El Gobierno de Cantabria tiene previsto acometer una obra de emergencia, consistente en levantar un "pequeño murete" de metro y medio "como mucho" en la zona del puerto de San Vicente de la Barquera, para poner "punto final" a las inundaciones que se registran desde hace décadas cuando se producen mareas altas.
Así lo ha anunciado el consejero de Fomento, Ordenación del Territorio y Urbanismo, Roberto Media, durante la visita que ha realizado este martes a la villa, que este fin de semana se ha vuelto a ver afectada por la entrada del mar hasta la mayor parte de los establecimientos situados en la Avenida Antonio Garelly.
Media ha explicado que, con dicha obra, que los técnicos "van a definir de forma inmediata", el Gobierno pretende dar una solución definitiva "de una vez por todas" a este problema que viene sufriendo San Vicente de la Barquera "durante décadas y décadas" cada vez que se producen mareas muy altas y potentes, y el mar acaba inundando todos los locales comerciales de esa zona.
Según ha dicho, los técnicos consideran que levantar este "murete" puede ser una solución "factible y muy efectiva", permitiendo con una parte móvil el acceso en la zona de la rampa, que también hay que cerrarla para esos momentos donde la pleamar es fuerte.
El consejero ha indicado que ya ha estado hablando con la presidenta regional, María José Sáenz de Buruaga, para acometer esta obra con un "contrato de emergencia" que podría estar ejecutándose "en cuestión de semanas si no pasa nada".
Una obra que, a su juicio, "va a ser el punto final" para que las inundaciones, salvo casos "muy excepcionales", no vuelvan a producirse y generar los problemas que desde hace años vienen padeciendo los vecinos de la zona.
A la visita ha asistido también la alcaldesa de San Vicente de la Barquera, Charo Urquiza, que ha agradecido a Media su presencia en la localidad tras lo ocurrido este fin de semana y su satisfacción por la solución planteada, que considera va a ser "muy importante".
En cuanto a los daños sufridos por los comercios de la zona, unos "8 o 10", ha destacado que se han visto "muy afectados", con perjuicios en neveras, mobiliario o suelos, algo que "hay que intentar" que no se vuelva a repetir.
