viernes. 29.03.2024

Una escultura es una construcción que se erige en memoria de alguien o recuerdo de algo, un suceso histórico, un descubrimiento que sirve como reflejo de nuestro pasado y sombra de nuestro futuro. A menudo se levantan en lugares emblemáticos de las ciudades o pueblos donde nació el homenajeado o el lugar donde se produjo la acción que se conmemora. Es frecuente encontrar estos objetos en plazas y museos, pero son muchas las que se sitúan frente a la costa mirando al mar mientras son empapadas por el agua y aderezadas con el salitre.  Hay algunas ciudades que están salpicadas por numerosas esculturas, que con el devenir de los días pasan a ser un transeúnte más, pero que guardan unas historias dignas de ser contadas. Aquí van los detalles de  algunas de las esculturas con las que cuenta Cantabria. 

ESTATUA DE LOS VIENTOS. SUANCES

Estatua-de-los-vientos

Paseando por el mirador de la playa de Los Locos de Suances, villa marinera por antonomasia, llegamos a la zona donde la estatua de los Vientos los recibe, dejándose atravesar por ellos. Allí, esta escultura, que simboliza la unión entre la naturaleza y el hombre, contempla más allá del perfil del acantilado la línea caliza de los Picos de Europa. De frente, el Mar Cantábrico se pierde en el horizonte en una inmensidad azul, el mismo escenario que puede contemplarse a lo largo de toda la cornisa cantábrica. Se trata de una estatua de bronce de unos 3 metros de altura, obra del escultor y artista torrelaveguense Jesús González de la Vega, situada sobre un pedestal, en el cual podemos leer un escrito que reza lo siguiente: 

Alma de costa Mar, aire y tierra encontrados

quieren unirse, imparables. Cada ola, mil

abrazos, racha intensa, novia amable.  

PALOMA DE LA PAZ. SANTANDER

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Esta escultura fue creada como mascarón de proa del trimarán 'Zamná', que fue el barco de la expedición 'El niño, la Mar y la Paz', la última que capitaneó el marino santanderino Vital Alsar durante los años 2009-2010. Esta escultura se encuentra en la Duna de Gamazo de Santander, asomada a la bahía, a punto de emprender el vuelo. Se trata de una pieza esculpida en bronce, obra  del artista mexicano Carlos Aguilar y Linares, el “Mago del Bronce”. El navegante cántabro, que hizo de su vida una aventura inacabable, se embarcó en su última expedición, que renovaba su homenaje y su compromiso con la paz, hermanando en una alianza transoceánica y atemporal las civilizaciones maya y griega. Vital Alsar nos dejó hace algo más de un año. No sería extraño que en alguna ocasión se haya sentado en las gradas de Gamazo a continuar su interminable conversación con el mar. El símbolo de su presencia permanecerá junto a la bahía invitando al paseante a intuir, a través de las formas de la paloma, el abrazo entre el mar y la paz. 

HOMBRE PEZ. LIÉRGANES

Hombre-pez

Pasamos al agua dulce con esta estatua del artista cántabro Javier Anievas Cortina, dedicada a Francisco de la Vega Casar, el hombre pez. Se sitúa bajo el Puente Mayor que se alza sobre el río Miera, en Liérganes, en donde, según cuenta la leyenda, este joven se despojó de sus vestiduras y se zambulló en el agua hasta desaparecer por completo. No se supo nada más de él hasta que apareció cinco años después en Cádiz, donde unos pescadores lo sacaron del agua con unas redes, descubriendo unas escamas que le recorrían el cuerpo desde la garganta hasta el estómago. Al lado de la estatua, hay una placa que reza lo siguiente: 

Su proeza atravesando el océano 

del norte al sur de España, 

si no fue verdad mereció serlo. 

JOSÉ DEL RÍO “PICK”. SANTANDER

José-del-Río

Esta estatua está dedicada al periodista, poeta y marinero José del Río, comúnmente conocido como “Pick”, debido a que era el seudónimo que utilizaba en sus escritos. A lo largo de su destacada carrera recibió varios premios, por ejemplo su publicación “Versos del mar y otros poemas”, que le valió el premio Fastenrath de la Real Academia Española. Además, la Federación Nacional de Asociaciones de Prensa de España reconoció su labor y le nombró Periodista de Honor. José del Río también dirigió los periódicos cántabros “La Atalaya” y “La voz de Cantabria”. La estatua, situada en El Sardinero, está hecha en bronce  por el escultor José Villalobos y Miñor. 

GAUDÍ. COMILLAS

Gaudí

Paseando por la Villa Quijano o Capricho de Gaudí, no hacemos más que contemplar cada rincón de esta joya arquitectónica modernista hasta que, en el jardín, nos chocamos con el mismo Gaudí examinando su obra, sentado cómodamente sobre un banco de piedra, en el que buscamos acomodo junto al arquitecto catalán que permanece absorto en la contemplación de su Capricho. Esta escultura de bronce es obra de Marco Herreros. Aunque le veamos aquí, Gaudí cuenta con el don de la ubicuidad, que le permite estar al tiempo en Barcelona, junto a otra obra suya, el Portal Miralles, emplazamiento más fatigoso porque en él tiene que permanecer de pie continuamente. Nos despedimos del genio que concibió La Sagrada Familia confiando en retomar más pronto que tarde el recorrido por las esculturas de Cantabria y sus particulares historias.

Las esculturas más representativas de Cantabria
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