jueves. 28.03.2024

En la madrugada del miércoles los Veintiocho han dado carpetazo a dos intensas jornadas de negociación en torno al reparto anual de las cuotas pesqueras para 2016. En lo que respecta a España, la sensación es agridulce. Por un lado, se aumentan las cuotas de anchoa y cigala, pero bajan la de la caballa, la merluza, el gallo y el rape. Y esa misma sensación agridulce es la que aseguran tener los pescadores cántabros. El presidente de las Cofradías de Pescadores, Miguel Fernández, ha asegurado que “nos están dando la puntilla”, pues en lo que afecta a la región, todo son recortes.

Como ha señalado Fernández, el aumento de las cuotas de anchoa en el Atlántico (10%) y en el Golfo de Cádiz (26%) “no es malo” para la pesca cántabra, ya que desde hace varios años “nos autorregulamos”, con un límite máximo de 25 millones de kilos, límite del que “no nos podemos mover”.

“Ya aprendimos la lección hace cuatro o cinco años”, cuando se produjo la prohibición de pesca. Pero esto solo ocurre en esta especie. Incluso el aumento de jurel en un 27% también es algo positivo. En el resto, sin embargo, “perdemos” cuota, y eso “no ha sido bueno”.

Fernández ha señalado que el sector pesquero más afectado es el de “artes fijos, que sale muy perjudicado”. Y es que la merluza en aguas del Cantábrico y del golfo de Cádiz, a la que se suma la de aguas portuguesas, va a pasar de 8.848 toneladas en 2015 a 6.946 en 2016.

Por su parte, el rape se reduce de 2.490 toneladas a 2.141 en 2016, y lo mismo ocurre con el gallo, que baja de 1.271 a 1.259 toneladas para el próximo año. “Para nosotros es algo malo, lleva años así y esta decisión ya ha sido el remate”, ha afirmado el presidente de los pescadores cántabros.

Otras especies

Para otras especies sobre las que la Comisión Europea no tenía suficientes datos, caso de las rayas, abadejos y merlanes, finalmente España ha conseguido mantener las capturas, evitando así un recorte del 20%. Lo mismo ocurre en el caso del rape del Golfo de Vizcaya y Gran Sol y el boquerón o anchoa del Golfo de Vizcaya y el Cantábrico.

Además, se ha reducido del 40% al 15% la bajada para la caballa, hasta las 33.748 toneladas. En cuanto a la bacaladilla, las posibilidades de pesca en el caladero del Norte aumentan un 5%, mientras que se reducen en un 7% para el Cantábrico, el Golfo de Cádiz y el Noroeste.

Contrariamente a lo que consideran los pescadores de Cantabria, la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel Tejerina, ha asegurado que "lo logrado es más riqueza y más actividad para los pescadores españoles".

Las cuotas de pesca de la UE “están dando la puntilla” a los pescadores cántabros
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