era un corrupto, y que una juez apoyara a esa fuerza política a la que se empeñaban en calificar de antisistema y de perroflautas era una contradicción evidente de esa publicidad negativa que daban de nosotros. Yo –tanto por imagen como por trayectoria como por carrera– rompía esa imagen que intentaban vender de nosotros. Es que hay que situarse en 2015 y recordar lo que se publicaba de Podemos en esas elecciones: perroflautasantisistema… Claro, una juez, que forma parte del sistema en los términos con más peso del sistema, o el guardia civil que fue diputado y todavía lo es por Cádiz o el otro juez éramos figuras que contradecíamos el mensaje que los grandes medios de comunicación y sobre todo la derecha trataban de vender de nosotros, así que yo era una pieza importante. Consideraban que atacándome a mí terminaban con un factor de credibilidad y de responsabilidad y con un perfil distinto no del de la mayoría, porque en Podemos hay muchísima gente profesional de muchas cosas, sino del que ellos trataban de vender. La magistratura era una pieza a abatir, y desde luego para Soria lo era, porque él no quería en una institución a nadie capaz de hablar de lo que de verdad había hecho él en Canarias. Y del PSOE, durante los 21 años que Soria tuvo poder, casi nadie, y desde luego en el Congreso nadie, dijo lo que en Canarias se sabía de Soria. Porque lo de los negocios en el extranjero era vox populi. Y que es millonario y, en fin, muchas cosas.

“El haberles quitado de encima a un juez corrupto la gente lo está viviendo como un...
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